Morena, obligado a negociar por reformas

Además de hacerse de 22 gobiernos estatales, Morena tiene la mayoría en un mismo número de Congresos locales; sin embargo, no tiene control de todos, ya que, por la representación de las bancadas de oposición, no cuenta con la mayoría absoluta para tomar decisiones definitivas.

De los 22 Congresos en los que, junto con sus aliados, tiene mayoría en el Legislativo, Morena tiene que negociar en por lo menos seis estados.

Bajo un mayor número de diputados del guinda y de sus aliados se encuentran los legislativos de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

En Quintana Roo, el nuevo Congreso, que se eligió el pasado 5 de junio, estará bajo control absoluto de Morena, que arrasó en los comicios, aunque la oposición impugnó la integración de la Legislatura.

Al igual que en Quintana Roo, los congresos locales donde Morena y sus aliados tienen dominio son los de Chiapas, Ciudad de México, Nayarit y Oaxaca.

Sin embargo, otras legislaturas que se distinguen porque los guindas tienen mayorías significativas, pero no el control absoluto de las decisiones, son las de Campeche, Estado de México, Michoacán y Zacatecas.

En el caso de San Luis Potosí, por ejemplo, la mayoría es del Partido Verde, con la alianza de Morena.

Mientras tanto, Acción Nacional todavía tiene mayoría legislativa en siete estados, en donde la fuerza del partido guinda es menor: Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas y Yucatán.

Actualmente, el PRI únicamente controla Coahuila, uno de los dos estados que todavía gobierna, mientras que otra de las entidades donde tiene mayoría de legisladores es Durango, pero no tiene el control, ya que las bancadas están fraccionadas.

Entretanto, Movimiento Ciudadano tiene el dominio del Congreso en Jalisco, estado que también está en manos de un gobernador emecista, Enrique Alfaro.

Para los gobernadores recientemente electos, el escenario que les espera en su relación con el Poder Legislativo es diverso. En el caso de los estados ganados por la alianza Va por México, en Aguascalientes la panista Teresa Jiménez tendrá un Congreso aliado, con mayoría del blanquiazul, y en Durango, el priista Esteban Villegas contará con una mayoría legislativa de su partido, pero el control del Congreso está dividido en distintas fuerzas políticas.

En el otro polo, de los cuatro estados en los que triunfó Morena, en Hidalgo, Julio Menchaca contará con la mayoría legislativa de su lado. Del mismo modo, en Oaxaca, Salomón Jara tendrá un Congreso controlado por el guinda. El mismo caso es en Quintana Roo, donde Mara Lezama no sufrirá por la oposición en el Legislativo, pero en Tamaulipas, Américo Villarreal se enfrentará a un Congreso integrado por mayoría panista.

Para la aprobación de reformas constitucionales en el Congreso de la Unión, se requiere la aprobación en por lo menos 17 Congresos locales.