Migrantes muertos en México, 526% más que los reconocidos por el INM
El trabajo aletargado dentro del Instituto Nacional de Migración (INM), aunado a una crisis migratoria que cada año rompe récord en México, ha derivado en múltiples consecuencias; entre ellas, la muerte de personas en condiciones de tránsito irregular, cuya cifra oficial dista más allá de 500 por ciento de lo documentado por iniciativas mundiales.
Un proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), encargado de registrar cada muerte de personas migrantes en el mundo, apunta que 382 perdieron la vida a su paso por el territorio mexicano en 2023.
La cifra se encuentra 526 por ciento por arriba de los 61 cuerpos de quienes intentaron atravesar el río Bravo, cruzar sierras, desiertos o cayeron de algún tren que el INM reconoció el 1 de enero de este 2024, en un reporte sobre su actividad respecto al año pasado.
Para Irineo Mujica, líder de la organización Pueblo sin Fronteras, 2023 fue el año “más sangriento” para quienes buscaban cruzar México y así llegar hacia Estados Unidos, y cuyo riesgo de perder la vida que buscan salvar escapando de su país, aumenta cuando las autoridades mexicanas no logran garantizar su paso seguro.
Y es que el hecho de que los migrantes no reciban a tiempo la Forma Migratoria Múltiple, un documento para que transiten de manera libre, sin riesgo a ser detenidos, orilla a que las personas recurran a métodos, vías y caminos peligrosos, donde la autoridad no los vea, no los identifique ni los arreste, pero lo que lleva a que tampoco los pueda proteger, identificar ni recuperar su cuerpo en caso de perecer en el camino.
“Este año creo que ha sido el más sangriento en cuestión del número de muertes de migrantes, no sólo por el número de detenciones, sino que, además, las visas humanitarias no se han dado, completamente se quitó esa seguridad que ayuda a los migrantes a poder viajar de una manera más segura; entonces, esto ha hecho que realmente se vuelva mucho más peligroso, más tortuoso y, al mismo tiempo, que mueran más al no acceder a un documento que te protege la vida”, declaró en entrevista.
De los 385 muertos que documentó la OIM, al menos 147 fallecieron a causa de un accidente en vehículo o relacionada con “transporte peligroso”; es decir, aquellos que pierden la vida a bordo de tráileres, autobuses o al caer de trenes, los cuales se han convertido en la principal vía de transporte clandestino para llegar a la frontera norte.
El más numeroso en cuanto a víctimas mortales ocurrió el 6 de octubre, cuando un autobús que transportaba 55 personas migrantes, en su mayoría originarios de Venezuela, volcó sobre la autopista Oaxaca-Cuacnopalan, en Oaxaca y que, según el registro, dejó 18 muertos.
La segunda causa principal de muerte es el ahogamiento: al menos 87 migrantes fallecieron en 2023, convirtiendo al río Bravo en la zona principal, aunque otros se dieron en cauces de Veracruz y Chiapas.
En la clasificación muerte accidental se encuentran 54 personas, de las cuales 40 son las víctimas del incendio en el centro de detención de Ciudad Juárez, ocurrido a finales de marzo del año pasado.
Pero en la lista también están documentados otros casos, como migrantes que murieron al recibir una descarga eléctrica de forma accidental, los que padecieron un golpe de calor en el que fue considerado un año con temperaturas históricamente elevadas en México, así como aquellos que perecieron en las carreteras, arrollados por algún automóvil.
En un tercer puesto por causa se encuentra la violencia, es decir, cuando criminales se cruzaron en el camino de estas personas en movilidad y que, para el año pasado, dejó 47 víctimas.
Un común denominador de estas muertes es el norte del país, pues en su mayoría se dieron en estados como Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Baja California y Zacatecas.
Y aunque es la tercera causa de muerte de migrantes en el registro de la OIM, para Irineo Mujica es el factor principal y coincide que el foco rojo se encuentra en la frontera con Estados Unidos, no sólo en cuanto a homicidios sino también a otro delitos como la privación de la libertad.
“En las zonas de toda la frontera norte el delito del crimen organizado no es perseguido. Por ejemplo, denunciamos que unas personas no fueron asesinadas, sino secuestradas, pero cuando las rescataron, una de las personas tenía forma de comunicarse con nosotros con un celular que escondió e informó cada vez que los estaban moviendo y dimos la ubicación a las autoridades, pero no se arrestó a nadie, sino que dijeron que los encontraron en el lugar y se iba a cerrar la carpeta de investigación”, contó.
Por ello, criticó la condena del Gobierno mexicano a las políticas criminalizantes del Gobierno de Texas contra migrantes, pues dijo que sólo representa “lágrimas de cocodrilo”, ya que consideró las declaraciones del Presidente de México como estrategias “que se ven bien para sus elecciones”.
“No veo como el Presidente López Obrador realmente tenga alguna moral como para pedirle a Estados Unidos o al gobernador de Texas, también son politiquerías”, consideró.
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