Tremendo abucheo el que se llevó el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, ayer, durante el acto de presentación del Plan de Justicia para Pasta de Conchos ¡en su propio estado! Nos cuentan que todo ocurrió al momento de ser presentado para tomar la palabra como marcan los protocolos. Frente al atril, el mandatario priista parecía no dar crédito a la silbatina de la que estaba siendo objeto frente al Presidente López Obrador, y la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum. “¡Fuera, fuera, fuera!”, tuvo que escuchar Jiménez Salinas, a quien no le sirvió mucho, para contener, las expresiones de repudio, el recurso de reconocer al Presidente ni tampoco la felicitación a Sheinbaum. Hubo un momento en el que Manolo se suma a las arengas en favor de la futura Presidenta. “¡Claudia, Claudia, Claudia!”, para tratar de aminorar las expresiones de rechazo. Uf.
La primera acción fue el arranque del programa La Clínica es nuestra, que implicó la entrega de 648 millones de pesos a los Comités de Salud y Bienestar. Ayer, un recorrido por las obras del hospital de Atenco para darle un impulso a la recuperación de las mismas da cuenta, nos comentan, de la relevancia que la agenda de salud está teniendo en la administración de la gobernadora Delfina Gómez al frente del Estado de México. Acompañada del titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, la maestra, nos dicen, ha dejado claro que sacará del olvido proyectos que quedaron inconclusos en administraciones pasadas, a pesar de su relevancia. La de Atenco es una de esas 10 obras inconclusas. Sin embargo, ahora ya trae un avance de 24 por ciento y con una capacidad de 60 camas estará concluida en septiembre. Ahí el dato.
Es una realidad que entre las organizaciones que promovieron la llamada Marea Rosa hay opiniones distintas sobre qué hacer con la fuerza ciudadana que se expresó en varios momentos antes de las elecciones en el Zócalo. Ha quedado claro que por un lado hay quienes se inclinan hacia conducir esa fuerza por los canales que hoy existen para hacer política y tener incidencia en decisiones: esto es, un partido. Sin embargo, del otro lado persiste el resquemor hacia los partidos por el descrédito con que cargan a causa del agandalle, las facciones y otras malas prácticas que repiten. Sin embargo los que no quieren ser partido se mueven en la pretensión de ser exégetas del sentir ciudadano sin más autoridad y legitimidad que su presencia mediática. Hoy las agrupaciones que conforman a Unid@s tienen el reto de la coexistencia y el de que la Marea no los olvide.
En busca de un futuro que no se sabe si existirá en los próximos años para el PRI, el dirigente nacional de este partido, Alejandro Moreno Cárdenas, nos comentan, pretende recurrir a medidas extraordinarias para no terminar igual que su aún aliado: el PRD. O sea, sin registro. Y es que en una entrevista radiofónica dio a conocer que se analiza una “reforma grandísima” para la que consultará la posibilidad de modificar el nombre, sus colores y su logo. De inmediato varios alzaron la ceja y se lanzaron a la crítica contra el plan del priista, pues se preguntan si verdaderamente considera que con eso la gente podría creer que hubo una evolución interna. No han faltado las reacciones en las benditas redes, entre ellas la de sus críticos que consideran que el PRI no necesita ser cambiado, sino que el PRI cambie a Alito. Uf.
Y hablando de debacles de partidos, al parecer el PRD se ha ido olvidando de los cómputos distritales que tanto peleó e impugnó, tras el anuncio del INE de que perdió el registro. Y es que en toda la semana los dirigentes de esa fuerza política, el principal de ellos Jesús Zambrano, no han salido a explicar qué va a pasar con la fuerza laboral y lo que pudiera seguir. Lo cierto es que ese partido se encuentra fracturado por dentro y por fuera, y se ha dicho que algunos ya andan buscando la manera de formar un nuevo partido. Mientras eso ocurre, avanzan los procesos para la extinción formal de esa franquicia, pues el INE ha convocado el próximo 19 de junio a la sesión en la que se realizará la insaculación para designar al interventor que tendrá a su cargo la tarea de la liquidación.
Y son investigadores del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM quienes han aparecido para señalar los riesgos que ven en la reforma al Poder Judicial. Lo hicieron a través de un análisis técnico de las iniciativas de reformas presentadas por el Presidente el pasado 5 de febrero. En particular llama la atención, nos comentan, que ponen el ojo en uno de los temas que desde Palacio se ha señalado como irreductible: el de que los jueces, ministros y magistrados sean electos por voto popular. “El método de designación es quizá el mejor ejemplo del retroceso que implicaría la aprobación del Plan C Judicial. Lo que la iniciativa propone, en pocas palabras, es pasar de un (muy) imperfecto proceso de designación, a otro que prácticamente aseguraría la captura y la partidización de la judicatura”, ha señalado Javier Martínez Reyes. Uno de los efectos, ha apuntado otro académico, César Astudillo, es que serían cesados mil 665 jueces, magistrados y ministros. Pendientes.
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