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“Yo le bajaría tres rayitas al poder presidencial”

Beatriz Paredes, aspirante a encabezar al Frente en 2024, considera que debe haber tres poderes potentes y órganos autónomos muy consolidados en la Constitución; en entrevista con La Razón critica regresión autoritaria; apuesta de la oposición debe trascender los nombres, afirma
  • Por Redacción
“Yo le bajaría tres rayitas al poder presidencial”

El sistema político “tiene que transformarse para que seamos una verdadera república federal, con tres poderes potentes y con el sector de los órganos autónomos muy consolidado en la Constitución”, afirmó la senadora del PRI, Beatriz Paredes, aspirante a la candidatura presidencial por el Frente Amplio por México (FAM).

En entrevista con La Razón, la legisladora, quien avanzó ayer, junto con Xóchitl Gálvez y Santiago Creel, a la siguiente fase de la elección del constructor del frente opositor, conformado por PAN, PRI y PRD, criticó la “regresión autoritaria” y la restauración del presidencialismo que, a su juicio, representa el Gobierno de la Cuarta Transformación, y sentenció: “Yo le bajaría tres rayitas al poder presidencial”.

“El régimen presidencialista, en lugar de modificarse, en lugar de evolucionar con la transformación democrática del país, bueno, en este sexenio vivimos una Presidencia exacerbada, hasta le gusta vivir en el Palacio Nacional. O sea, es una Presidencia que ejerce no sólo las facultades constitucionales, sino las metaconstitucionales y las paraconstitucionales, porque con eso de que ‘la ley es la ley y la ley soy yo’, pues ahí se va sobre todo”, agregó.

La política tlaxcalteca aseveró que a través del Frente Amplio por México se perfilará el candidato presidencial de la oposición, como un esfuerzo para combatir la separación entre los ciudadanos y los partidos políticos.

“A mí me parece que lo interesante del Frente es que está haciendo un esfuerzo por evitar la separación y la descalificación de los ciudadanos hacia los partidos políticos y de los partidos políticos hacia los ciudadanos, porque esta separación, que es más en las expresiones, ha generado ineficacia política”, enfatizó.

Añadió que el Frente “es una apuesta que debe trascender los nombres; es una apuesta para caminar un paso adelante en la evolución democrática del país, para garantizar que siga habiendo competitividad electoral y para no regresar a la etapa del partido de Estado”.

¿Cuál va a ser el rol que los partidos políticos tendrán en el Frente? ¿En un momento dado, la vertiente ciudadana pudiera quedar en un segundo plano, dada la estructura que se requiere para ser competitivos en una elección presidencial? A mí me parece que lo interesante del Frente es que está haciendo un esfuerzo por evitar la separación y la descalificación de los ciudadanos hacia los partidos políticos, y de los partidos políticos hacia los ciudadanos, porque esta separación, que es más en las expresiones, ha generado ineficacia política. Habría que entender qué es lo que ha generado este aparente abismo entre partidos y sociedad civil y yo creo, uno, mucho tiene que ver con la necesidad de mayor comunicación y la necesidad de apertura de los partidos. Los partidos tienen que abrirse y eso supone que los cuadros de los partidos se den cuenta de que haya renovación permanente, que haya posibilidades de que se comparta en momentos determinados la representación popular.

Finalmente, de lo que se trata es de construir la plataforma de los partidos con las expectativas de los ciudadanos. Si no se construyen así las plataformas de los partidos, pues las plataformas de los partidos no le dicen nada a la gente, todo está despegado y también para eso los ciudadanos necesitan dejar de tener tantos prejuicios sobre los partidos y, si ha habido malas experiencias, hay que lograr superarlas en un esfuerzo constante de comunicación y de interacción.

¿Existe un auténtico esfuerzo de los partidos por este acercamiento con los ciudadanos, o en este caso PAN, PRI y PRD se vieron obligados a ello ante la ola Morena? Depende de qué partido hablemos y depende de cuál es la tradición política en las regiones. Hay estados en donde es imposible que los partidos estén aislados en su torre de cristal, porque hay mucha militancia, mucha participación. A lo mejor hay un gran desencanto por la experiencia de los partidos en la Ciudad de México, pero México no es la Ciudad de México, la realidad depende por regiones, depende por trayectorias. Lo que hay es una nueva etapa en la forma de participar de la gente y eso sí tienen que reconocerlo todas las organizaciones políticas, es una nueva etapa que se sintetiza en esto (el celular), hay un modo distinto de comunicarse de las personas, en donde las personas sienten que ya no requieren intermediación y eso cambia la política.

¿A qué se refería en el primer foro respecto a que hubo cambio de gobierno, pero no en el sistema político? Me refiero sobre todo a que el régimen presidencialista, en lugar de modificarse, en lugar de evolucionar con la transformación democrática del país, bueno, en este sexenio vivimos una Presidencia exacerbada, hasta le gusta vivir en el Palacio Nacional. O sea, es una Presidencia que ejerce no sólo las facultades constitucionales, sino las metaconstitucionales y las paraconstitucionales, porque con eso de que ‘la ley es la ley y la ley soy yo’, pues ahí se va sobre todo. Tenemos que ser alguna vez una Federación de verdad, los estados tienen que tener fuerza, tienen que tener recursos, los municipios y las regiones tienen que poder avanzar, es inaudito el nivel de dependencia que tienen las regiones del centro; además, eso asfixia al país, y luego un Poder Legislativo absolutamente sometido porque tienes una mayoría mecánica que no puede cambiar una coma, porque se les enojan, que no son capaces de establecer mesas de negociación.

El sistema político tiene que transformarse para que seamos una verdadera república federal, con tres poderes potentes y con el sector de los órganos autónomos muy consolidado en la Constitución. Yo le bajaría tres rayitas al poder presidencial, yo soy una gente que cree que es necesario que los secretarios sean ministros, por ejemplo, que pasen todos por la ratificación del Congreso y que tengamos que revisar sus biografías y que haya manera no sólo de nombrarlos, sino también de destituirlos.

¿Ese esquema se podría lograr con el Frente como está planteado? Porque ya hay desacuerdos desde ahorita, que apenas van en el proceso para definir al constructor. Me parece que después del esfuerzo por desmontar el régimen de partido hegemónico, donde los demócratas del PRI empujamos, junto con los demócratas de todas las organizaciones políticas para transformar el régimen de partido hegemónico, donde quien más aportaba en términos de ir perdiendo espacios y canonjías era el propio PRI, pero con la convicción de la necesidad de democratizar el sistema, fuimos encaminando al propio sistema hacia la normalidad democrática, para la competencia electoral. Viene la primera alternancia y las cosas siguen igual, hay otro gobierno panista y las cosas siguen igual, recuperamos el gobierno y las cosas siguen igual, y viene el gobierno de 2018 y las cosas no sólo siguen igual, sino que hay una regresión autoritaria, se lanzan contra los órganos autónomos, inventan una revocación de mandato inaudita. Ésas fueron algunas de las razones que dieron origen al Frente Amplio, la evidencia de que había una estrategia legislativa de regresión autoritaria.

¿Qué tan fuerte es el pegamento que cohesiona el interior del Frente Amplio? ¿Qué garantía tenemos de que cuando se defina al coordinador o coordinadora no haya un rompimiento? Yo no soy la persona indicada para decirle qué garantías hay, eso le corresponde a los dirigentes de los partidos que participan en el Frente, y sin duda, a quienes han jugado un rol desde las organizaciones de la sociedad civil. Yo le puedo decir cuál es mi disposición, en términos personales y cuál sería mi actitud en relación con mis compañeros y correligionarios. El Frente es una apuesta que debe trascender los nombres, el Frente es una apuesta para caminar un paso adelante en la evolución democrática del país, es una apuesta para garantizar que siga habiendo competitividad electoral y normalidad democrática en el país, para no regresar a la etapa del partido de Estado.

¿De qué depende que no haya un rompimiento el “Día D”, cuando se conozca a el o la elegida? Pues yo creo que la Comisión Organizadora tiene que ser muy cuidadosa de que todos los procedimientos, esté claro que se han dado con neutralidad, con limpieza, y me parece que es muy importante que se construya la propuesta del Frente con las aportaciones de quienes han participado y de los partidos políticos y que haya una estrategia de inclusión, éste tiene que ser un proyecto de inclusión.

¿Habría posibilidad de que se respetara la preferencia del PRI porque en los resultados que obtuvo en las firmas su partido la apoyó con 175 mil, a diferencia del aspirante del PAN, que tuvo menos de 100 mil? Yo no estoy viendo este proceso con la lente de los partidos, porque si lo veo con la lente de los partidos, me parece que estoy desconociendo un extraordinario esfuerzo que han hecho las dirigencias, especialmente nuestra dirigencia, los partidos históricos aportan mucho, porque también tienen una historia y dejan mucho en el camino, y aquí el compromiso de un partido histórico como el PRI, de sumarse a una estrategia común en función de que el desarrollo democrático del país continúe, pues es una decisión muy de fondo.

Yo nunca he ocultado que soy una militante, nunca he dicho, cuando me conviene, que soy una militante y, cuando no me conviene, he negado mi militancia. Yo soy una gente que si ser militante me apunta puntos, qué bueno, y si ser militante me genera lastres, pues yo no niego mi biografía. Yo no creo que por desconocer lo que he hecho en la vida y cambiarme como chapulín de un lado para otro o cuando me conviene estar de un lado o cuando no me conviene estar en otro sea ni serio ni consistente, ni me gusta tomarle el pelo a la gente. ¿Usted cree que si yo salgo con que para que les caiga mejor voy a decir que no soy priista? ¿Eso sería consecuente con una persona que pretende ser consecuente con su biografía? No. A lo mejor le cae bien a algunos unos días, que dicen: ‘qué bueno, Beatriz se purificó, porque ya no es del PRI’, pero eso es una vacilada.

¿En caso de ser la coordinadora, con quién se ve contendiendo enfrente? Estoy muy desconcertada, nunca entendí por qué el Presidente inició este proceso con tanta antelación, de no ser para traernos distraídos y no estar hablando de los problemas nacionales, de los verdaderos problemas que tiene el país. Tenemos una política migratoria que es verdaderamente errática, por ser suave en el adjetivo; hay situaciones que hay que revisar muy de fondo en las finanzas de Pemex; el problema de la violencia que no cesa y que cada vez se vuelve más aberrante en algunas regiones, pero todo mundo estamos viendo si las corcholatas andan para acá, si las corcholatas andan para allá, si se sacaron la lengua, si no se sacaron la lengua.

De no ser para distraernos, yo he tratado de profundizar por qué generó el Presidente esta estrategia, y mi única conclusión es que quería placear a las personas, que las conocieran, resulta una estrategia interesante, aunque pusiera en riesgo tres posiciones clave de su gobierno, porque es evidente que al Presidente le gusta ser más un líder social y un líder político que ser un Presidente. No tengo claro con quién voy a contender, sí creo que voy a contender yo, pero no tengo claro con quién voy a contender yo. Estoy desconcertada, se los digo con sinceridad.

Está cada vez más claro que con quien va a contender la oposición es contra una corcholata, pero en gran medida, será contra el Presidente. ¿Pueden derrotar al Presidente de la República? Sí, porque es el único que no va a estar en la boleta, y los mexicanos son lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta que para la continuidad en nuestro país de algunos proyectos positivos, no se requiere tener a la misma corriente; en cambio, la necesidad de resolver problemas que no han resuelto, sí demanda un cambio.

¿Existe este cierre de filas en el Frente, no vamos a ver a los del Frente reclamándose por perder? Éste es un momento en donde se requiere una gran madurez política y una gran serenidad. El país está viviendo momentos muy difíciles, o sea, que desaparezcan gente un día sí y el otro también y no pase nada, que tengamos más de 163 mil homicidios a la fecha, que el nivel de denuncias sea mínimo, porque no hay confianza en el sistema de justicia, bueno, son cosas que se dicen fácil, lo más terrible es que nos acostumbremos a este nivel de impunidad y a un México ensangrentado. Yo no quiero un México donde la gente viva con miedo, no lo merecen las nuevas generaciones, ni quiero un México donde los niños vayan a escuelas donde no van a aprender, los mexicanos merecen mucho más, México es mucho más. Que todos tengamos estatura de miras, capacidad de visión de corto, mediano y largo plazo, desprenderse de los intereses personales, no es etapa ni de facciones ni de egoísmos, es etapa en la que tienes los intereses de todos los mexicanos y que tienes que idear una estrategia de reconciliación.

¿Sería el llamado al PRD? A todos, a quien se ponga el saco.

¿Qué puede usted hacer para superar la ventaja que va tomando Xóchitl Gálvez en el Frente? Las encuestas son la foto de un momento, hay una dinámica enorme y lo que hemos aprendido todos los mexicanos que de veras analizan las encuestas, es que hay una gran volubilidad. De repente se opina tal cosa y al día siguiente se opina tal otra. Y también algo que se ha aprendido es que no siempre las encuestas reflejan la realidad, esto todavía está caminando y aquí me parece que los ciudadanos van a analizar las biografías, la experiencia, las posibilidades reales, la hoja de servicios, y qué bueno que hay varios aspirantes que sean competitivos. Finalmente, el PAN tendrá que definir si respalda a Santiago Creel o a Xóchitl; Xóchitl tendrá que decir si es panista, como yo pienso que es, pero ella dice que no.

¿Considera que la 4T es el fracaso del intento de restauración del presidencialismo? Hasta ahorita el Presidente ha pegado de jonrón en la restauración de un presidencialismo. En términos teóricos conceptuales a este estilo de gobierno se le dice el “cesarismo”, sólo el César existe y en algunas épocas existía el César y su caballo.

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