Encuestadores guindas van a “tierra de nadie”
A un mes del asesinato de dos encuestadores de Morena y la desaparición de otro, y a pocos días de dar por cerrado el ejercicio con el que se elegirá a los próximos candidatos para buscar las nueve gubernaturas en disputa en el 2024, se encendieron las alertas con denuncias públicas de los propios trabajadores por haber sido enviados a “tierra de nadie” y “a ciegas”, por lo que varios de ellos expresaron miedo y algunos aseguraron que abandonaron la tarea, al carecer de garantías de seguridad.
Las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán serán parte de la contienda del 2024 y mientras se perfilan los resultados de las encuestas internas, quienes las levantan afirmaron que trabajan en “tierra de nadie”.
“Cuando vamos a lugares, sobre todo en sitios donde ha llegado mucho ‘narquillo’, está imposible; en esos lugares la tierra es de nadie”, dijo a La Razón, Víctor “M”, quien prefirió conservar el anonimato por seguridad.
Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, afirmó en entrevista que “cada vez hay más zonas en el país en donde es más difícil encuestar por la inseguridad”, y aunque esta problemática se hace más presente en ciertos estados, identificó que tres entidades cuentan con el ranking de mayor nivel de inseguridad para la aplicación de las encuestas: Jalisco, Guanajuato y Chiapas.
“En tres de esas entidades de peligro habrá nuevo gobernador en 2024, como es el caso de Chiapas, donde sí es cada vez más difícil entrar, sí pueden existir mediciones que nos hagan saber dónde definitivamente hay peligro para ejercer el trabajo, no sólo como encuestador, sino en otras áreas involucradas con estos procesos”, dijo.
A inicios de octubre, se vio por última vez con vida a tres encuestadores de Morena que se encontraban en un hotel de Juárez, en Chiapas. Personal del hotel relató a las autoridades que sujetos armados entraron en su habitación y los secuestraron; pronto, pobladores de Chontalpa, en Tabasco, encontraron los cuerpos sin vida de Christian Landa Sánchez, de 43 años, y José Luis Jiménez, de 23, mientras que Adrián Cid Pérez sigue desaparecido.
El 12 de octubre el presidente de Morena, Mario Delgado, dijo que Morena exigía la liberación de Cid y lamentó el asesinato de los otros dos jóvenes secuestrados; sin embargo, hasta ahora la dirigencia no ha vuelto a comunicar sobre este asunto, lo que Ingrid del Carmen Cid, hermana de Adrián Cid, lamentó, ya que asegura que “ellos no fueron informados que estaban en una zona de peligro”.
“Ellos saben cómo está la situación; de inicio, no debieron haberlos mandado para allá; sin embargo, sin importarles nada, únicamente sus encuestas, los mandaron. Ahora nadie sabe nada; además, los pagos del sueldo a mi hermano eran tardíos, pues demoraban más de un mes en pagarles por las actividades realizadas; el salario era bajo y en ocasiones tenían que pasar condiciones extremas, como frío o hambre durante el trabajo”, dijo Ingrid.
Uno de los encuestadores de Morena, entrevistado por este diario, dijo que desde junio la empresa por la cual fueron contratados cambió de nombre. La que los contrató se llamaba Centro de Estudios y de Estadísticas Sociales (CEES), y ahora es Centro de Opinión Ciudadana, lo que tuvo consecuencias no favorables para ellos, “como ajustes en la logística; eso nos impide conocer las zonas a las que vamos y conocer en tiempo real si se trata de territorio en peligro”, manifestó.
Manuel “P” es otro encuestador que accedió a conversar con La Razón y quien, tras los asesinatos de sus compañeros y la desaparición de Cid, prefirió dejar su empleo como levantador de encuestas. “Todos quedamos afectados (...) luego de los tratos y tardanzas en el pago, no te quedan ganas de nada”, expuso.
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