Aunque no lo demuestran mucho, por respeto al luto que amerita la muerte de Ifigenia Martínez, más de un morenista suspira por ocupar el lugar de la académica y luchadora social como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Desde agosto se manejó la versión de que alguien que tenía muchas posibilidades era Olga Sánchez Cordero, aunque se sabe que también Dolores Padierna levantó la mano y, de entre los varones, hicieron lo propio Sergio Gutiérrez Luna, actual vicepresidente, y Alfonso Ramírez Cuéllar. Dicen los que saben que entre las cúpulas del guinda existe la convicción de que la sustituta de Ifigenia debe ser una mujer, sobre todo, porque al Senado lo preside un varón. Pero aún no hay nada escrito. Es de esperar que nadie se vuelva loco y que todo mundo guarde la compostura durante el homenaje de cuerpo presente a la memoria de Ifigenia. Pero a partir del martes no hay que dudar que empezará un jaloneo fuerte. Pendientes.
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