Señalan en marcha democracia en riesgo, critican a AMLO y exigen voto libre
En una nueva y multitudinaria manifestación de la marea rosa, esta vez en favor de la democracia, Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), advirtió que todos los avances democráticos logrados en los últimos 40 años están en riesgo ante un proyecto de reinstauración autoritaria; sin embargo, advirtió que si los autoritarios no descansan, tampoco lo harán quienes defienden la libertad.
Como único orador en la concentración en el Zócalo capitalino por la Marcha por la Democracia, puntualizó que la movilización no es en contra de un gobierno ni de algún candidato, y tampoco para favorecer a algún aspirante, pero se realizó de nuevo porque, si es para “demolerla”, ni la democracia ni los órganos democráticos ni la Constitución se tocan.
Acompañado en el templete por María del Carmen Alanís, Mariclaire Acosta, Fernando Belaunzarán, José Woldenberg y José Ramón Cossío —estos dos últimos oradores de las dos marchas anteriores—, Córdova subrayó en su discurso que “volveremos cada vez que sea necesario”, para defender las libertades y derechos que pretenden arrebatar a los mexicanos.
Reconoció que México arrastra muchos problemas como la pobreza, la desigualdad y la violencia, que dijo, más vale resolver pronto, porque también ponen en riesgo la democracia; sin embargo, subrayó que de las luchas sociales que se han dado, las democráticas son las que han tenido resultados exitosos.
Señaló que mientras hace cuatro décadas se hacía la política con miedo y se imponía un pensamiento único de un partido hegemónico y autoritario, se construyó una escalera sólida para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso y hoy, desde el poder, pretende destruirla para evitar que alguien más alcance esa meta.
“Nos pasamos más de 40 años construyendo una escalera, cada vez más sólida, cada vez más robusta, cada vez más firme, para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso y hoy, desde el poder, quien llegó a ese primer piso por la libre voluntad de la ciudadanía, pretende destruir esa escalera para que nadie más pueda transitarla.
“No se vale destruir las condiciones, las reglas, los procedimientos y a las autoridades (el INE y el Tribunal Electoral) que nos han permitido la renovación pacífica del poder y la posibilidad de tener un altísimo nivel de alternancias en los gobiernos. No se vale exigir reglas de equidad y condiciones justas en la competencia política siendo oposición y violarlas sistemáticamente siendo gobierno. Esa deslealtad hoy pone en peligro a nuestra democracia”, aseveró.
En un mensaje marcadamente antiobradorista, dijo que reflejo del interés por destruir los avances construidos son las reformas que busca imponer “una visión profundamente autoritaria”.
“Estamos frente a un proyecto de reinstauración autoritaria que quiere regresarnos a las épocas de un partido hegemónico que pretende revertir muchas de las conquistas democráticas que se han conseguido y que fueron precisamente las que les permitieron llegar al poder. No se trata de especulaciones ni de falsas alarmas, ahí están las iniciativas para demostrarlo: se busca que las elecciones sean organizadas y la justicia impartida por funcionarios y jueces electos con el apoyo del partido mayoritario.
“Se buscan a jueces que respondan a un partido. Desaparecer a los órganos autónomos para que sus estructuras sean absorbidas enteramente por el Gobierno. Lo que se pretende es desaparecer su autonomía para que sus tareas vuelvan al Ejecutivo. Y también imponer una idea de Constitución en donde sólo tienen cabida ciertas ideas y posturas”, alertó.
Puntualizó que la democracia está en las manos de los ciudadanos, por lo que dijo a los candidatos que no deben olvidarse que su compromiso es con la Constitución y que “la ley sí es la ley”.
Dijo a las autoridades electorales que cuentan con la confianza ciudadana, pero les recordó que no es un cheque en blanco, por lo que las observarán para cuidar que no se sometan al poder.
“Si los autoritarios no descansan, tampoco lo haremos quienes defendemos la libertad, los derechos y la democracia”, enfatizó Córdova.
Con la exigencia al Presidente Andrés Manuel López Obrador a que saque las manos del proceso electoral, y un llamado a que no haya más propaganda engañosa ni se permita la intromisión, la Marcha por la Democracia presentó su decálogo en voz de Ana Lucía Medina.
La movilización planteó que ya no se utilicen a los servidores de la nación y los programas públicos, así como el supuesto activismo de los secretarios de Estado, con fines electorales. Además, exige que gobernadores y presidentes municipales dejen de desviar dinero para campañas oficialistas y se deje claro que los programas sociales son constitucionales y un derecho ciudadano, por lo que no dependen del Presidente ni de que gane Morena.
También, se puntualizó la exigencia de que las autoridades electorales como el INE, el Tribunal Electoral y las locales hagan su trabajo con independencia y autonomía, por lo que pidió que denuncien las presiones políticas indebidas.
Puntualizó la demanda para que se blinde la elección del dinero y de la amenaza del crimen organizado, lo que detonó gritos de “¡narcopresidente, narcopresidente!” por parte de los asistentes.
Además, exige que haya una prensa libre que cubra por igual todas las campañas, que los medios públicos ya no se utilicen como un aparato de propaganda y que no se utilicen encuestas falsas para engañar a la sociedad diciendo que la elección ya está decidida.
También, se estableció que los ciudadanos deben comprometerse con la promoción, observación y defensa del voto libre e informado.
De nueva cuenta, la marea rosa pintó el Zócalo de la Ciudad de México con una cifra oficial de los organizadores de la Marcha por la Democracia de 700 mil asistentes —90 mil, según las autoridades capitalinas—, que se unieron a coro con expresiones de descontento hacia el obradorismo.
Aunque Lorenzo Córdova aseguró que la movilización no estaba orientada o dirigida en contra de algún gobierno, como el de Andrés Manuel López Obrador, o de alguna candidatura, como la de Claudia Sheinbaum, sí dejó claro que el reclamo es en contra de las propuestas de reformas que buscan favorecer el autoritarismo y debilitar a las instituciones.
Por ello, no fueron pocas las ocasiones que durante la concentración que se dio afuera de Palacio Nacional se escucharon consignas en contra del actual mandatario federal y, particularmente, cuando se mencionó dentro del decálogo de la Marcha por la Democracia la exigencia de que las autoridades actúen para evitar la intervención del crimen organizado en los comicios: “¡Narcopresidente!”, gritaron.
Hacia las 11:00 de la mañana de ayer, el Zócalo capitalino ya estaba repleto de personas, algunas desde los balcones y terrazas de los restaurantes que están en las inmediaciones, y la mayoría se empezó a dar cita desde las 8:00 horas en los alrededores o estaciones de Metro cercanas, como Pino Suárez y Allende, así como en las avenidas próximas, como el Paseo de la Reforma, y puntos estratégicos como el Monumento a la Revolución y avenida Juárez, cerca de la Alameda Central.
La mayoría de las personas, vestidas con playeras de tonos rosas y blancos, que fueron los colores distintivos de la marcha, se reunió en las inmediaciones del Zócalo, por lo que, por ejemplo, del Monumento a la Revolución hasta Avenida Juárez y el corredor Madero, se convirtió en un largo paseo de los asistentes a la marcha, que incluyó a varias familias e incluso se observó a menores de edad y adultos mayores.
Incluso, asistieron personas con bastón, en silla de ruedas o con andaderas que, según explicaron sus familiares, querían estar presentes en la Marcha por la Democracia, por lo que acudieron en automóvil, pero todavía caminaron por Madero hasta la plancha del Zócalo.
Los asistentes se dijeron convencidos de que “el poder de la gente es más grande que la gente en el poder”, como reflejaron en sus pancartas, mientras que otros portaban cartulinas con el mensaje: “Si no salimos a votar, éstas serán nuestras últimas elecciones”.
GUERRA DE CIFRAS. Desde el inicio del evento, antes de los discursos, los organizadores, concentrados en Unid@s, dieron a conocer que las estimaciones sobre los asistentes que ya estaban en el Zócalo para las 11:00 horas eran más de 700 mil.
Incluso, señalaron que, en conjunto con los que se manifestaron en las ciudades de otros estados y de otros países, ayer se habían movilizado un millón y medio de mexicanos en defensa de la democracia.
Sin embargo, el gobierno capitalino, encabezado por Martí Batres —la Secretaría de Gobierno en conjunto con la Secretaría de Seguridad—, informó que la estimación realizada sobre la cantidad de los asistentes es de 90 mil personas.
La Marcha por la Democracia que se realizó en el Zócalo capitalino sumó la participación de otras 122 ciudades de México y el extranjero, que demandaron la no intervención del Gobierno en los comicios que se celebrarán este año.
A nivel nacional, las movilizaciones se registraron en ciudades como Acapulco, Aguascalientes, Campeche, Celaya, Chihuahua, Colima, Matamoros, entre otras, mientras que a nivel global se sumaron los connacionales que radican Los Ángeles, California; Toronto, Canadá; Madrid, España, y Londres, Reino Unido.
La concentración fue convocada por la Red Unidos, en la que se concentraron 250 organizaciones, que reportaron la participación de 700 mil asistentes al Zócalo capitalino y señalaron que, de forma dispersa, sumaron otros 700 mil en el resto de las ciudades, por lo que calificaron como exitoso el evento.
Unidos puntualizó que no se trató de una convocatoria para proponer el desmantelamiento de las instituciones, sino para defenderlas y fortalecerlas y, particularmente, para exigir elecciones y voto libre de la intervención gubernamental.
Como parte de la participación en los estados y el Zócalo, se convocó a los asistentes a compartir en sus redes sociales las imágenes del evento para demostrar que los asistentes “no somos acarreados”.
Esas fueron parte de las porras que lanzaron en varios estados e incluso portaron pancartas que señalaron “No soy un bot”, lo que también posicionaron como hashtag en redes sociales, junto con otros similares, porque subrayaron que la intención era demostrar que el movimiento no esta inflado ni era falso.
Por ello, se compartieron varios mensajes individuales de los simpatizantes de esta movilización en defensa de la democracia en los momentos del discurso, con las banderas, la vestimenta de rosa y blanco, pancartas, así como varias tomas con drones en plazas públicas y los recorridos que realizaron.
En algunos casos se enlazaron para escuchar al mismo tiempo el mensaje que dio desde el Zócalo capitalino el exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, y también le manifestaron muestras de apoyo.
Asimismo, se observó la asistencia de políticos nacionales y locales, principalmente del PAN, PRI y PRD; sin embargo, desde las dirigencias de los partidos se puntualizó que cualquier participación era a título personal, para no politizar la movilización.
Políticos como Javier Lozano compartieron en sus redes sociales que participaron en las movilizaciones en el extranjero, como él, que estuvo en el Consulado de Houston, en Texas.
El poblano compartió un video en el que se observa a un grupo de manifestantes vestidos de rosa, con pancartas que señalaban: “Narcopresidente AMLO. Gobierno fallido”, “Libertad y democracia, no a la dictadura autocracia”, con porras de “¡El INE no se toca, el INE no se toca!”
“Saludos y abrazos desde Houston, Texas. Aquí estoy con la comunidad de mexicanos frente al Consulado de nuestro país. Orgulloso de su generosa invitación”, publicó.
En Toronto, Canadá, otro grupo de connacionales también se manifestó con pancartas que señalaban: “Don’t let mexican democracy fail (No dejemos que la democracia mexicana fracase)”.
En España, entonaron el Himno Nacional llevando banderas de México, con pancartas “¡Ni un paso atrás!”, “¡Ya es hora de que México despierte!”, mientras que en Londres los participantes de la movilización sacaron letreros de “Voto libre” y “No autocracia, sí a la democracia”.
La precandidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México (FCXM), Xóchitl Gálvez, junto con otros políticos de oposición, reconocieron la participación ciudadana de 700 mil personas en la Marcha por la Democracia, que se concentró en el Zócalo.
En sus redes sociales, afirmó que mientras haya ciudadanos dispuestos a defender la democracia, no habrá quien caiga en la tentación autoritaria de mandatar al diablo a las instituciones.
“Hoy, quiero celebrar la energía cívica y la fuerza ciudadana que se manifestó esta mañana en diversas ciudades de nuestro país y en otras partes del mundo. Me llena de esperanza y optimismo ver esta enorme participación de mexicanas y mexicanos.
“La democracia se ejerce desde las urnas, pero también desde las calles y las plazas públicas, mientras México ciudadanos y ciudadanas que salgan a manifestarse para defender su democracia, que ejerzan su derecho a la libre expresión de ideas, no habrá tentación autoritaria que pueda mandar al diablo a nuestras instituciones”, señaló.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, defendió la participación de Lorenzo Córdova en la concentración de la sociedad civil en el Zócalo capitalino, y aclaró que sea quien sea el orador, Morena lo descalificaría.
“Bueno, el Gobierno y Morena la descalificarían siendo cualquiera el orador. Nosotros festejamos que sea Lorenzo Córdova, porque él defendió al INE”, dijo.
El líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, celebró que, libremente, más de 700 mil ciudadanos hayan acudido a defender la democracia y el INE.
“La ciudadanía acudió libremente y sin presiones a exigir el respeto del voto y elecciones libres”, dijo en redes sociales.
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