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Viven personas con discapacidad “contradicción” por la movilidad

La activista Jen Mulini pide a autoridades capitalinas consultar a este sector poblacional para hacer mejoras en la materia; Metrobús, el más amigable, afirma; Libre Acceso, A.C., señala que no basta con dar la gratuidad en medios
  • Por Redacción
Viven personas con discapacidad “contradicción” por la movilidad

Las personas con discapacidad lidian diariamente con varios desafíos al moverse por la Ciudad de México, principalmente, porque no hay accesibilidad suficiente en el transporte público, así como por la falta de empatía de algunos ciudadanos.

Jen Mulini llegó con su silla de ruedas a la capital del país desde hace 10 años, pues vivía en la Huasteca Hidalguense, donde en la comunidad rural indígena en la cual vivía era muy compleja para movilizarse, por lo que decidió buscar nuevas opciones en la ciudad.

“Estar en la Ciudad de México es vivir una contradicción permanentemente porque, aunque ya hay muchas medidas de accesibilidad en el transporte público, a veces la misma gente es la que pareciera que impide que nosotros podamos disfrutar de nuestro derecho a la movilidad”, comentó la joven a La Razón durante un recorrido en transporte público.

De acuerdo con el Censo 2020, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en la Ciudad de México vivía un millón 703 mil 827 personas con discapacidad. Las demarcaciones con más porcentaje de este sector de la población son Iztacalco, con 20.1 por ciento; Magdalena Contreras, con 19.8, y Azcapotzalco, con 19.3.

El pasado 14 de octubre, este diario informó que aun con la rehabilitación del tramo Pantitlán-Ciudad Deportiva, de la Línea 9 del Metro, las escaleras eléctricas en la primera estación están inservibles desde 2023. De acuerdo con el titular del transporte, Guillermo Calderón, la problemática se debe a los asentamientos diferenciales.

En una visita a la estación Pantitlán, este diario observó que adultos mayores y personas con discapacidad son los principales usuarios afectados por la falta de funcionamiento de las escaleras eléctricas a pesar de la Ley de Accesibilidad para la Ciudad de México que establece que el acceso al transporte debe estar garantizado para las personas con discapacidad.

Jen Mulini contó que el transporte que más utiliza es el Metrobús, el cual es su favorito, ya que cuenta con un espacio adaptado para las personas con sillas de ruedas, en el cual se pueden colocar un cinturón de seguridad; sin embargo, en el Metro forzosamente debe ir acompañada.

La mujer, quien es integrante del Movimiento de Personas con Discapacidad y de Mexicanas con Discapacidad, reclamó que no todas las estaciones del Metro cuentan con elevador, y en las que hay, no funcionan. También, dijo, ha sido testigo de que se utiliza como baño, en contraste, comentó que el Metrobús se ha preocupado por aportar accesibilidad; sin embargo, la infraestructura de la calle lo complica.

“La única línea que está completamente accesible es la Línea 12, es la única que tiene las medidas de accesibilidad y las estaciones del Metrobús que están sobre Reforma a la altura de Insurgentes son difíciles hacer un transborde, porque los cruces no coinciden, no están completamente bien pensadas las rutas para una accesibilidad universal”, indicó.

En ese sentido, la activista sugirió que se debe consultar a dicho sector con la finalidad de hacer pruebas para realizar acciones de mejora, ya que “no son las personas con discapacidad quienes lo sugerimos, sólo nos usan para la foto”.

Jen Mulini recordó que un momento en el que sintió empatía de la gente, fue después del temblor del 2017, pues percibió un cambio en la actitud de las personas hacia ella, por lo que reconoció que las campañas de conciencia a la discapacidad que hay en el transporte público son un aporte.

“Durante tres meses la gente fue muy amable, se quitaban del espacio sin que yo lo pidiera, pero sólo fue cuando algo muy fuerte nos sacudió socialmente que pude vivir ese cambio, de ahí en fuera es complejo, hay gente que me ve entrar y se levanta, pero también hay gente que se hace que no me ve”, expuso.

De acuerdo con el Artículo 206 del Código Penal local, la discriminación puede ser sancionada de uno a tres años de prisión o con una multa de 50 a 200 veces la unidad de medida y actualización.

La mujer recordó que en una ocasión un grupo de personas la intentó ayudar para salir de la estación del Metro Indios Verdes, a pesar de que ella les explicó cómo sujetar la silla de ruedas, pero al no acatar las instrucciones se cayó y se golpeó en la cabeza y la columna.

“Es bien complejo tener que depositar la confianza en que la integridad física, nuestra y de ellos, va a salir adelante, si yo me hubiera descalabrado, ¿cómo se hubieran sentido ellos de ayudarme?, esto pasa por la falta de accesibilidad”, mencionó la joven.

La activista consideró que las autoridades deben otorgar un presupuesto fijo para que mejore la accesibilidad y se les dé mantenimiento a los elevadores del Metro. Exhortó a la ciudadanía a ser empática con las personas discapacitadas.

La Ley para la Integración al Desarrollo de las Personas con Discapacidad del Distrito Federal señala en su artículo 2 que, “En la Ciudad de México todas las personas con discapacidad contarán con las condiciones necesarias para el libre ejercicio de las garantías que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

La presidenta de la organización Libre Acceso, A.C., Laura Bermejo Molina, consideró en entrevista que no es suficiente dar gratuidad en el transporte a las personas discapacitadas, sino que se garantice la movilidad digna, por lo que exhortó a las autoridades a invertir más presupuesto etiquetado de cada uno de los transportes.

“Primero hay que recordar que es un derecho aplicado a nuestro país y debe ejercerse, todos los servicios sí o sí deben de tener un presupuesto exclusivamente para el acceso a la movilidad, también que consulten a las personas con discapacidad para que no especulen las autoridades.

“Otro pilar es la consulta a expertos profesionales que conozcan el tema de accesibilidad para hacer equipo colegiado en el que personas con discapacidad, expertos desde la academia, autoridad y sociedad civil, puedan decir qué se requiere para mejorar y dónde para mejorar las condiciones”, externó.

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