Y la conclusión de los cómputos distritales de la elección presidencial ha venido a revelar lo que se perfila como el fin del Partido de la Revolución Democrática, una institución que marcó momentos estelares de la batalla por la democracia en el país, pero que poco a poco fue desapareciendo como opción para la gente, por sus conflictos internos y por la acción de muchos que en sus filas se formaron y después le hicieron la guerra desde otras trincheras. Ayer se confirmó que el sol azteca ha alcanzado solamente el 1.8 por ciento de la votación, esto es, que no logra el umbral del 3 por ciento para mantener su registro. Jesús Zambrano, a quien otro militante de alto rango hace unas semanas le anticipó que sería el enterrador del partido, ha salido a anunciar que abrirá litigios para recuperar votos y a decir que es falso que el INE haya declarado que el PRD perdió el registro. En eso tiene razón, nos comentan, los que están dando por muerto al partido amarillo son los votantes del país. Uf.
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