“Por favor no lo maltrates”: Joven manda conmovedor mensaje a la persona que se robó a su perrito (VIDEOS)
Para muchas personas un animal de compañía es más que eso: Es un miembro de la familia, un ser vivo único y especial por quien darían todo con tal de mantenerlo feliz y saludable.
Tal es el conmovedor caso de un joven peruano identificado como Maikol Cardenas, quien denunció a través de TikTok que su mascota, un lomito al que toda su familia aprecia en demasía, había sido sustraída por una persona desconocida.
A través de un clip de poco más de un minuto, Maikol envió un desgarrador mensaje a la persona que se llevó a su perrito llamado Olaf, mismo que arrancó lágrimas de tristeza a diversos usuarios de la red social.
Con la voz entrecortada, Maikol suplicó a quien quiera que ahora acompañe a su lomito que no lo maltrate, pues es un animal inquieto e inteligente, acostumbrado a recibir muchos cariños.
“Por favor, no lo maltrates, es un perro muy hiperactivo e inquieto. Por favor, aliméntalo bien. Come de tres a cinco veces al día: Le encantan las croquetas. Por favor, prémialo después de que se porte bien: Es muy inteligente”, dice, mientras en el video se aprecian imágenes de Olaf jugando con otro lomito y conviviendo con sus cuidadores.
“No lo dejes fuera de casa; suele dormir en cama y está muy acostumbrado a eso. Abrígalo bastante. No dejes cosas que pueda romper, porque no quiero que lo castigues”, continúa Maikol desconsolado.
“Por favor cuídalo mucho, y si no puedes hacerme esos favores, te pido que me lo regreses”, concluye el joven, con la voz a punto de romper en llanto.
Tras escuchar la historia y conocer a Olaf, usuarios de TikTok extendieron su apoyo y empatía hacia Maikol, mientras se movilizaron para difundir la publicación con el objetivo de lograr que el lomito volviera a casa.
No obstante, la historia no terminó ahí pues gracias a la ayuda de internautas el dueño de Olaf pudo reencontrase con su peludo amigo, dos días después de su desaparición.
En un segundo clip el joven mostró el momento de su reencuentro con Olaf, cuando el lomito se abalanzó a sus brazos visiblemente emocionado, pero hambriento y con sed.
“Al regresar a casa no dormía tranquilo y estaba muy asustado. Tenía mucha hambre. Estaba amarrado con una soga en el cuello en una casa abandonada. Al llegar a casa comió alrededor de dos platos y bebió mucha agua, sin exagerar, durante un minuto”, relató Maikol.
Maikol agradeció los gestos de solidaridad y el apoyo recibido para conseguir que su caso fuera difundido en redes sociales.
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