Al desplome electoral que sufrió el PRD en los comicios del pasado 2 de junio le siguió un proceso de balcanización, traducido en la creación de varios partidos estatales con el mismo nombre, pero ya no supeditados a una dirección nacional. En algunos casos hay disputa por el control de los nuevos partiditos, como en el Estado de México, en donde el presidente del Comité Estatal, Agustín Barrera, y el secretario general, Javier Rivera, se asumen cada uno como el legítimo dirigente. Recientemente, los tribunales electorales reconocieron la titularidad de Agustín, pero el grupo de Javier alega que eso fue cuando el sol azteca era un partido nacional. A Javier lo apoya el coordinador de la bancada perredista en el Congreso local, Omar Ortega, quien busca consolidar su dominio. Como sea, el órgano electoral local les dio a los grupos en pugna un plazo de 60 días para que se pongan de acuerdo, pues de lo contrario el nuevo partido perderá el registro. Pendientes.
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