Marina de Tavira: un tranvía llamado deseo, una crítica al patriarcado
Cuando la actriz Marina de Tavira se acercó por primera vez a la obra Un tranvía llamado deseo, un clásico de Tennessee Williams fue en la escuela, momento en el que no se dio cuenta que el texto abordaba temas como el patriarcado, el machismo y la forma en la que la sociedad juzga la sexualidad de las mujeres. Sin embargo, ahora que se ha puesto en la piel de la protagonista Blanche DuBois ha podido observar esas fuertes críticas que el autor hizo.
“Es muy interesante, porque es una obra que la primera vez que la leí o la primera vez que la conocí no me di cuenta tanto de que estaba hablando sobre el patriarcado, el machismo y la forma en la que la sociedad patriarcal juzga la sexualidad femenina de una manera mucho más dura de lo que lo hace con la masculina.
“Pensaba que era una obra que se trataba nada más de una pasión, una hermana que irrumpe, de la salud mental. Pero ahora desde la visión de Diego del Río (director del montaje) veo que es una fuerte crítica al patriarcado y lo desamparadas que a veces quedan las mujeres en ese sistema, así como las personas; la homosexualidad está clarisímamente en su obra y fue increíble descubrirlo”, comentó en entrevista con La Razón Marina de Tavira, actriz reconocida internacionalmente por su papel en Roma, que le dio una nominación al Premio Oscar.
La artista consideró que estos temas continúan siendo muy vigentes y celebra que el teatro tenga el poder de reflejar problemas que aquejan a la sociedad para dar pie a profundas reflexiones colectivas.
“Creo profundamente en el poder transformador del teatro. Para mí el teatro es el lugar en donde nos miramos como sociedad y donde, ojalá, logremos hacer una catarsis tal que podamos cambiar ciertas cosas que nos lastiman. Tengo una fe profunda en el teatro y lo he visto en la temporada es cómo esta obra le sigue hablando a la gente, se siguen conmoviendo y nos sigue cuestionando cosas al día de hoy”, añadió De Tavira.
La obra, encabezada por el director Diego del Río, sigue la historia de Blanche Dubois, una mujer que llega a Nueva Orleans para vivir con su hermana Stella y su cuñado Stanley. Ella se encuentra lidiando con la oscuridad de su pasado y su salud mental, pero también coexiste la relación de amor y violencia entre Stella y Stanley, quienes intensifican sus tensiones a la llegada de la protagonista de la trama.
“Pocas obras he hecho que tengan tantos parlamentos icónicos. Las personas me escriben en las redes sociales de los datos de la puesta en escena porque se la saben.
“Hay muchos parlamentos de Blanche que son absolutamente icónicos. Sería muy difícil escoger una escena, pero conforme se va deteriorando el personaje y llegando a la penúltima escena, cuando está delirando, antes de la violación, me parece que es un momento muy doloroso, tierno, precisamente de un corazón y una mente rota. Me gusta mucho”, compartió la actriz, quien no quita el dedo del renglón para dar vida a Antígona en un próximo montaje.
“Es uno de los textos más revisitados por la dramaturgia universal y recientemente conseguimos el apoyo para hacer una Antígona mexicana que se llama Antígona González de Sara Uribe, un poema teatral devastador sobre las desapariciones en México, tengo mucha ilusión de hacer ese proyecto”, adelantó, aunque aún no hay fecha de estreno.
Un tranvía llamado deseo estará en cartelera hasta el 1 de septiembre en el Teatro Julio Castillo, de jueves a domingo a las 19:00 horas y con funciones especiales los miércoles 21 y 28 de agosto en el mismo horario.
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