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Acapulco arrasado: "Está todo deshecho"

Alcanza categoría 5 en sólo 12 horas y destroza cada rincón del sitio turístico; lo deja sin telefonía e Internet por más de 24 horas; derrumbes impiden acceso; destruye hoteles, departamentos, comercios, arrastra autos, arranca techos, palmeras...; afecta 27 sensores de la alerta sísmica y ayer se registraron 2 temblores en Guerrero; habitantes y turistas narran noche de terror: “Esto está acabando con todo”; Luisa se refugió en un clóset; sólo oía el rugir del viento mientras volaban quebradas las ventanas; AMLO debió cruzar a pie deslave para llegar al puerto; abren centros de acopio; se registran actos de rapiña; en Senado discuten por desaparición del Fonden; hay 18 mmdp: Hacienda
  • Por Redacción
Acapulco arrasado: "Está todo deshecho"

El puerto que nunca descansa se apagó. Unas horas durante la madrugada le bastaron al huracán Otis para arrasar con todo lo que desde mediados del siglo pasado convirtió a Acapulco en la “perla del Pacífico” y uno de los puntos turísticos más importantes del país, pero también un fuerte polo de desarrollo económico para el estado.

El poderoso huracán dejó una devastación sin precedentes, con daños que, hasta ayer por la noche, no habían sido cuantificados. A su paso, destruyó edificios, hoteles, plazas, calles e infraestructura vital para la actividad económica, en las tres zonas que conforman el área turística: La Diamante, la Dorada y la tradicional, aunque de las zonas donde se asienta la población de escasos recursos no se tenía información.

Aislados por la interrupción de las comunicaciones, turistas y habitantes consiguieron revelar a cuentagotas los efectos del impacto del meteoro.

Videos que lograron transmitir dieron cuenta de la destrucción, que principalmente se dio en el puerto de Acapulco, donde varios de sus restaurantes y hoteles quedaron reducidos a un esqueleto de concreto, acero y cristales rotos, en medio de inundaciones que bajaron a lo largo del día.

Los fuertes vientos que acompañaron al ciclón se llevaron ventanales, espectaculares, vehículos y mobiliario, que quedaron flotando en fragmentos sobre las aguas turbias de las piscinas y amontonados en calles y techos.

Las vialidades quedaron obstruidas por láminas, anuncios y estructuras de las plazas comerciales, pero también por las centenas de palmeras y demás árboles que fueron partidos por la fuerza del viento.

Entre las imágenes más reveladoras del daño está una grabación de apenas 17 segundos del interior del Hotel Princess, donde un huésped muestra lo que fue su habitación por la que ahora se logra ver el mar desde un extremo contrario, a través de los huecos de lo que hasta el martes eran sus puertas y ventanas.

En el lobby, las salas y fuentes que daban la bienvenida a los turistas quedaron sepultadas bajo los escombros de las camas, mesas, basura e incluso automóviles que la corriente del agua arrastró hacia su interior.

En este punto, conocido como la Zona Diamante, el agua anegó las calles, donde personas se vieron obligadas a caminar tomadas de la mano para poder salir, no sólo de la inundación y del lodo, sino también entre los restos de estructuras que colapsaron, así como de vehículos que fueron arrastrados.

En el Hotel Gamma Acapulco Copacabana, como para decenas de otros, la historia fue igual. Quienes ahí se hospedaban tuvieron que desalojar, entre pasillos con los plafones que cayeron de los techos que dejaron al descubierto cables y tuberías fracturadas.

En la Costera Miguel Alemán prevalecía un ambiente desolador. Los dueños de los comercios que rodeaban la zona hotelera, junto al malecón, recorrían las ruinas de su patrimonio.

Hacia la tarde, y ya con algunas vialidades despejadas por pobladores que se unieron para comenzar a mover las enormes ramas y escombros, algunos visitantes caminaban con maleta en mano en busca de una salida.

Pero esto se complicó a causa de un deslave que bloqueó la Autopista del Sol, uno de cuyos carriles se reabrió hasta la tarde, únicamente para vehículos de emergencia y oficiales.

El impacto del ciclón también se resintió en municipios de la Costa Grande: Benito Juárez, Atoyac de Álvarez, la Unión de Isidoro Montes de Oca, Coahuayutla de José María Izazaga, Petatlán, Tecpan de Galeana, Zihuatanejo y Coyuca de Benítez.

En este último, los techos de lámina que volaron por doquier terminaron impactando ventanas de las casas, pero también automóviles, sobre los que también cayeron pedazos de concreto y tabiques de muros que colapsaron.

Entre los primeros reportes de habitantes de las regiones afectadas está el de María Ainek, residente de Coyuca de Benítez, quien pidió ayuda, pues mostró cómo parte de su vivienda quedó sin techo luego de que éste salió volando por la furia del viento.

En atención a la emergencia, se habilitaron 79 refugios y se suspendieron las actividades académicas y administrativas en todo el estado, informó la gobernadora Evelyn Salgado, quien hizo un llamado a la calma e informó sobre el esfuerzo que se hace para restablecer la electricidad, reactivar el bombeo de agua potable y priorizar la atención hospitalaria.

Alejandra Medina es comunicadora visual y actualmente trabaja para una agencia de Relaciones Públicas, que tendría este fin de semana un evento en Acapulco. Ella viajó desde la ciudad de Puebla al puerto, sin saber lo que le esperaba, luego de instalarse el lunes pasado en el hotel Princess Mundo Imperial.

En breve plática con La Razón, explicó que durante el paso del huracán Otis “todos nos escondimos donde podíamos: en closets, en el baño, donde fuera era bueno; se siente pánico y, peor aún, sin poder comunicarte”.

La joven de 27 años refirió que “a duras penas pude comunicarme con mi mamá; yo puedo salir, pero la gente que no, debe ser terrible; hay muchos niños que venden sus productos, gente que vive del comercio. Espero que se haga algo por ellos y que actúen pronto; yo pude trasladarme a Chilpancingo de aventones; preferí caminar y buscar salidas”, explicó.

Los testimonios de los afectados por la devastación no eran muchos, por la interrupción de las comunicaciones.

“Toda la gente está intentando saber algo... Por todos lados, pero nadie sabe nada”, dice Alicia Galindo, cuyos familiares estaban en el puerto y le explicaron que lo peor pasó entre la 01:00 y las 03:00 horas.

Uno de los pocos que se hizo público a través de redes sociales es el caso de una familia que quedó atrapada en el octavo piso del hotel Krystal Acapulco. El usuario Erik Fellini, a través de la red social X, dijo que “esto está acabando con todo; después de lo peor, bajamos a ver si podíamos salir, todo estaba deshecho.

“Les escribo desde el hotel Hotsson, en Acapulco, llevamos una hora de terror. El huracán está acabando con todo, el agua ingresa a la habitación en el piso 8… el hotel se mueve como si fuera un temblor”, señaló.

En el material del usuario se puede ver cómo hay una intensa lluvia y fuertes rachas de viento. El joven comenzó a compartir publicaciones desde las 23:00 horas del martes; en otra grabación afirmó que la situación se había complicado, ya que el agua había llegado hasta el piso en el que estaba.

A la una de la mañana del miércoles compartió un último video, en el que mostró cómo él y su familia se refugiaron dentro del baño, en medio del pánico y de los golpes de objetos que se escuchan al golpear con en el inmueble.

Otra usuaria de redes, Luisa Peña, compartió también su experiencia; ella era huésped en el Hotel Princess, cuando después de las 03:00 horas vivió uno de los peores momentos de su vida, con vientos a “todo lo que da”.

“Me escondí en el clóset, para rezar y meditar, tratar de calmarme y, literal, me puse a rezar, a tratar de calmarme, aunque el pánico se apoderó de mí, a tal grado que lo que pedía era una oportunidad más.

“Acaba de pasar lo más cañón. Literal, estuve en el ojo del huracán. Me acaban de rescatar. A las 11 de la noche se fue la luz. Los vientos estuvieron a todo lo que da, 260 km/h o más”, dijo.

Agregó que “en mi cuarto se cayó el techo, se rompieron los vidrios, inundados los pisos, a partir del piso 4 para arriba sin luz (...) Ahorita que venía bajando las escaleras, venía viendo piso por piso, los pasillos destrozados”, añadió.

Otro usuario de la red X, Víctor Zepeda, pidió ayuda para sus familiares, quienes estaban en el Hotel Hotsson. En su video se puede ver como el inmueble está inundado, con vidrios y plafones desechos y varias cosas tiradas en el piso. Otra usuaria, Kámara Foto, dijo que cinco personas, incluyendo niños, estaban varados en ese mismo hotel.

En una de las entradas principales a Acapulco y en la Plaza Álvarez, la principal plaza pública del puerto de Acapulco —localizada en el centro de la ciudad, frente a la Costera Miguel Alemán—, se veía el peregrinar de familias enteras, relató a La Razón Humberto Díaz, habitante de la zona y quien se uniría con elementos de Protección Civil para hacer frente a la devastación.

“Era una cosa fea, mujeres cargando niños, familias con gente grande y con bebés, incluso se quitaban los zapatos para meterse en el lodazal; los equipos de emergencias ayudaban a tratar de sacarlos, pero la gente sobrepasó a los elementos que trabajan, así que quienes vivimos nos sumamos a ayudar a salir a la gente, ellos que pueden salir”, dijo.

Por su parte, Flor Campos, una trabajadora doméstica originaria de San Luis Acatlán, un pueblo al este de Acapulco, dijo a una televisora local que “estamos caminando desde las tres de la mañana porque era más peligroso quedarse allí; hay niños de dos y tres años allá atrás que no tienen agua, no tienen nada”.

Humberto Díaz refirió que la maquinaria pesada necesaria para retirar los escombros es “insuficiente”; los trabajadores de la autopista miran impotentes y advierten a la población que los trabajos tardarán días, expresó.

Gabriela Salcedo, quien busca a su familia que se encuentra en Acapulco, dijo que “no sé nada de ellos, no hay Internet, no hay luz; anoche me estaba escribiendo con ellos, pero mis sobrinos me estaban diciendo que estaba bien feo, que en 30 años de vida que tenían, nunca habían visto algo parecido”.

En entrevista con La Razón, narró que hacia la medianoche se fue la luz mientras se comunicaba con ellos, y hasta el momento desconoce la situación en que se encuentran. “Solo sé lo poco que he visto en la televisión, pero no hay por parte de ellos comunicación. No sé nada de ellos”.

La mujer espera que sus familiares se encuentren bien, ya que tampoco hay manera de comunicarse, pues no hay teléfonos fijos ni red inalámbrica para llamarles, además de que intentó hacerlo por redes sociales, pero tampoco ha podido.

“No hay paso para Acapulco, pero espero que estén bien; confío en ellos porque se encuentran en el centro, pero estoy al pendiente de lo que sucede”, dijo a este diario.

Con el impacto del huracán Otis que golpeó con su intensa categoría 5, los habitantes y turistas de Acapulco, Guerrero, quedaron totalmente incomunicados y en medio de la incertidumbre, pues hasta el cierre de esta edición y a más de 24 horas del desastre, aún era imposible comunicarse por teléfono con familiares o amigos, mandar o recibir un mensaje por WhatsApp o saber de ellos en las redes sociales, pues el puerto se quedó sin energía eléctrica, Internet o caminos estables para salir o entrar, ya que el derrumbe de árboles y estructuras bloquearon las carreteras.

Pasada la medianoche de ayer en que Otis tocó tierra en Acapulco, más de 500 mil usuarios se quedaran sin servicio eléctrico.

Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resultaron afectados 504 mil 340 usuarios en todo el estado, que representa el 36.7 por ciento de los 1.37 millones de usuarios totales en Guerrero; y aunque por la tarde se pudo restablecer el servicio a 202 mil 932 personas, la mayoría sigue sin luz.

Al transcurrir las horas, la Comisión inició las primeras acciones vía remota, a través de equipos de automatismo para restablecer el servicio eléctrico. Sin embargo, la dependencia indicó que comenzarían con el restablecimiento en los sitios más afectados al tener condiciones de seguridad que permitan salvaguardar la integridad de su personal y la ciudadanía.

Indicó que para la atención de esta emergencia, la CFE dispuso de un equipo conformado por 846 trabajadores electricistas, 96 grúas, 347 vehículos, 26 plantas de emergencia y 1 helicóptero.

Otro problema a los que locales y turistas se enfrentaron fue al no acceso a servicios de transportación vía terrestre y también vía aérea.

Desde muy temprano, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio cuenta de que Acapulco y varios municipios afectados por Otis estaban casi aislados.

“No hay comunicación, no sabemos… hay ruptura de caminos, la propia autopista, llegando a Acapulco tiene derrumbes, ya están los de Comunicación trabajando. Nuestra principal preocupación es la carretera de la Costa Grande y la población que vive de Acapulco hacia Zihuatanejo”, indicó en su conferencia matutina.

Y la situación se complicó porque desde muy temprano al menos dos ríos comenzaron a desbordarse por las intensas lluvias que Otis dejó.

El río Papagayo afectó el paso de la carretera Chilpancingo-Acapulco, el cual fue cerrado. En redes sociales comenzaron a circular imágenes del momento en que el agua comenzó a rebasar las protecciones en carreteras y se acumuló sobre el paso.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) precisó que la afectación fue sobre el kilómetro 71, por lo que se instaló un señalamiento de protección de obra para dar seguridad a los usuarios. La dependencia instó a tomar precauciones, pues no había ruta alterna.

El otro río que también sobrepasó su nivel habitual es el que pasa por la comunidad de Iyotla, en el municipio de Leonardo Bravo, y combinado con la fuerza de la corriente se llevó parte de un puente que conectaba a los habitantes con la zona escolar.

Con el transcurrir de las horas, autoridades se movilizaron para intentar despejar las vialidades ante deslaves, desborde de ríos y la caída de árboles y demás objetos que dejaron incomunicado Acapulco y demás comunidades de la Costa Grande de la entidad.

La SICT aseguró que hoy la Autopista México-Acapulco estaría completamente habilitada en ambos sentidos, luego de que un deslave interrumpió el paso por la zona.

Para atender la emergencia desde el inicio del fenómeno y recuperar la comunicación con las zonas afectadas, la dependencia a cargo de Jorge Nuño Lara, dispuso desde la noche de una brigada compuesta por más de 900 trabajadores, a quienes se equipó con 200 equipos de maquinaria pesada y 60 unidades vehiculares para moverse en la zona, y se precisó que 50 ingenieros y técnicos brindarán atención prioritaria en los municipios que comprenden la Costa Grande de Guerrero, centrándose en la población vulnerable.

Este grupo de especialistas fue equipado con tractores, retroexcavadoras, cargadores frontales de energía, compactadores y camiones de volteo.

Ante esta situación los autobuses de pasajeros empezaron a cancelar sus corridas conforme se sabía de los caminos bloqueados hasta que no haya condiciones para retomar las rutas.

La empresa Estrella de Oro informó que las operaciones en Acapulco, Riviera Diamante, Zihuatanejo y Lázaro Cárdenas se encuentra suspendidas hasta nuevo aviso.

Por su parte, Costa Line señaló que sólo sus unidades únicamente están operando hasta Chilpancingo, pues los camiones desde y hacia Acapulco, Lázaro Cárdenas y Zihuatanejo están canceladas por el momento.

En cuanto a los vuelos la situación es igual de mala. Viva Aerobús y Aeroméxico cancela-ron sus salidas hacia Acapulco y Zihuatanejo, como medida de seguridad y protección a los pasajeros y la tripulación.

En sus redes sociales, Volaris anunció que las operaciones del día estaban canceladas, y hasta el cierre, ninguna de las tres aerolíneas informó más. Más tarde, la SICT, a través de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) anunció que el Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió sus operaciones hasta

nuevo aviso.

Así que Acapulco verá salir la luz del día en total aisalamiento.

Luego de casi 11 horas de recorrido, caminar cuatro kilómetros a pie tras atascarse en el lodo el vehículo militar Jeep donde viajaba, el Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó anoche a Acapulco, Guerrero, para encabezar de manera personal la evaluación de daños que dejó el huracán Otis, así como determinar las acciones de su gobierno para apoyar a la población damnificada.

Sin información oficial sobre el impacto del fenómeno meteorológico en Guerrero más lo que dijo el propio mandatario en su conferencia de prensa sobre que Otis golpeó con mucha fuerza las regiones de Costa Grande, Acapulco y Tecpan de Galeana, López Obrador salió de Palacio Nacional alrededor de las 10:00 horas a bordo de una camioneta Suburban negra en marcha a las zonas afectadas.

A la altura del kilómetro 320 de la Autopista del Sol, denominado Tierra Colorada, la unidad hizo una parada para que los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval; Marina (Semar), Rafael Ojeda; Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez; Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, así como de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez, que habían salido con anticipación, presentaran al Ejecutivo federal un informe de los daños.

El general Sandoval le informó, de manera preliminar, que las colonias Coloso, Zapata y Renacimiento eran de las más afectadas por el huracán, así como los sectores naval y militar en el puerto; mientras tanto, una funcionaria de Comunicaciones notificó que no era posible pasar hacia Acapulco.

“Está totalmente cerrado, no hay manera de pasar, sólo que sea con maquinaria”, reportó al Presidente, quien cuestionó: “¿Cuánto trabajo les falta para liberar un sentido?”. La mujer respondió de inmediato: “Mínimo, para un sentido, un día”, dijo, mientras el mandatario giraba instrucciones a sus colaboradores para ir abriendo la autopista.

En breve entrevista, López Obrador declaró: “Vamos hacia allá ahora (Acapulco), vamos a dejar allá maquinaria, trae el Ejército maquinaria, Comunicaciones y Transportes, y vamos a buscar que se reabra lo más pronto posible la autopista”.

“¿Se sabe de fallecidos?”, cuestionó un reportero local, a lo que respondió: “Todavía no tenemos datos, vamos para allá”. Tras lo anterior, el mandatario mexicano tomó la decisión, junto con su Gabinete de Seguridad, de trasladarse a bordo de un Jeep del Ejército hacia el puerto.

A la altura de la comunidad “Kilómetro 39”, de la carretera federal México-Acapulco, la unidad de la Sedena número 0500027 se quedó atascada en un tramo de lodo que dejaron los deslaves en el lugar. Después de varios intentos de soldados, Guardia Nacional y Ayudantía por liberar el automotor, López Obrador decidió cruzar a pie.

Fueron cuatro kilómetros, donde atravesó montones de lodo, ramas, árboles caídos y corrientes de agua, acompañado por los titulares de SSPC, Sedena, miembros de la Ayudantía, y militares, así como habitantes de la zona, que pedían una fotografía, y otros más le comentaban la tragedia que dejó el paso de Otis.

Por su parte, la titular de la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde, informó que para atender la emergencia en Guerrero se aplicaron el Plan DN-III y Plan Marina, además de que el gabinete de seguridad se dirigió a Acapulco, con el objetivo de coordinar la atención en las zonas afectadas, en coordinación con la gobernadora Evelyn Salgado.

A las 21:00 horas, el Gobierno de Guerrero confirmó en sus redes sociales la llegada del Ejecutivo federal a Acapulco, donde sostuvo una reunión en el Centro de Mando con la mandataria estatal para evaluar y atender los daños, a la cual asistieron los titulares de Sedena; Semar; SICT; SSPC, Guardia Nacional, y CNPC, para hacer frente a la contingencia.

Por la noche se difundió en redes sociales que el Presidente había regresado a la Ciudad de México en helicóptero, sin embargo, hasta el cierre la oficina de Presidencia no pudo confirmar el hecho.

Debido a las afectaciones que provocó el huracán Otis en Guerrero, quedaron desconectados al menos 27 sensores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex) en la región del océano Pacífico de las costas del estado, Michoacán y Oaxaca. En ese contexto, al mediodía se registró un sismo de magnitud 4.4 grados Richter con epicentro a 28 kilómetros al suroeste de Zihuatanejo.

El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) informó en un comunicado que tomará tiempo realizar las reparaciones en la red de sensores de alertamiento de sismos, que representa 27 por ciento del total de 97 que tiene instalados en las costas de los tres estados señalados.

“Si bien las brigadas de ingenieros de Cires están listas para realizar el trabajo de recuperación en los sitios de comunicaciones del Sasmex, se tiene conocimiento de daños en algunos caminos principales en la región por vía terrestre, por lo que se estima que tomará mayor tiempo del normal en llegar a atender los daños”, señaló.

Por ello, el Cires adelantó que solicitará apoyo a las autoridades de Protección Civil, tanto federales como locales, para restaurar el sistema de alertamiento de sismos con rapidez cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.

El Servicio Sismológico Nacional (SSN) indicó que el temblor se registró a las 11:06 horas con epicentro en Zihuatanejo, horas después del paso del huracán Otis. De manera preliminar, el organismo indicó que se trató de un sismo de escala 5.0, pero minutos más tarde ajustó.

SkyAlert de México dio a conocer que gran parte de la red de sensores sísmicos conocida como REDSkyAlert se desconectaron en la región, por lo que en caso de algún movimiento telúrico no habría capacidad de prevenir a la población.

“La magnitud de las afectaciones por el huracán ha dejado nuestra infraestructura temporalmente inoperativa, y en este momento no podemos determinar cuándo se restablecerá completamente”, indicó.

Las localidades más afectadas por la desconexión son: San Marcos, Ayutla, Cuajinicuilapa, Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, San Jerónimo, Técpan, Petatlán e Ixtapa-Zihuatanejo.

Secretarías de Estado, iniciativa privada, cámaras nacionales, bancos e incluso políticos activaron la recolección de insumos y víveres para la población afectada de Guerrero, tras el paso del huracán Otis en Acapulco.

La Secretaría de Marina (Semar) instaló cuatro lugares para recibir el apoyo de la ciudadanía que desee enviar ayuda al estado, los cuales se encuentran en el Polígono Naval de Tepetlapa, Centro Médico Naval, Puerta 4 de la Semar, y Polígono Naval de la Agrícola Oriental, ambos en la Ciudad de México.

La Cruz Roja Mexicana abrió el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional y, como primera acción, envió personal especializado en materia de evaluación de daños para reforzar al personal que ya trabaja en la zona de impacto. Además, dispuso el traslado, en primera instancia, de cinco mil despensas.

Adicionalmente, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Cancar) expresó su disposición para implementar un plan emergente para el suministro de productos básicos en las zonas afectadas.

En un comunicado, indicó que sus equipos de trabajo se encuentran en sesión para analizar los escenarios que podrían presentarse en las próximas horas.

También, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concana-Servytur) inició la evaluación de los daños causados por el huracán Otis en Acapulco y otros municipios del estado de Guerrero, ya que informó que tal sólo en ese estado, existen 83 mil 801 negocios pertenecientes al sector de Comercio, Servicios y Turismo, principal actividad económica de la entidad.

También el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) informó que trabaja con los organismos que conforman esta cúpula, para evaluar la mejor manera de apoyar a la población damnificada por el huracán Otis en el estado de Guerrero.

Además, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) instalará un centro de acopio y ayuda para los damnificados, junto a las astas bandera del Estadio Olímpico Universitario.

En tanto, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Julio Carranza, informó que al menos 30 de un total de 86 sucursales bancarias resultaron afectadas en el puerto de Acapulco.

“Hemos solicitado hoy por la mañana a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que nos otorgue el plan de apoyo a deudores para ayudar a todos los clientes a que tengan posibilidades de pasar la emergencia y poder nuevamente empezar a realizar sus pagos”, explicó.

Indicó que una vez que se conozca a detalle la magnitud de las afectaciones y el censo de la población que requiera el apoyo de la banca, se darán a conocer los detalles del programa.

En tanto, BBVA México realizó, a través de su fundación, una aportación a la Cruz Roja Mexicana de un millón de pesos para que sea utilizada durante la etapa de emergencia que se vive en diferentes comunidades de Guerrero a causa del huracán Otis.

Además, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, junto con Fundación Televisa, envió nueve toneladas de alimentos para ayudar a mil 500 familias. Este apoyo será entregado directamente a través de la Sedena.

Al respecto, Banorte anunció la activación de su programa de recaudación en el que, a través de su fundación, por cada peso que sea depositado por personas físicas, aportará uno má.

Mientras que, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, informó sobre la instalación de centros de acopio en las instalaciones del tricolor.

A esta idea, también se sumó la alcaldesa en Álvaro Obregón (CDMX), Lía Limón, y el excanciller Marcelo Ebrard.

En la evolución rápida de ciclón tropical al catastrófico huracán Otis se conjugaron diversas condiciones en menos de 12 horas, como la elevada temperatura de 31 grados de la superficie del mar y el fenómeno corriente de chorro que son vientos bastante fuertes por arriba de los 9 kilómetros por hora, afirmó el meteorólogo José Martín Cortés.

“En la atmósfera el viento estaba favorable justamente para que las nubes que dan origen al sistema, crecieran de forma más rápida, se le llama divergencia a un flujo divergente, es decir, si el viento se acelera, se abre permitiendo que toda esa humedad que está en niveles bajos, asociado a la temperatura elevada del mar, ese vapor se eleva, se condensa, da lugar a las nubes y se fortalecen justamente dando como resultado que este ciclón tuviera esta condición extrema”, detalló.

En entrevista con La Razón, el especialista de Meteored explicó las causas que generaron la conformación del huracán más devastador que ha pegado en las costas mexicanas, que incluso, dijo, alcanzó el récord en el incremento de los vientos de 130 kilómetros por hora en menos de 12 horas, superando a Patricia en 2015 que fue de 120 kms/h.

“Con Otis se tuvo esta interacción en el momento ideal y dio como resultado esta condición de un fortalecimiento rápido, que de hecho es récord, en cuestión de 12 horas pasó de una tormenta tropical con vientos de 100 kilómetros por hora a un huracán categoría 5, con vientos de 230 kilómetros por hora.

“Es decir, en esas 12 horas el viento se incrementó 130 kilómetros por hora, siendo entonces un nuevo récord, el anterior lo tenía Patricia en 2015 cuando también en un lapso de 12 horas se intensificó 120 kilómetros por hora. Así que fue algo bastante sorprendente”, explicó José Martín Cortés.

Agregó que otro factor que influyó en la devastación de Otis en Acapulco, fue que tocó tierra en categoría 5 en una zona alta o densamente poblada, pues de manera eventual otros ciclones de menor intensidad han entrado al país, pero su categoría ha sido mucho menor.

El meteorólogo informó que los huracanes más devastadores que han pegado en México son Wilma e Isidore en la península de Yucatán; Patricia en 2015, ahora lo hizo Otis. En el Golfo de México se tuvo recientemente a Grace que impactó Veracruz; Pauline en 1997 que también golpeó al puerto de Acapulco.

La organización SkyAlert Storm dio a conocer que un nuevo ciclón se forma en el Pacífico frente a Centroamérica con posibilidad de desplazarse hacia costas mexicanas para llegar a Acapulco, Guerrero, en los próximos cinco días.

En sus redes sociales, destacó que subió a 70 por ciento la probabilidad de formarse dicho fenómeno meteorológico frente a Nicaragua, y los pronósticos indican que se dirigiría al pacífico mexicano.

Al respecto, el especialista de Meteored señaló que es falsa la información porque ese fenómeno hasta ahora es considerado como una perturbación tropical, categoría previa a definirlo como un ciclón, la cual procede de Centroamérica como parte de la depresión tropical número 21 del Atlántico.

“Se formó frente a Nicaragua y esa región, y cruzó esos países de Centroamérica y está emergiendo al Pacífico, todavía no se tiene una trayectoria definida, su potencial podría ser que evolucione este fin de semana como un ciclón tropical, eso es muy cierto, pero aún no se puede decir si va para Acapulco, si va para Puerto Escondido, si va para Juchitán”, aclaró.

Ante el reclamo de la oposición por la extinción del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que dijo que se debería aplicar para apoyar la tragedia en Guerrero por el paso de Otis, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dio a conocer que sigue vigente y cuenta con recursos por 18 mil millones de pesos.

Durante la comparecencia que sostuvo en comisiones del Senado, expuso que además de los 18 mil millones de pesos, cuentan con más recursos para atender requerimientos por desastres naturales, como el de Acapulco.

“La cobertura de reserva de efectivo no fue tocada; actualmente tenemos 18 mil millones de pesos en el Fonden, hay una línea presupuestal de cerca de 10 mil millones de pesos, que usualmente se incluye; no quiero hablar de eso, porque es la parte que ve el otro subsecretario, por respeto.

“Pero también hay cinco mil millones de pesos en seguros catastróficos que se contratan cada año, eso sí corresponde a lo que estamos ejecutando como estrategia de aseguramiento, más 485 millones de dólares del bono catastrófico que tenemos México junto con la Alianza del Pacífico, que es diversificación de riesgos con Perú, Colombia y Chile”, detalló.

Sin embargo, el PAN, PRI y PRD reclamaron que se hayan “robado” los recursos del Fonden, como lo señaló el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, quien dijo que ahora las familias en Guerrero se enfrentan al embate de este fenómeno sin la exigencia de este fondo.

“La corta visión del Gobierno de Morena dejó en el desamparo a la población que hoy se encuentra incomunicada y con sus vidas en peligro”, escribió en redes sociales.

También el dirigente del blanquiazul, Marko Cortés, reprochó que “es increíble que Andrés Manuel López Obrador no presente un solo dato en la mañanera, no tenga comunicación satelital para saber cómo está la situación y hayan desaparecido el Fonden, que era una ayuda en desastres naturales”.

El priista Roberto Madrazo dijo que el huracán será un “gran desastre” porque no se avisó a la población con tiempo y porque las autoridades no tomaron precauciones, además de que no se cuenta con los recursos del fideicomiso para atender estas situaciones.

“No hay Fonden, pues AMLO decidió extinguir el fideicomiso para desastres naturales hace tres años y embolsarse los cinco mil millones de pesos. Ahora verán la utilidad de los fideicomisos”, acusó Madrazo.

Sin embargo, el secretario de Desarrollo en la capital del país, Fadlala Akabani, defendió dicha acción al responder a una publicación que realizó días atrás la senadora y aspirante presidencial opositora, Xóchitl Gálvez, para reclamar por la desaparición de este fondo.

“Eres una vil mentirosa. Desapareció el Fonden como un mecanismo pero no el presupuesto para cubrir emergencias y efectos de desastres naturales. El Fonden era un esquema de saqueo entre instancias federales y gobiernos estatales”, sostuvo.

Por su parte, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y aspirante presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum, dio a conocer que ya se ha comunicado con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, para saber si puede colaborar en algo.

En la Cámara alta, el enfrentamiento por la falta de recursos llegó a los gritos entre senadoras, ya que las panistas Lilly Téllez y Kenia López acusaron al Gobierno federal de robarse el dinero del Fonden, que ahora es necesario para atender esta tragedia.

Y ante la “concesión” de la petista Cora Cecilia Pinedo de donar un día de su salario para apoyar a los afectados de Guerrero, la vicecoordinadora de la bancada panista criticó que si se robaron 10 mil millones del Fonden, ahora “no jodan” queriendo dar sólo un día de su salario.

En tanto, Eunice Romo, senadora del PES, pidió a Alejandra Reynosa, presidenta en turno de la Mesa Directiva, que callara a las panistas, a las que acusó de tomar esta tragedia como botín político.

Durante el acalorado debate, la oposición propuso la creación de un fideicomiso para la reconstrucción de Guerrero, y Xóchitl Gálvez explicó que, sumando un dólar a la estimación del precio del petróleo, se conseguirían 13 mil 500 millones de pesos para hacer frente a la tragedia.

La presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera, impulsó un punto de acuerdo para urgir a las dependencias responsables para garantizar el apoyo para los afectados, y llamó a los senadores a que se decidieran a aportar cinco días de su dieta.

El Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) dijo que los daños materiales causados por el huracán Otis en Guerrero son “cuantiosos”.

“El CNET se solidariza con los habitantes y visitantes de Guerrero, principalmente en el puerto de Acapulco, la zona más afectada al momento por el paso del huracán Otis”, expuso.

En un comunicado precisó que sigue de cerca la información que surge en la entidad, misma que se ha dificultado por la afectación en las telecomunicaciones, daños en carreteras y el cierre del aeropuerto.

“Hasta el momento no se ha informado oficialmente sobre víctimas humanas, no obstante, los daños materiales son cuantiosos”, expuso; sin embargo, no precisó un estimado de éstas.

Señaló que en estas situaciones causadas por fenómenos naturales es cuando los fideicomisos son absolutamente necesarios para atender a las víctimas.

“Desafortunadamente el Fondo de Desastres Naturales desapareció en 2020, por lo que la recuperación del puerto se tornará más lenta”, lamentó.

El CNET señaló que estará atento al pronunciamiento oficial del Gobierno para saber cómo se apoyará a los afectados de este acontecimiento.

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