Instan al Gobierno a detener a narcos “de alto perfil”

Al considerar que la captura de Rafael Caro Quintero no fue un golpe necesariamente certero en contra del crimen organizado y que pudo obedecer a factores de interés y presiones políticas, expertos apuntaron que el Gobierno federal deberá dar con líderes criminales de “alto perfil” y cambiar la estrategia para frenar realmente la violencia que se vive en México.

José Luis Cisneros, experto de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), refirió que, si el arresto del capo fue realmente parte de la estrategia de seguridad y no de un objetivo político en el marco de las contiendas electorales, entonces el Gobierno federal deberá dar resultados con la captura de Los Chapitos.

En entrevista, señaló que la detención de Caro Quintero también fue “un bono” para el Presidente Andrés Manuel López Obrador “ante el desacierto y el enojo” por la actuación de su administración ante los cárteles.

Subrayó que la captura de Caro Quintero sí fue importante, pero no relevante; muestra de ello, dijo, es que no hubo enfrentamientos entre autoridades y criminales, como ha ocurrido con otros “personajes”, tal como sucedió con Juan Gerardo Treviño, El Huevo, líder del Cártel de Noreste, en marzo pasado.

En tanto, Andrés Sumano, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), sugirió que la captura de Rafael Caro Quintero fue para aliviar la tensión con Estados Unidos, aunque el Presidente lo ha negado reiteradamente, ante la desconfianza que han generado las instituciones mexicanas para aquel país.

Consideró que también podría obedecer al plan que el mandatario federal ha dejado entrever durante sus conferencias, acerca de dejar que un sólo cártel domine una zona para detener los enfrentamientos y, con ello, la violencia; sin embargo, advirtió que las capturas podrían no funcionar, pues en cuanto se atrapa a un líder surgen nuevos.

Para Alejandro Pocoroba, del Programa de Política de Drogas del CIDE, consideró que la estrategia a seguir debería ser el control de armas dentro del país y realizar operaciones financieras, como el congelamiento de cuentas ligadas a criminales, para afectar sus finanzas.

“Los 17 líderes que pide Estados Unidos responde a los intereses de allá, no visualizan las consecuencias que tiene su captura para México”, opinó.

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