Muestran una radiografía de las momias en el séptimo arte
El Centro Cultural de España en México se transformó en un espacio performático con la presentación de El Testamento de la Momia Mexicana, obra de Abraham Castillo Flores, quien dejó la industria fílmica y la docencia universitaria por dedicarse al estudio, la promoción y la exhibición del cine fantástico y de terror.
Desde el primer momento, el lugar estuvo cargado de un aire de misterio y emoción debido a las grisáceas paredes del Espacio X y las tres velas eléctricas que estaban colocadas en una mesita sobre el escenario. Las sillas rojas resaltaban en el descolorido salón por sí solas, pero además por los chicles con envoltura alegre que había sobre ellas.
Desde jóvenes hasta adultos mayores, se acomodaron en los asientos y disfrutaron del dulce sabor de la goma de mascar, mientras leían una infografía con una recopilación de películas sobre momias que a la entrada les otorgaron, pues estarían ante una conferencia performática en la que Abraham Castillo Flores trazaría una minuciosa radiografía mediática del cine de terror hecho en México, en el que las momias han sido las grandes protagonistas.
Con las luces de todo el lugar apagadas, excepto por un reflector de luz amarilla y un proyector en el escenario que mostraba imágenes y videos que acompañaban al narrador, Abraham Castillo Flores comenzó a desentrañar el origen de los enigmáticos cadáveres. A la vez que hacía un recorrido cinematográfico en el que las momias han atemorizado.
Vestido con un pantalón metálico y una camisa que evocaba a la ropa con pedrería de algún rincón de la India, la voz del artista resonó en la sala, capturando la atención de todos y sorprendiendo por el ligero tono que usaba. Además, hacía reír con divertidas bromas.
A través de ese recorrido por el cine de horror hecho en México, Abraham Castillo Flores llevó a la gente a conocer los mitos que envuelven a las momias, al tiempo que creaba una reflexión sobre la humanidad que alguna vez existió en ellas.
A medida que avanzaba la experiencia, las imágenes de películas como Santo y Blue Demon contra los monstruos, Kalimán el Hombre Increíble o Capulina contra los monstruos llevaron al público a un viaje que les hacía reír y recordar los domingos en la tarde viendo dichos largometrajes por televisión abierta.
De un momento a otro, se hizo la oscuridad, en tanto el ruido de las interminables campanadas de una iglesia ponían nerviosa a la gente. Luego, el espíritu de una momia de Guanajuato exhumada en 1872 poseyó a Abraham Castillo Flores, quien portaba una máscara de calavera y se iluminaba la cara con una luz blanca mientras reflexionaba sobre la humanidad de los restos que hoy se exhiben y manipulan sin tacto alguno, pues falta concientizar que merecen ser tratados con dignidad. Además, profundizó en las implicaciones de la vida y la muerte.
“Disfruten de los placeres que les proporcionen sus cuerpos, éstos son sus templos, los nuestros son máquinas del tiempo con los que hemos viajado más de 150 años, en el camino perdimos nuestros nombres, nuestras familias, nuestros amores, nuestras identidades, pero alguna vez fuimos como ustedes”, dijo el alma.
“Siguen navegando sin valorar que todavía tienen sangre, tiritan bajo el abrigo, mascan tabletas de chicle”, continuó mientras el sabor de la goma de mascar se iba haciendo más insípido en la boca del público. En cuanto acabó el performance, el público aplaudió emocionado.
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