Prueba PISA: enciende alertas el desplome en aprendizaje
Los focos de alarma se encendieron ayer entre organizaciones sociales, incluso extranjeras, al conocerse el retroceso educativo que se reportó a partir de los resultados de la prueba PISA, un examen estandarizado internacional que se encarga de evaluar los sistemas de enseñanza, con el fin de mejorar la calidad en esta materia.
Organizaciones como Mexicanos Primero y Save the Children alertaron que en México hay una crisis de aprendizaje, luego de divulgarse los resultados de la evaluación del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que establecen que los alumnos debilitaron sus conocimientos en matemáticas, ciencia y lectura, tras la pandemia por Covid-19.
De acuerdo con los resultados, México se queda entre los últimos cinco lugares, con los puntajes más bajos obtenidos en la aplicación de la prueba PISA 2022 en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea.
Los resultados dados a conocer este martes revelan el panorama educativo a nivel internacional, después de la emergencia sanitaria, pues la última prueba PISA aplicada fue en el 2018.
La pérdida más significativa resultó en las ciencias, pues luego de hilar una tendencia creciente desde el 2012, con 415 puntos, hasta obtener 419 en el 2018, bajó a 410 el año pasado, lo que no sólo significó una caída de nueve puntos, sino que le valió a México ocupar el último lugar entre los 42 países evaluados; es decir, es el país con menores conocimientos en ciencia.
En la materia de matemáticas el escenario también es desalentador, pues desde el 2009 el desempeño de los alumnos venía cayendo consecutivamente en cada prueba, pero en el 2022 destaca que fue la más significativa respecto a la evaluación anterior.
Con los 395 puntos que obtuvo en esta disciplina, 14 puntos debajo de lo obtenido en el 2018, México se posicionó en el tercer peor lugar.
En cuanto a la comprensión lectora, el país se posicionó en el quinto lugar, con 415 puntos, es decir, cinco menos que los obtenidos cuatro años atrás, ubicándose en el lugar 51 de entre 80 países.
Al respecto, Mexicanos Primero alertó que los resultados muestran un incremento en el porcentaje de estudiantes mexicanos de 15 años que carecen de competencias básicas en matemáticas, lectura y ciencias, lo que significa que dos de cada tres estudiantes no lograron realizar operaciones matemáticas, uno de cada dos no comprendió lo que leyó y, en ciencias, uno de cada dos se ubicó en el nivel más bajo de competencia.
“Estos resultados son un pulso que debe orientar a las y los tomadores de decisiones a emprender acciones educativas por encima de las diferencias políticas. Cada uno de los sistemas educativos locales tienen, en esta evaluación, opciones para que las y los estudiantes tengan mejores oportunidades de aprendizaje, sin importar su contexto, origen o lugar de nacimiento”, indicó Patricia Vázquez, presidenta ejecutiva de Mexicanos Primero.
Subrayó que la prueba PISA muestra que, en los últimos 10 años, el porcentaje de adolescentes que se quedaron en el nivel más bajo de competencia aumentó de 55 a 66 por ciento en matemáticas, de 40 a 47 por ciento en lectura y de 47 a 51 por ciento en ciencias.
De esta manera, manifestó que los resultados son preocupantes en un país donde la escolaridad promedio es la secundaria, pues aclaró que los estudiantes finalizan este nivel sin contar con habilidades para interpretar y reconocer, sin instrucciones directas sobre cómo se puede representar matemáticamente una situación simple.
Además, resaltó que concluyen este nivel educativo sin la capacidad para identificar la idea principal de un texto, encontrar información basada en criterios explícitos o reflexionar sobre el propósito y la forma del mismo. “En otras palabras, asisten a la escuela, pero no aprenden”, sentenció.
En consonancia, Save the Children hizo un llamado urgente a las autoridades educativas del país a renovar el enfoque de derechos para la niñez, ya que casi la mitad de la generación estudiantil tiene dificultades para entender lo que lee, no puede distinguir explicaciones científicas y enfrenta problemas al realizar tareas básicas de comparación y conversión de unidades.
El organismo aseguró que los resultados dados a conocer afectan directamente la vida diaria y restringen los derechos fundamentales de niños y adolescentes.
Además, indicó que el rendimiento educativo deficiente conlleva consecuencias significativas, tales como la restricción de la productividad, una distribución menos equitativa de la riqueza y un impacto negativo en la calidad de las empresas y los gobiernos.
1 2 3 4 5
Comentarios