Rechazan plan militar en marcha del 2 de octubre

Lo que durante más de cinco décadas fue una marcha para condenar principalmente la actuación del gobierno del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, por la masacre de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968, ayer se convirtió en una protesta para reprobar los recientes cambios de las políticas de seguridad y la “dilación” en la indagatoria sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Luego de realizar el recorrido entre la Plaza de las Tres Culturas y el Zócalo de la Ciudad de México, cuatro mil manifestantes —de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno capitalino— liderados por el Comité 68 Pro Libertades Democráticas arribaron y se instalaron frente a Palacio Nacional, para conmemorar 54 años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco.

En un templete, esta organización utilizó el espacio para expresarse en contra de la reforma recién aprobada en el Congreso de la Unión, con la que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumió el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional.

De igual manera, el Comité 68 rechazó la consulta anunciada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, respaldada por su gabinete y legisladores de Morena, para preguntar a la población sobre la ampliación del tiempo en el que las Fuerzas Armadas estarán involucradas en tareas de seguridad pública.

“Desde aquí nos oponemos enfáticamente a que el Ejército Mexicano asuma tareas de seguridad pública; a que, en ese sentido, se realice la consulta ciudadana inconstitucional y no vinculante; es decir, una simulación que legitima la militarización del país con un instrumento a modo. Nuestra posición ha sido clara y contundente, sin importar el partido que gobierna: no le hacemos el juego ni a la derecha ni a nadie”, consignó la organización, en su posicionamiento.

Los micrófonos fueron concedidos a otros inconformes, como el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y el Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, así como a colectivos de búsqueda y las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

Entre éstos estuvieron un par de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, quienes subieron a la tarima para señalar que “es aquí donde tenían que haber llegado nuestros compañeros”, al recordar que los normalistas desaparecidos pretendían salir rumbo a la capital para participar en la movilización conmemorativa del 2 de octubre del 2014.

La palabra también fue concedida a los padres de los normalistas, quienes reiteraron su condena por los “escasos” avances en la investigación del caso y la actuación de las autoridades, pues consideraron que han “viciado” el curso de la indagatoria.

En la parte trasera del contingente que recorrió el Eje Central Lázaro Cárdenas se colocaron familiares de personas desaparecidas, quienes cargaban una megamanta de cien metros de extensión y 80 kilos de pesos que hace un par de semanas fue colgada en la Estela de Luz para acusar un “pacto militar” y también rechazar las estrategias de seguridad y respuestas de la administración en curso.

Entre las calles de esta avenida principal, en los alrededores del abandonado Teatro Blanquita y el resto del Centro Histórico de la capital, se encontraban decenas de policías preventivos, cuya presencia fue rechazada por los manifestantes.

El bloque negro se hizo presente en medio de la marcha, cuando lanzó piedras y petardos hacia edificios como el Palacio Postal y detrás de las vallas que protegían Palacio Nacional, lo cual no se extendió por mucho tiempo, luego de que el Comité 68 y demás manifestantes pidió no desviar la atención del mensaje que buscaban emitir.

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