Llaman a OEA y Celac a sesionar por el conflicto
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, afirmó que la Embajada de México en Quito, Ecuador, es territorio mexicano y, por ello, condenó la irrupción de las fuerzas de seguridad de ese país en la sede diplomática el pasado viernes, haciendo un llamado a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a que sesionen por el conflicto.
“Esto es una violación al derecho internacional, a la soberanía del territorio nacional; constituye una acción inadmisible que crea un ambiente de enfrentamiento, vulnera el derecho de asilo y atenta contra el espíritu de hermandad, solidaridad y respeto mutuo que durante décadas han marcado las relaciones entre los países de nuestro continente.
“Representa una grave violación a la Convención de Viena sobre relaciones consulares que en su Artículo 22 dice: Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión. El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger las instalaciones de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad”, apuntó.
Guerra Castillo señaló que por convicción confía en la resolución pacífica de cualquier diferencia a través del diálogo y la diplomacia, y hoy más que nunca, dijo, la OEA y Celac deben sesionar para recuperar el respeto y la fraternidad entre los pueblos latinoamericanos. En tanto, la presidenta de la Cámara baja expresó reconocimiento y agradecimiento a los parlamentarios que se han manifestado solidariamente con México.
La tensión entre México y Ecuador se dio a conocer, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador emitiera declaraciones en las que ponía en duda el resultado de las elecciones que dieron por ganador a Daniel Noboa, tras el asesinato de Fernando Villavicencio. Este capítulo, a su vez, se sumó al iniciado en diciembre pasado, cuando la Embajada de México en Quito recibió y concedió asilo político al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por la Justicia local en casos de corrupción.
Sin embargo, todo se precipitó el viernes cuando la Policía, bajo órdenes de Daniel Noboa, irrumpió en la sede diplomática y detuvo a Jorge Glas por considerar que “contravenía claramente el principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros estados” y al asegurar que existía riesgo de fuga del condenado.
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