Un puerto aislado: sin Internet, luz, carreteras para entrar o salir…
Con el impacto del huracán Otis que golpeó con su intensa categoría 5, los habitantes y turistas de Acapulco, Guerrero, quedaron totalmente incomunicados y en medio de la incertidumbre, pues hasta el cierre de esta edición y a más de 24 horas del desastre, aún era imposible comunicarse por teléfono con familiares o amigos, mandar o recibir un mensaje por WhatsApp o saber de ellos en las redes sociales, pues el puerto se quedó sin energía eléctrica, Internet o caminos estables para salir o entrar, ya que el derrumbe de árboles y estructuras bloquearon las carreteras.
Pasada la medianoche de ayer en que Otis tocó tierra en Acapulco, más de 500 mil usuarios se quedaran sin servicio eléctrico.
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resultaron afectados 504 mil 340 usuarios en todo el estado, que representa el 36.7 por ciento de los 1.37 millones de usuarios totales en Guerrero; y aunque por la tarde se pudo restablecer el servicio a 202 mil 932 personas, la mayoría sigue sin luz.
Al transcurrir las horas, la Comisión inició las primeras acciones vía remota, a través de equipos de automatismo para restablecer el servicio eléctrico. Sin embargo, la dependencia indicó que comenzarían con el restablecimiento en los sitios más afectados al tener condiciones de seguridad que permitan salvaguardar la integridad de su personal y la ciudadanía.
Indicó que para la atención de esta emergencia, la CFE dispuso de un equipo conformado por 846 trabajadores electricistas, 96 grúas, 347 vehículos, 26 plantas de emergencia y 1 helicóptero.
Otro problema a los que locales y turistas se enfrentaron fue al no acceso a servicios de transportación vía terrestre y también vía aérea.
Desde muy temprano, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio cuenta de que Acapulco y varios municipios afectados por Otis estaban casi aislados.
“No hay comunicación, no sabemos… hay ruptura de caminos, la propia autopista, llegando a Acapulco tiene derrumbes, ya están los de Comunicación trabajando. Nuestra principal preocupación es la carretera de la Costa Grande y la población que vive de Acapulco hacia Zihuatanejo”, indicó en su conferencia matutina.
Y la situación se complicó porque desde muy temprano al menos dos ríos comenzaron a desbordarse por las intensas lluvias que Otis dejó.
El río Papagayo afectó el paso de la carretera Chilpancingo-Acapulco, el cual fue cerrado. En redes sociales comenzaron a circular imágenes del momento en que el agua comenzó a rebasar las protecciones en carreteras y se acumuló sobre el paso.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) precisó que la afectación fue sobre el kilómetro 71, por lo que se instaló un señalamiento de protección de obra para dar seguridad a los usuarios. La dependencia instó a tomar precauciones, pues no había ruta alterna.
El otro río que también sobrepasó su nivel habitual es el que pasa por la comunidad de Iyotla, en el municipio de Leonardo Bravo, y combinado con la fuerza de la corriente se llevó parte de un puente que conectaba a los habitantes con la zona escolar.
Con el transcurrir de las horas, autoridades se movilizaron para intentar despejar las vialidades ante deslaves, desborde de ríos y la caída de árboles y demás objetos que dejaron incomunicado Acapulco y demás comunidades de la Costa Grande de la entidad.
La SICT aseguró que hoy la Autopista México-Acapulco estaría completamente habilitada en ambos sentidos, luego de que un deslave interrumpió el paso por la zona.
Para atender la emergencia desde el inicio del fenómeno y recuperar la comunicación con las zonas afectadas, la dependencia a cargo de Jorge Nuño Lara, dispuso desde la noche de una brigada compuesta por más de 900 trabajadores, a quienes se equipó con 200 equipos de maquinaria pesada y 60 unidades vehiculares para moverse en la zona, y se precisó que 50 ingenieros y técnicos brindarán atención prioritaria en los municipios que comprenden la Costa Grande de Guerrero, centrándose en la población vulnerable.
Este grupo de especialistas fue equipado con tractores, retroexcavadoras, cargadores frontales de energía, compactadores y camiones de volteo.
Ante esta situación los autobuses de pasajeros empezaron a cancelar sus corridas conforme se sabía de los caminos bloqueados hasta que no haya condiciones para retomar las rutas.
La empresa Estrella de Oro informó que las operaciones en Acapulco, Riviera Diamante, Zihuatanejo y Lázaro Cárdenas se encuentra suspendidas hasta nuevo aviso.
Por su parte, Costa Line señaló que sólo sus unidades únicamente están operando hasta Chilpancingo, pues los camiones desde y hacia Acapulco, Lázaro Cárdenas y Zihuatanejo están canceladas por el momento.
En cuanto a los vuelos la situación es igual de mala. Viva Aerobús y Aeroméxico cancela-ron sus salidas hacia Acapulco y Zihuatanejo, como medida de seguridad y protección a los pasajeros y la tripulación.
En sus redes sociales, Volaris anunció que las operaciones del día estaban canceladas, y hasta el cierre, ninguna de las tres aerolíneas informó más. Más tarde, la SICT, a través de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) anunció que el Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió sus operaciones hasta nuevo aviso.
Así que Acapulco verá salir la luz del día en total aisalamiento.
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