A ver si muy, muy: ¿Cuáles son los lugares en donde se dicen más groserías en México?

Una amplia variedad lingüística, lo sabemos. Eso es lo que posee México, casi tan vasta como su gastronomía. Y en cuanto a malas palabras, también nuestro país tiene un amplio repertorio. Dijeran las abuelitas: "tenemos para dar y repartir". Basados en esto, se reveló cuáles son los lugares que dicen más groserías en nuestro país, así como también aquellos en donde se habla con menos malas palabras.

Pero no sólo esto, la plataforma de idiomas Preply, encargada de hacer este estudio, indicó cuáles eran los contextos en los que las y los mexicanos usan malas palabras, así como un dato sobre la evolución del lenguaje coloquial que seguramente te llamará la atención.

Para este estudio, Preply encuestó a mil 1500 personas, habitantes de las 20 ciudades más pobladas del país, con el objetivo de saber los datos más interesantes sobre el uso de las malas palabras de los mexicanos en su día a día. "Desde el uso polisémico de 'güey' hasta el 'chale', las malas palabras siempre encuentran forma de colarse en las conversaciones", indica Preply a La Razón.

Según los resultados que se compartieron con este diario, se estima que el mexicano promedio dice poco más de 7 groserías al día. Los lugares en donde se dicen más groserías en México son los siguientes:

Las regiones en donde se dicen menos groserías son Toluca y Hermosillo, como bien lo ves al final de la lista que te presentamos renglones arriba, con un promedio de 5 palabras al día. "Este análisis también expuso que el uso de groserías abarca una amplia gama de edades que van desde los 16 hasta los 44 años", refiere Preply.

Los contextos de su uso, según este estudio, "son igual de importantes por lo cual solo el 14% de los mexicanos dice groserías en su lugar de trabajo, demostrando con esto el respeto que se le tiene al ambiente profesional, acompañando a este dato también se encontró que el 81% de las personas participantes en el estudio prefieren evitar decir malas palabras frente a sus jefes, cifra superada por el 82% que evita decir groserías frente a los niños, ya que el no decir malas palabras se refleja como un gesto de educación y capacidad de buen relacionamiento con las demás personas".

Sin embargo, eso sí, cuando existe más confianza y el ambiente es más relajado el 44 por ciento incluye más groserías en su vocabulario a la hora de estar con los amigos, de modo que compartir anécdotas bajo estas circunstancias es motivo de usar un lenguaje más colorido. "El porcentaje se reduce al 22 por ciento cuando se está dentro de un auto, pues el tráfico podría provocar decir una que otra mala palabra".

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