Cierre de 66% de estancias del INM ahorca a albergues ante auge migrante
El prolongado cierre de dos de cada tres estancias migratorias administradas por las autoridades del ramo, durante más de seis meses, ha colocado en una situación de colapso a los albergues privados, que no se dan abasto para atender a tantos extranjeros irregulares que se encuentran en México, en momentos en que la llegada de personas al país está en su punto máximo en la historia.
De los 50 sitios que administra el Instituto Nacional de Migración (INM) para dar atención a los extranjeros, 33 (66 por ciento) se encuentran suspendidos, a pesar de que el país se encuentra en plena crisis migratoria.
De acuerdo con datos obtenidos por La Razón, el INM cuenta con 11 estaciones migratorias, 14 estancias provisionales tipo A y 25 estancias provisionales tipo B, y de esos 50 lugares, solamente 17 permanecen abiertos a los usuarios. El pasado 3 de mayo, la dependencia federal emitió un acuerdo de suspensión temporal en algunas estancias provisionales para mantenimiento y mejora, lo que ha dejado a miles de personas extranjeras sin acceso a un techo para resguardarse del clima, la violencia o buscar alimento.
Con este panorama, los albergues particulares han resentido, sobre todo en los últimos meses, la llegada masiva de migrantes que esperan en México mientras resuelven su situación legal en Estados Unidos, pues carecen de recursos y tienen poca capacidad para operar, aunque tratan de solventar la crisis humanitaria.
“Migración cerró los albergues a raíz de lo de Ciudad Juárez (incendio en el que murieron 40 migrantes), debido a que muchas de las estancias no cuentan con lo necesario para albergar a las personas, pues o son muy chiquitos o se encuentran muy descuidados”, dijo Isabel Turcios, directora de Casa Migrante Frontera Digna en Piedras Negras, Coahuila.
La también activista mencionó que al albergue que administra llegan cada semana 500 personas, y a pesar de dar la atención que puede, no alcanza para todos, pues son muchas las que buscan un lugar para dormir.
Otro de los puntos que, señaló, ya comienzan a ser un problema, es el clima, pues a medida que entra el invierno, van quedándose más desprotegidos, sobre todo las familias que llegan con sus hijos.
“Nos urge que Migración abra sus albergues o estancias, porque nosotros no tenemos las condiciones para atender a tanta gente que va llegando, pues apenas si podemos darles de comer, pero ahora son cientos los que hay en las calles y a las autoridades no les importa eso”, explicó.
Albergues en la Ciudad de México han manifestado su molestia por no recibir apoyos gubernamentales ante la migración irregular, al grado que están a punto de cerrar por la llegada masiva de personas a las que no pueden atender.
“La situación de los albergues es delicada, porque nosotros estamos soportando el embate de la migración y como la autoridad no dice nada, piensan que todo está bien. Ya tiene varios meses que cerraron sus albergues y no se sabe nada de cómo están y en qué condiciones, pues para ellos todo está bien”, dijo Gabriela Hernández, del albergue Tochan.
Explicó que, si bien las autoridades no ayudan a los migrantes, sí los detienen y deportan, como a las personas que estaban en la Central de Autobuses del Norte y fueron reubicadas sin que se tenga conocimiento a dónde los llevaron.
Dijo esperar que la situación en los albergues del INM se restablezca a la brevedad, pues hubo muchas quejas de que había plagas, falta de colchones y alimentos. A pesar de que el INM asegura que del 2019 a la fecha no se han detectado plagas en las estancias migrantes, en 2019 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos denunció que los migrantes en Las Agujas, de Iztapalapa, vivían hacinados, en condiciones insalubres y con diversas plagas, como chinches y cucarachas.
En la actual administración federal, el 2023 es el segundo año en el que menos se ha invertido en mantenimiento de estancias temporales, con 92 millones 092 mil 280 pesos, sólo por arriba del 2019, que tuvo 71 millones 071 mil 106 pesos.
July Rodríguez, integrante del Consejo Consultivo del INM y de Apoyo a Migrantes Venezolanos, dijo que al momento se desconoce la situación del mantenimiento de las estancias, pues el instituto no ha querido dar información, “y no hay transparencia de lo que está pasando”.
Mencionó que a las autoridades no les importa que la gente sea presa de la delincuencia en las calles, pues no se piensa en su integridad, además, “pintar los albergues o estancias para que se vea bonito” no es la solución.
Elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) desalojaron a 246 personas que se encontraban en las inmediaciones de la Central Camionera del Norte, mientras que vecinos en Gustavo A. Madero bloquearon Circuito Interior, a la altura del Metro Misterios, “por exceso” de extranjeros irregulares.
Los migrantes retirados de la terminal de autobuses en su mayoría provenían de Centroamérica, Venezuela y Haití, y acampaban desde hace varios meses en los alrededores del inmueble.
Este lunes, en el operativo de retiro participaron elementos de la Guardia Nacional y de la Policía capitalina. Testimonios en redes sociales revelaron que las personas habrían sido llevadas a albergues y oficinas en los estados de Chiapas y Tabasco; es decir, mucho más lejos de la frontera norte a la que pretendían llegar. En las acciones fueron detenidas 192 personas adultas y 54 menores de edad.
Mientras tanto, vecinos de la colonia Vallejo exigieron que el albergue Cafemin, que recibe personas migrantes, sea reubicado, ya que los extranjeros se mantienen en las calles en condiciones insalubres y son un foco de infección.
Según informaron las autoridades a cargo del operativo, en las próximas horas se definirá cuántos de los migrantes asegurados serán repatriados, recibirán asilo o la documentación que les permita continuar su camino rumbo al norte del país.
“La actuación de la autoridad migratoria fue en todo momento apegada a las disposiciones de la Ley de Migración”, afirmó el INM.
Migrantes irregulares provenientes de varios países del continente, que han llegado a la Ciudad de México, denunciaron ser víctimas de persecución, abusos, extorsiones y robos, tanto por parte de autoridades como por pandilleros.
Después de que fueron desalojados de la Central de Autobuses del Norte, muchos de ellos se han dirigido a la Basílica de Guadalupe para buscar confundirse con peregrinos y evitar así el asedio de las autoridades migratorias, con el objetivo de poder permanecer en el país y “no para quedarnos, sino para poder avanzar al norte, aunque esto no es un disfraz, porque nosotros creemos en la Virgen”.
Algunos de ellos, en su mayoría mujeres, dijeron a La Razón: “Sabemos que ella (la Virgen) nos ayudará a llegar a donde queremos estar”, mientras señalaban que las autoridades mexicanas, desde Chiapas hasta esta capital, los han convertido en víctimas de extorsiones y abusos. Advirtieron que de todos los países por los cuales han avanzado en búsqueda del sueño americano, México es “el más violento”.
“De todos los países en los cuales yo he estado, en ninguno nos maltrataron así; ahora nadie quiere acercarse a la Central del Norte ni a ninguna central”, señaló Carmen, migrante venezolana, quien indicó que, junto con su esposo, su pequeña y un grupo grande, fueron primeramente desalojados de un campamento improvisado en Insurgentes Norte, a la altura del metro Potrero, que, denunció, destruyeron las autoridades.
Entrevistada afuera de un albergue en la delegación Gustavo A. Madero, refirió a que después buscaron pernoctar en la Central del Norte, de donde fueron desalojadas la noche del domingo. “Es muy triste estar así. Esta noche no sé dónde vamos a descansar, porque en Cafemin (albergue) dicen que está todo lleno y la misma gente, los vecinos cercanos al albergue, nos echa a Migración”, lamentó.
“Le pido al Gobierno que entiendan nuestra situación, que no nos maltraten, porque venimos con nuestros hijos y no queremos quedarnos aquí en su país”, manifestó Carmen.
En otro punto cercano al albergue Cafemin se aprecian fogatas hechas con madera recolectada en basureros y donada por vecinos, casas de campaña con bolsas negras de plástico para protegerlas de la lluvia, un baño improvisado hecho con pedazos de tela y hule que sirve como regadera para cientos de migrantes que se encuentran desde hace más de dos meses en las vías del tren que pasa por la calzada de los Misterios.
Elvis, quien dice ser el “fundador del primer fogón” del campamento, lleva ese tiempo en la ciudad y dice haber iniciado esta especie de vecindario, porque necesitaban un lugar dónde dormir y ellos, a diferencia de “los chinos”, no podían pagar hoteles cinco estrellas.
“Yo llegué aquí a Cafemin (ubicado a una cuadra de las vías), pero no nos dejaban pasar y yo vengo con mi esposa y mis niñas; no sabía dónde íbamos a dormir y que me vengo pa’ca y que hago el fogón, el primero”, contó, mientras preparaba una olla de frijoles y una de lentejas en su famosa fogata.
Alrededor de las vías, a unas cuadras del metro Misterios, los niños caminan y algunos juegan, mientras que los adultos preparan la comida y algunos limpian su casa de campaña, todos ellos “camaradas del camino”, grupos de migrantes que se unen en la ruta y forman lazos temporales, pues como dice El Caracas, “todos ellos llegan y se van, llegan y se van…”.
El Caracas es un hombre de 30 años proveniente de la capital de Venezuela y lleva cuatro meses en la ciudad, de los cuales lleva ya casi dos viviendo en estas vías, pues ante la falta de respuesta para poder cruzar la frontera legalmente, decidió partir con rumbo al basurero, en Huehuetoca en el Estado de México, para abordar La Bestia y continuar su camino.
“Con lo que pasó ayer allá en los buses (central camionera), yo pa’qué me espero a que nos pase aquí, es jugarle al gato y al ratón. Yo sólo quiero llegar a Estados Unidos unos dos años o uno, trabajar, poner mi tiendita allá en Venezuela o una carnicería, ya sabes; yo sí quiero volver”, declaró.
El temor llegó a este campamento que se montó a ras de suelo tras el desalojo del día anterior en la terminal de autobuses del norte, en donde fueron expulsados cientos de migrantes que ahí se encontraban esperando para abordar un camión con destino al norte del país. Después de esto, todos muestran su preocupación, pues temen que llegue primero “la migra” que el día de su cita para poder sacar el permiso y pasar al otro lado. Alrededor de 200 personas se encuentran en este sitio.
La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, reportó una disminución significativa de 66 por ciento en la migración de Venezuela a México, derivado del reinicio de las pláticas entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de ese país a mediados de octubre, así como con Estados Unidos.
Al participar en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, efectuada en Ciudad Obregón, Sonora, la canciller mencionó que entre septiembre y octubre se registró una disminución muy importante de venezolanos en la frontera norte.
“En septiembre teníamos alrededor de 60 mil que estaban llegando a la frontera norte, y ahora ya tenemos alrededor de 40 mil”, refirió. De acuerdo con la gráfica presentada por Bárcena Ibarra, hay un promedio diario de siete mil 483 encuentros de migrantes en el límite de México con Estados Unidos.
Luego de la ola migratoria de agosto, septiembre y octubre, los datos oficiales señalan que al 5 de noviembre hay una reducción mensual de 19.9 por ciento en la migración de Colombia; de 18.5 por ciento en la de Nicaragua; 17.7 de Guatemala, y de 10.1 por ciento de Honduras.
Sin embargo, la secretaria de Relaciones Exteriores destacó un incremento de los encuentros de migrantes de Haití en 27.6 por ciento; de Ecuador, 15.7, y de Cuba, 12.7 puntos porcentuales.
Indicó que luego de la cumbre migratoria en Palenque, Chiapas, efectuada el 22 de octubre pasado con los jefes de Estado y representantes de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela, se lograron acuerdos importantes para atender las causas de esta problemática.
“México ya está invirtiendo 80 millones de dólares en Guatemala, en Honduras, en El Salvador y sí se ha logrado detener, francamente, el constante flujo migratorio con los programas de Sembrando Vida y Jóvenes construyendo el futuro”, resaltó.
En ese contexto, el Presidente López Obrador aseveró que México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio “sin precedentes”, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 16 mil migrantes que llegan al día a las fronteras mexicanas.
Respecto al caso de Venezuela, sostuvo que “es notorio cómo a partir de que iniciaron las pláticas (con Estados Unidos), acuerdos con Venezuela, está disminuyendo el número de migrantes”.
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