El mito alrededor de la aparición de la Virgen de Guadalupe en México
Un razonamiento no válido e incorrecto, pero con apariencia de razonamiento correcto. Eso es una falacia, al menos la que se explica en la carrera de Comunicación en la Facultad de Estudios Profesionales Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México. La falacia, es un razonamiento engañoso, pero que pretende ser convincente o persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que vulneran alguna regla lógica.
Decían, por ejemplo, que no podías estar convencido de que algo existió si tú no lo viste existir y bajo ese argumento se habla mucho de los mitos construidos alrededor de la que es quizá la figura religiosa más querida en México: la Virgen de Guadalupe.
Uno de los mitos que ha perpetuado a su alrededor a lo largo de los años es, sin duda, su aparición y la posibilidad de que lo hiciera ante Juan Diego para convencer a los franciscanos de construir un templo en su honor, el lugar en donde, se dice, comenzó también a edificarse el mito que rodea a la Virgen de Guadalupe.
De acuerdo a Gisela von Wobeser, investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el culto a la Virgen de Guadalupe "ha estado en permanente expansión" desde la mitad del siglo XVIII, cuando la orden de los franciscanos construyó en el cerro del Tepeyac. Sin embargo, el mito de la aparición de la Virgen de Guadalupe comenzó un siglo antes.
Este mito se transmitió de boca en boca entre los ciudadanos. De acuerdo a von Wobeser, la aparición a Juan Diego, tal y como la conocemos, surgió "a mediados de la segunda mitad del siglo XVII, gracias a que las versiones escritas más antiguas que se conocen, como el Inin huei tlamahuizoltzin y el Nican Mopohua, están en náhuatl".
En 1648, Miguel Sánchez, teólogo de profesión, documentó por primera vez el mito de la aparición de la virgen, la cual relacionó con el Apocalipsis de San Juan.
Fueron cinco las ocasiones en que la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, en donde se encuentra ubicada en la actualidad la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. En las primeras apariciones, tal y como lo refieren los encargados de relatar la historia de México, la virgen le pidió a Juan Diego que le construyera un templo en ese lugar.
Juan Diego contó al obispo Fray Juan de Zumárraga lo que vio, pero al no creerle nada, el indígena regresó al lugar en donde vio a la Virgen de Guadalupe. El mito cuenta que Fray Juan le pidió una prueba para saber que no le estaba mintiendo. Juan Diego regresó y la Virgen de Guadalupe le pediría que subiera a lo más alto del Tepeyac a cortar rosas de Castilla, para colocarlas en su tilma.
Cuando se las llevó al obispo, ocurrió entonces el gran mito de la aparición de la Virgen de Guadalupe: el manto en el que Juan Diego llevaba las rosas de castilla, se convirtió en un lienzo en el que se posó la figura hoy venerada cada 12 de diciembre.
El mito de su aparición señala que fue ese día, en 1531, cuando su figura se posó en el manto de Juan Diego para que Fray Juan de Zumárraga creyera en su existencia. Se crea en ella o no, se sabe que cada 12 de diciembre es motivo de celebración en México, y aún cuando no sea un día de descanso obligatorio en nuestro país, estipulado por la Ley Federal del Trabajo, muchas empresas y organizaciones deciden dar el día libre dada la importancia que tiene el catolicismo en la República Mexicana.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
1 2 3 4 5
Comentarios