Gatitas Carey: la leyenda de las gatitas que 'nadie quiere adoptar'
La discriminación y el racismo también existe en los animales, lamentablemente. Por ejemplo, los gatos negros son más complicados de dar en adopción o que alguien los ayude si están en situación de calle, porque su color se relaciona con la "mala suerte", cuando esto no está científicamente comprobado. Esto también pasa con las gatitas Carey.
Las gatitas Carey se caracterizan por tener tres colores que, de acuerdo a los colectivos defensores de los derechos de los animales, provocan el automático rechazo de la gente que busca adoptar un gato, porque les parecen "feas". ¿De verdad creen eso? Si es así, es porque no saben nada sobre su hermosa leyenda.
Una leyenda habla de este particular pelaje que tienen las gatitas Carey, el cual va de tonalidades negras, blancas, amarillentas, naranjas o cafecinas. Muchos no las quieren adoptar porque los colores no les parecen uniformes, sin embargo, te dejaremos la leyenda tal cual la conocemos, íntegra, para que sepas la importancia de las gatitas Carey, al menos en la cultura oriental.
"Cuenta la leyenda que hace ya mucho tiempo atrás, el Sol decidió que quería participar de la vida en la Tierra. Para ello pidió ayuda a la Luna, para que cubriera su ausencia con el fin de que los humanos no se percatasen de que el astro rey ya no estaba en su lugar. La Luna aceptó y tomó la posición del sol de manera lenta pero inexorable, de manera que el Sol deseoso de vivir las experiencias de un mundo que sentía lejano, tomó forma de uno de los animales en los que mejor pasaría inadvertido y que tanto le fascinaba. Eligió una gata negra.
Y así pasó el tiempo, el Sol vivió con intensidad aquellos días en la tierra hasta que la Luna, cansada de esperar su regreso decidió retirarse. El Sol tuvo que salir rápido del cuerpo de la gata negra a ocupar su lugar en el cielo, pero en su rápida huida, miles de rayos de luminosos y dorados colores, cubrieron y quedaron atrapados en la mágica piel de la gata negra. Desde entonces las hijas de aquella gata llevan el recuerdo de los rayos y destellos dorados que el Sol olvidó en su madre, así como su temperamento y sabiduría".
Pamela Gaete, de la Fundación Adopta, indicó que es difícil que las gatitas Carey sean adoptadas, debido a que sus colores no son uniformes, que incluso ellas son a las que más trabajo les cuesta conseguirles un hogar.
Se llaman Carey porque el pelaje presenta los tres colores básicos de los gatos, que son el blanco, negro y naranja, así como cualquiera de sus variaciones como las cremas, los grises o azules. Estos colores deben aparecer a la vez para que el gato se considere Carey. En realidad... ¡Son hermosas todas!
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