Y fueron los priistas que impugnaron la asamblea partidista del 7 de julio pasado, en la que se cambiaron los estatutos para permitir la reelección de Alito quienes advirtieron que no dejarán de dar batalla contra los embates de éste y de sus afanes por perpetuarse en la dirigencia del tricolor. Ayer, Dulce María Sauri, quien lleva la batuta en esta lucha, y Enrique Ochoa se presentaron ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para hablar con el magistrado Reyes Rodríguez, quien lleva la ponencia ante la Sala Superior y en principio los prevé mandar a otra ventanilla: la del propio PRI. El magistrado, se informó, les garantizó que el asunto se conducirá con total imparcialidad. Sin embargo, las impugnaciones sí irían a las instancias del partido, donde ya vislumbran que las van a batear. Sauri y Ochoa, sin embargo, dieron a conocer que ya alistan una nueva impugnación. ¿Y contra qué sería? Bueno, pues resulta que esta batalla adicional sería para combatir la posiblemente pronta expulsión que les querrán aplicar. Pendientes.
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