Está bien que la idea era arropar al gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, en momentos en los que parece estar superado por la ola de violencia en su entidad. Pero resulta que algunos diputados guindas se tomaron eso muy en serio y de plano, como intentando no separarse de él, varios de ellos en bola se metieron a un solo elevador en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Fueron en total 14 personas las que quedaron nariz con nariz, entre ellos el mandatario estatal y el líder de la bancada guinda, Ricardo Monreal. El personal de resguardo les advirtió que la capacidad del elevador estaba excedida, pero hasta en eso se impuso la mayoría. “Sí sube”, dijo el coordinador parlamentario, pero no. El ascensor se atascó en el sótano, dejándolos atrapados casi 10 minutos, antes de su rescate por parte del personal de Protección Civil. Al final, el gobernador, que pidió que confiaran en él, salió de la capital del país con el espaldarazo y hasta con una claustrofóbica experiencia, cortesía de los guindas. ¿Qué tal?
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