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Libros de secundaria incluyen críticas frontales contra PRI y PAN

En el libro sin recetas para la maestra y el maestro, reprueba el Fobaproa o la creación del Fondo para el Retiro; sí hay ideología, pero es sano, considera especialista
  • Por Redacción
Libros de secundaria incluyen críticas frontales contra PRI y PAN

Con decenas de adjetivos y señalamientos, como “podrida” y “cruel”, la Nueva Escuela Mexicana, plasmada en los nuevos libros de texto gratuitos para secundaria, lanza una crítica directa a las políticas educativas, económicas y sociales de los gobiernos priistas y panistas.

En el Libro sin recetas para la maestra y el maestro, se apunta que los docentes deben desarrollar un pensamiento crítico para generar el mismo en los alumnos, mediante una “conciencia de clase”, pues dicho proceso no puede darse “sin una memoria histórica completa, sin censuras, sin quiebres, sin mezquindades”.

En las páginas, reprueba decisiones tomadas en gobiernos anteriores al obradorista, sobre todo en la historia reciente, como la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), al que define como “el flagelo más cruel que ha sufrido la economía mexicana”, o la Ley del Seguro Social para la implementación del Fondo para el Retiro, que, acusa, “obliga a los individuos a enfrentar al sistema desde la soledad”.

“Durante más de cinco décadas, la estrategia de los gobiernos en turno fue ocultar, actuar desde las sombras, en la penumbra; golpear con la certeza de no evidenciar el dolor. Asesinar sin dejar indicios. Torturar en los cimientos del horror. Desaparecer opositores para amordazar voluntades…”, se lee en la página 12.

Reclama al sexenio de Vicente Fox la construcción de la Biblioteca José Vasconcelos, una “obra faraónica” con la que se triangularon recursos, así como el surgimiento de “intelectuales orgánicos que legitimaban los caprichos de los políticos”.

“El periodo de Felipe Calderón estuvo marcado por la guerra contra el narcotráfico, el crecimiento de la violencia y las violaciones a los derechos humanos. En cuestión de políticas públicas, también desarrolló programas antisociales y antilaborales”, se lee en la página 47.

La narrativa directa de los nuevos materiales genera diferendo entre actores sociales y especialistas en educación.

El sociólogo y doctor en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Jorge Alberto Rivera, consideró que los nuevos libros contienen una ideología en defensa de la 4T y que responde a una necesidad de cambio en la educación para abordar temas que otros gobiernos habían omitido y tratado con tabú.

Dijo no coincidir con la crítica de los días recientes que, señaló, parece traer de vuelta al anticomunismo de 1960 y con la que se ha desvirtuado el objetivo de promover una educación solidaria, más allá del individualismo y la meritocracia.

“Es sano que aprendamos a escucharnos y tener ideas, no solamente reproducir lo que anteriormente leíamos. Me parece positivo este rescate a la lucha del magisterio, que se hable de Ayotzinapa, de Lucio Cabañas”, expresó, en entrevista.

A pesar de la coincidencia, mencionó que existen errores de ortografía que deberían ser corregidos, pero más allá de ello, un lenguaje que incita a la confrontación con la oposición. Además, consideró que habría sido positiva la autocrítica para mencionar las fallas de la 4T, como el caso del desplome de la Línea 12 del Metro.

Por el contrario, Paulina Amozurrutia, fundadora de Educación con Rumbo, afirmó que los contenidos y su objetivo podría derivar en una crisis posterior.

Además, no coincidió en que se critiquen proyectos como la Biblioteca Vasconcelos, a la que refirió como un ejemplo para ver “la magnificencia del saber”.

En la página 44, se califica como una “varita mágica” a las pruebas estandarizadas que se aplicaron a estudiantes para “instrumentar un modelo de asignación de recursos a las escuelas con base en los resultados de aprendizaje”.

Al respecto, la activista social criticó que ahora se omita la aplicación de pruebas como Pisa o Planea, pues “lo que no se evalúa no existe”.

Las dirigencias nacionales del PAN y PRI ayer lanzaron un llamado en contra de los nuevos libros de texto, bajo la acusación de imponer contenido ideológico y atentar contra el nivel educativo del país.

La presidencia y las coordinaciones locales que conforman el Sistema PAN, llamaron nuevamente a padres y madres de familia, así como docentes ,a detener la distribución de los nuevos materiales.

Esto, en atención a la determinación del Juzgado Tercero de Distrito en materia administrativa de la CDMX, que ordenó la suspensión definitiva hasta que se corrobore el cumplimiento a los procedimientos marcados por la ley en su elaboración.

En un comunicado, los panistas acusaron que el objetivo del nuevo modelo educativo es generar “analfabetos prácticos”, debido a lo que consideran como una carencia de los aprendizajes mínimos indispensables para una vida digna y un empleo bien remunerado.

“El nuevo modelo educativo tiene graves fallas de origen, como la falta de cumplimiento de la Ley General de Educación que este gobierno promulgó y que establece la creación del Consejo Nacional de Participación Escolar en el proceso de elaboración de los nuevos libros de texto de nivel básico, por lo que, de no corregir de manera inmediata estas fallas, se encamina al fracaso”, acusaron.

Por su cuenta, el dirigente priista, Alejandro Moreno, se manifestó respaldo a las asociaciones civiles y de padres de familia que han señalado omisiones, errores e inconsistencias de los libros. Acusó que éstos fueron convertidos por Morena para “adoctrinar e imponer su ideología”.

“Quieren que todos piensen como ellos, sacrificando las herramientas y conocimientos que necesitan nuestros hijos para triunfar en la vida y en el campo en que se quieran desarrollar”, dijo.

Llamó a impulsar programas educativos “serios y avalados por especialistas” así como ofrecer condiciones dignas en los planteles.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) anunció que defenderá los nuevos libros de texto gratuitos; sin embargo, aclaró que esto no significará que no haya crítica a los materiales.

En un breve comunicado, también se expresó en contra del llamado que hizo el PAN para desechar y quitar hojas a los libros, pues consideró que esto sería violencia política y cultural: “Rechazamos los llamados a la quema o destrucción de los LTG, es una irresponsabilidad convertida en violencia política y cultural”.

Demandó que ninguna fuerza política, facción ideológica o grupo de interés pretenda convertir a la escuela y a la educación públicas en “el campo de sus disputas” y que la educación se deje en “paz y libre de sus violencias”.

Señaló que esta defensa a los libros como una “conquista social” no significará una posición acrítica sobre los contenidos, pues “es amplia nuestra experiencia en formular observaciones y propuestas para mejorar y corregir las diferentes ediciones que ha habido en la historia de los LTG. Así lo haremos ahora, con profesionalismo y sin estridencias”.

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