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Mejorar formación académica, una de las prioridades del rector de la UNAM

Leonardo Lomelí considera que se deben aprovechar oportunidades como el nearshoring y, para ello, es necesario preparar talentos; buscará diversificar las fuentes de financiamiento
  • Por Redacción
Mejorar formación académica, una de las prioridades del rector de la UNAM

Desde antes de tener la certeza sobre si sería designado como rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas ya había trazado una meta: mejorar las condiciones para el desarrollo del personal académico, pero también la formación de los estudiantes para que esto se vea reflejado en la capacidad que debe tener el país ante los cambios que se dan en el mundo.

Con el soporte en su formación como economista, Lomelí Vanegas considera que se deben aprovechar las oportunidades como el nearshoring, la relocalización de actividades industriales y así estar al día.

Al conversar con La Razón antes de que la Junta de Gobierno lo nombrara como la persona adecuada para hacerse cargo de la UNAM hasta 2027, el académico dijo que México debe dejar atrás el reconocimiento como un país de la “mano de obra barata” y convertirse en uno destacado por trabajadores bien calificados.

En los últimos años ha predominado un perfil médico en la Rectoría, ¿cambiará algo con un economista a la cabeza? Yo creo que debemos de estar muy atentos a los cambios que se están produciendo en el mundo y en el país. Creo que hay que aprovechar algunas de las oportunidades que se nos plantean; por ejemplo, el llamado nearshoring, este proceso de relocalización de actividades industriales del que México se puede ver beneficiado por su cercanía con Estados Unidos, por el Tratado de Libre Comercio que tenemos con la región de América del Norte (T-MEC), y, en ese sentido, yo creo que mi visión de economista me ayuda a valorar cuáles son las oportunidades y los retos que tenemos por delante. Yo creo que somos una universidad que tiene muchas fortalezas, pero que también tenemos que tener una mayor capacidad de innovación para poder incorporarnos a los procesos de cambio científico.

¿Cómo colaboraría en esto la UNAM? Una forma de poder aprovechar este proceso será desarrollar una oferta de especialidades, maestrías, también de diplomados muy profesionalizantes para poder tener la posibilidad de apoyar ese desarrollo, que puede ser muy importante, de una industria mucho más consolidada en nuestro país. Justo como país tenemos que apostarle cada vez más a generar valor a partir del conocimiento, o sea, que ya no podemos ser un país de mano de obra barata, sino más bien a fuerza de trabajo muy bien calificada y que, en ese sentido, eso nos permitirá eventualmente ser un país más desarrollado.

En su proyecto habla de un contexto desafiante para el país, pero en la UNAM ¿cómo se refleja? El principal reto que enfrentamos como país, y que nos afecta en el caso de la Universidad, es la desigualdad. Lo vimos durante la pandemia, el hecho de que una parte importante de nuestros estudiantes no contara con condiciones adecuadas para poderse conectar a las actividades, porque no tenía una conexión estable de Internet o porque no contaba con los equipos adecuados. Esto nos habla de la desigualdad que caracteriza a la sociedad mexicana. Entonces, creo que como universidad estamos obligados a hacer todo lo posible para que nuestros estudiantes tengan un piso parejo para desarrollarse, con independencia de su situación socioeconómica. Hemos incrementado de manera importante el número de becas y de apoyos, pero todavía hay necesidades específicas que vale la pena atender mejor para que estén en condiciones de aprovechar la educación que reciben.

¿Cómo cumplir esta meta con un presupuesto acotado? Algo que tenemos que buscar es diversificar nuestras fuentes de financiamiento. Hemos tenido apoyos importantes del Gobierno de la Ciudad de México en estos últimos años, a través de la Secretaría de Educación y otros, pero debemos buscar más financiamiento del sector privado, que invierte poco en investigación en México; somos uno de los países en donde el sector privado destina menos recursos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) a la investigación, ahí tenemos también un amplio potencial y gracias a los tratados que tiene México con diversos países del mundo podríamos acceder a algunos fondos internacionales, que vale la pena que busquemos para complementar el subsidio que recibimos.

En el cargo, ¿cuál será su prioridad?  La prioridad de estos próximos cuatro años debe ser la revisión del estatuto del personal académico de la Universidad Nacional Autónoma de México, para generar mejores condiciones de desarrollo para las y los técnicos académicos y para el personal de asignatura. Creo que valdría la pena hacer un esfuerzo por mejorar las condiciones salariales

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