Por sequía se dejaron de sembrar hasta 250 mil hectáreas de grano

Organizaciones campesinas aseguraron que la sequía produjo que se dejaran de sembrar hasta 250 mil hectáreas de grano en 2022, lo que significa pérdidas para el sector agrícola de 20 mil millones de pesos, además de alza en la canasta básica.

En entrevista con La Razón, el dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, José Narro Céspedes, dijo que los granos más afectados por la falta de agua fueron el maíz sorgo, trigo y frijol.

“Los principales granos afectados fueron el maíz, sorgo y trigo. La sequía ha estado muy fuerte, pero a pesar de que ha empezado a llover, muchas zonas de la tierra no se han humedecido, pues para que tú empieces a sembrar necesitas unos 15 centímetros por debajo de la superficie y no se ha dado”, explicó.

El también senador de Morena aseveró que más o menos en una hectárea de riego se siembran 10 toneladas de grano, pero si la tonelada está en ocho mil pesos, por cada hectárea se dejaron de sembrar 80 mil pesos “y eso multiplícalo por las 250 mil hectáreas que se dejaron de sembrar” y tienes el valor total.

Mientras que Pedro Ponce Javana, investigador de la Universidad Chapingo, explicó que la afectación por la falta de siembra, aunado a la inflación, provocará un aumento en los productos de la canasta básica, principalmente en los derivados de los granos y sus subproductos.

“Seguramente va a afectar la canasta básica, porque al haber encarecimiento de granos suben los precios de los insumos básicos; además, al no haber granos, como el maíz, es que se encarecen otros subproductos como la leche, la tortilla, el huevo, las frutas y las verduras, entre otros”, explicó.

El experto aseveró que la falta de lluvias impacta también los agostaderos -que son terrenos secos en los que se práctica la ganadería extensiva- pues se requieren hasta 20 hectáreas de pastizales para mantener una cabeza de ganado. Por ello, con la sequía puede haber más mortandad de animales.

“Para contrarrestar la producción de leche y carne se requiere una política que incluya alimentos forrajeros para nutrir al ganado y contrarrestar los efectos”, dijo.

Por esa razón, el especialista mencionó que si no hubiera habido sequía se habrían sembrado miles de hectáreas de manera normal, “pues tenemos reportes de afectación directa en la zona del Altiplano, el Bajío, Puebla, Morelos o Guerrero, en donde se debió haber sembrado en junio”, aunque aseveró que por la sequía hay gente que está pensando en sembrar todavía, pero advirtió que ya no hay tiempo para sembrar las cosechas.

De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la mayor afectación se concentra principalmente, hasta el 4 de julio de este año, en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua y Coahuila.

Por otro lado, en la mayor parte del país la sequía es moderada, severa y anormalmente seca. Por municipio, Aguascalientes, Baja California y Sonora tienen 100 por ciento de sequía en cada una de sus localidades, además que 831 municipios se encuentran en condiciones anormalmente secas; 513 en sequía de moderada a severa; así como 53 en sequía extrema.

El también investigador de Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano, sostuvo que ocho estados se encuentran en una situación seca, producto de la anormalidad climática, mientras que el resto del país se encuentra en condiciones de sequía moderada, severa y extrema.

“La sequía impactará en el ciclo primavera-verano 2022, así como en la ganadería, acentuándose el fenómeno del centro hacia el norte del territorio mexicano. Se reducirá la oferta de alimentos, además de las complicaciones propias para el sector urbano al no tener suficiente abasto de agua en las presas”, destacó.

El experto dijo que es el tercer año consecutivo de sequía, y estamos por vivir un verano por abajo de las lluvias normales.

Por su parte, el exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, advirtió que el pronóstico por la falta de lluvias y el fenómeno de La Niña, que ya tiene tres años en el país, ocasiona un panorama crítico para el siguiente año, ya que el escenario puede empeorar por la falta de agua en los cultivos, mismos que se reflejarán en alza de precios de productos de consumo básico.

“Lo que yo veo es que, si las cosas siguen así como dicen las proyecciones, para 2023 vamos a tener que importar granos de otros países, ya que no va a alcanzar la producción nacional, pues la sequía va para el siguiente año, de acuerdo a proyecciones”, destacó.

El experto detalló que en la falta de agua afecta a múltiples sectores, como el agrícola, la ganadería y otros, lo que también es un fuerte impacto para el país en materia económica, además, que las presas para el siguiente año no se van a recuperar en su totalidad.