Inconformes dan portazo en Senado y obligan a mudar sesión a Xicoténcatl
Cientos de personas que se manifestaban en las calles en contra de la reforma judicial irrumpieron con un portazo en el Senado mientras se desarrollaba la discusión del dictamen de la enmienda en el pleno, lo que provocó caos y zozobra en la sede legislativa y ocasionó que se suspendiera la sesión, que tuvo que trasladarse a la sede antigua de la Cámara alta.
Los ánimos de los manifestantes que seguían la sesión en las pantallas colocadas afuera del recinto comenzaron a caldearse cuando pasaron los senadores Alejandro Murat, Araceli Saucedo y Ángel García Yáñez, a quienes acusaban de mentir en sus posicionamientos sobre la iniciativa. ¡Mentirosos, traidores!, se escuchó, frente a la sede senatorial en la Ciudad de México.
A las 16:20 horas, al grito de “revolución, revolución”, un grupo de estudiantes y trabajadores del Poder Judicial rompió la cadena de una puerta que da hacia la entrada principal y de inmediato azuzó a los demás para que ingresaran al recinto. De inmediato abrieron todas las rejas y lograron avanzar hasta el salón de sesiones.
Entre consignas, tamborazos y enojo, los manifestantes se asentaron en el pasillo de paredes negras que conduce al salón de sesiones, donde las puertas de cristal les impidieron el acceso.
“¡El Poder Judicial no va a caer, no va a caer!”, coreaban, mientras ingresaban al recinto senatorial; en el semicírculo del Patio del Federalismo extendieron una bandera nacional mientras saltaban y gritaban consignas.
Enseguida, los trabajadores de resguardo del Senado rociaron con espuma a los manifestantes, a quienes no les permitieron entrar con los legisladores.
Dentro del salón de plenos, la sesión donde apenas comenzaba la discusión de la reforma se vio interrumpida y uno a uno los senadores del bloque de la Cuarta Transformación abandonaron el pleno, entre los pasillos.
Los legisladores de oposición fueron los únicos que se mantuvieron en sus escaños, y afuera los más de 400 manifestantes empujaron las puertas de cristal e ingresaron al pasillo donde se encuentran las puertas del pleno.
“¿Dónde están, dónde están… esos senadores que nos iban a escuchar?”, volvían a recitar, en medio de empujones, codazos y cuando los extintores de espuma intentaban replegar sin éxito a los manifestantes.
Luego de una hora de mantenerse cantando el Himno Nacional y gritando consignas contra Miguel Ángel Yunes Márquez —“¡Yunes, traidor a la nación!”—, bajo el estruendo de tambores, los manifestantes lograron ingresar al pleno.
“¡Sin violencia, sin violencia!”, resonaba en el salón, cuando los trabajadores del Poder Judicial ingresaban con atropellos y codazos. En sus escaños, los senadores de la oposición que permanecían ahí, fueron sorprendidos por la turba.
“¡No están solos, no están solos!”, entonaban más de 100 gargantas que fluían lentamente por las puertas del salón de sesiones, de no más de dos metros de ancho.
Saltando entre los escaños, esquivando sillas, la multitud ingresó y tomó la tribuna, ahí, donde momentos antes comenzaba el debate.
Al salir, los manifestantes recibieron la orden de ir a la antigua sede en Xicoténcatl, adonde llegaron varios de ellos para seguir la protesta, mientras los demás se quedaron en guardia permanente.
Los manifestantes cargaron la mega bandera mexicana y marcharon hacia el nuevo punto, que de inmediato fue cercado por policías capitalinos calles a la redonda.
Pasadas las 18:00 horas lograron formar diversos contingentes que se apostaron en las distintas esquinas bloqueadas por los uniformados, en las cuales también se encontraban algunas personas en apoyo a la reforma judicial, lo que pronto desató confrontaciones verbales.
Sin embargo, el conflicto escaló pasadas las 20:00 horas, cuando en la esquina de Tacuba y Eje Central, el contingente mayoritario que rechaza la reforma intentó embestir la valla humana formada por los policías, que pronto se hicieron de escudos con los que comenzaron a replegar a los inconformes.
Entre el jaloneo de las pocas vallas metálicas que se encontraban en esa esquina, los insultos, empujones y algunos golpes entre policías y manifestantes, un gas color azul salió detrás de los uniformados hacia quienes protestaban, lo que provocó que varios corrieran hacia el Palacio de Bellas Artes, huyendo de la sustancia que provocó irritación en ojos, nariz y boca.
Minutos más tarde, cuando los inconformes reclamaban la acción de los policías, un grupo proveniente de avenida Juárez, que gritaba consignas a favor de la reforma, se aproximó, por lo que de inmediato los elementos de seguridad formaron dos vallas para separar a ambos grupos y evitar un enfrentamiento, que únicamente se dio de manera verbal.
Hacia las 23:00 horas, los policías avanzaron sobre Eje Central para reabrir el paso vehicular, lo que nuevamente generó una confrontación con los pocos manifestantes que allí seguían.
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