Día 1 de cierre de Línea 1 del Metro: aplican plan para corregir saturación
Con largas filas, confusión, cobros dobles y demoras de hasta 30 minutos adicionales, transcurrió el primer día de cierre de la Línea 1 del Metro, debido a la remodelación, tras más de medio siglo sin ninguna intervención mayor.
En el Cetram de San Lázaro y en el de Pantitlán, dos puntos que de por sí suelen ser caóticos en horas pico, se vio más afluencia de lo habitual, al igual que en Balderas, donde los usuarios padecieron esperas muy prolongadas y largas filas.
Aunque el servicio provisional de autobuses de RTP comenzó a operar desde las 4:45 de la mañana, con vehículos qu, se esperaba, saldrían aproximadamente cada cinco minutos, pasadas las 6:00 horas las paradas comenzaron a llenarse de usuarios, sobre todo en los puntos de mayor afluencia, con filas de cientos de ciudadanos a la espera de traslado, lo cual era imposible porque los camiones salían a reventar de los paraderos.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, San Lázaro fue el punto con mayor afectaciones. Y es que la estación que conecta a la línea rosa con la B, desde donde viajan usuarios provenientes del Estado de México, el caos se observó desde muy temprano.
Para atender la gran afluencia de pasajeros, se optó por enviar unidades de RTP vacías al punto, para evitar que los autobuses que salían de Pantitlán llegaran muy llenos hasta ahí.
En el Cetram Pantitlán, que conecta tres líneas del Metro, los tumultos también fueron la postal más recurrente. Cientos de usuarios usaron como alternativa la Línea 9 del Metro, lo que la llevó a una saturación.
En medio del caos y con la intención de llegar más rápido a la Línea 9, centenares de usuarios ingresaron en tropel por un acceso de la Línea A que está cerrado por reparaciones, lo que llevó a que el director del Metro, Guillermo Calderón, pidiera desde su Twitter que dejaran de ingresar por ese acceso.
Quienes hicieron uso del servicio provisional de RTP se enfrentaron a una serie de inconvenientes a lo largo de sus trayectos, los cuales, en promedio, según comentaron varios de los afectados, les provocó un retraso de hasta media hora para llegar a su destino.
A las afueras de la estación Balderas, durante buena parte del día se vieron filas de cientos de personas que tuvieron que caminar un tramo de aproximadamente cinco minutos desde el paradero provisional de autobuses hacia la estación del Metro.
Debido a la confusión, hubo quienes pagaron doble pasaje, por lo que las autoridades reiteraron el llamado a hacer uso de la tarjeta de Movilidad Integrada para evitar ese problema.
“¿Otro cobro? No, ¿cómo?” Se escuchó a una mujer decir frente a los torniquetes de la estación Balderas, tras hacer uso del servicio provisional de RTP.
“En lugar de cinco pesos, me acabo de gastar el doble, porque me cobraron cuando me subí (al RTP) en San Lázaro y ya había pagado el Metro”, contó a La Razón una usuaria.
“Sí deberían de afinar eso, de decirnos bien cómo hacerle, porque yo llegué al camión y nos estaban diciendo alisten sus cinco pesos, entonces ya ahí uno gasta doble”, mencionó.
Otro de los problemas que no agradó a los usuarios, especialmente a las mujeres, fue que el uso de RTP impide que se respete el área exclusiva para discapacitados y personas del sexo femenino.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que el operativo para garantizar la movilidad de los usuarios afectados por el cierre de la Línea 1 del Metro, transcurrió “ordenado y sin incidentes”.
En conferencia de prensa, la mandataria explicó que el orden se debió a los trabajos previos que se realizaron durante el fin de semana, en los que las autoridades se dieron cuenta de que haría falta personal.
Sheinbaum recordó que este lunes se desplegó a un total de dos mil 500 trabajadores del gobierno capitalino, quienes apoyaron para brindar información y guiar a los usuarios en sus trayectos, y adelantó que la próxima semana la plantilla se reducirá a 600 trabajadores.
La Jefa de Gobierno explicó que se optó por “volcar al gobierno” a las calles para brindar atención a la ciudadanía, pues advirtió que aunque la línea quedará lista el próximo año, no se podía dejar a la siguiente administración una situación como ésta.
“El riesgo posterior podría ser muy amplio; aún cuando la línea va a estar en un año, no podíamos dejarle a la siguiente administración una situación de este tipo”, dijo.
Por la mañana, la mandataria supervisó los operativos de apoyo a pasajeros desde las estaciones Pino Suárez, San Lázaro y Salto del Agua, a las cuales se trasladó en motocicleta. Posteriormente visitó la central de la policía capitalina, desde donde continuó supervisando las maniobras.
Durante su recorrido, la mandataria explicó que hubo filas en la estación San Lázaro, por lo que solicitó más unidades de RTP para agilizar el trayecto.
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