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Demandan respetar a trabajadoras sexuales

Activistas acusan que pieza de la argentina en el MUAC violenta a adultas mayores de la Casa Xochiquetzal; museo defiende libertad de expresión; albergue critica la muestra
  • Por Redacción
Demandan respetar a trabajadoras sexuales

Un grupo de activistas protestó en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en contra de una pieza y un video de la artista argentina Ana Gallardo, pues acusaron que “revictimiza y violenta” a las trabajadoras sexuales de la tercera edad de la Casa Xochiquetzal.

La activista y trabajadora sexual, Victoria Sámano, criticó la exposición de la pieza Extracto para un fracasado proyecto, que es parte de la muestra Tembló acá un delirio, y la cual se trata de un texto grabado en un muro y una grabación en la que habla sobre su experiencia en el albergue de las mujeres trabajadoras sexuales de la tercera edad, localizado en la colonia Centro, en la alcaldía Cuauhtémoc.

“Estamos resistiendo día a día, porque no hay apoyo de la sociedad civil. Es inaceptable que a través de estos proyectos que dicen realizar para visibilizar las vivencias que ahí se encuentran, después lo vengan a exponer a los museos, siendo ellos los únicos que son remunerados económicamente, porque no aportan nada a nuestros refugios”, expresó la joven.

De acuerdo con el MUAC, la artista Ana Gallardo alude en su pieza a la “frustración que vivió” en su cercanía con este albergue; no obstante, entre insultos a las personas que lo habitan, narra que al permiso para hacer su proyecto artístico en el lugar se le pidió, a manera de intercambio, cuidar a una residente llamada Estela, a quien también insulta, pues se queja de las labores que debe hacer para atenderla.

Además, la Casa Xochiquetzal, que opera desde 2006, así como las activistas que ayer protestaron en contra de un video que también se muestra en la exposición del MUAC, el cual fue grabado por Ana Gallardo sin la autorización del albergue ni de la mujer. En la grabación se aprecia a Estela, quien estaba enferma.

“Hoy se pide que esta exposición de Ana Gallardo quede fuera de este museo y que haya una reparación del daño para las compañeras de la Casa Xochiquetzal; asímismo, les invitamos a realizar donaciones a estos espacios que, al final de cuentas, estamos haciendo el trabajo que le corresponde al gobierno”, exigió Victoria Sámano, fundadora de la organización para mujeres y personas LGBT+ en situación vulnerable, LLECA.

Afuera del museo, activistas con el rostro encapuchado quemaron publicidad de la exposición de Ana Gallardo e hicieron algunas pintas para denunciar lo que consideraron como un acto de violencia en contra de mujeres que han vivido en la vulnerabilidad y que encontraron en la Casa Xochiquetzal un espacio de atención y convivencia.

“Derechos para las trabajadoras sexuales”, “Respeto total al trabajo sexual”, “No a la discriminación a las trabajadoras sexuales”, “La violencia no es arte” fueron algunas de las consignas de las manifestantes.

De acuerdo con los resultados de la Segunda Encuesta Trabajo Sexual, Derechos y No Discriminación, elaborada por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México y el Centro de Apoyo a las Identidades Trans, A.C., del total de personas trabajadoras sexuales encuestadas, 64.1 por ciento denunció haber sido víctima de un acto de discriminación o de violencia al ejercer su oficio en la calle.

Los datos muestran que, del total de personas agredidas, 69.2 por ciento indicó que los clientes fueron los principales violentadores; 51.9 por ciento, por transeúntes; 45.5 por ciento por compañeras de trabajo, y 33.3 por ciento, por vecinos.

El pasado 9 de octubre, la Casa Xochiquetzal envió una carta a la curadora asociada del MUAC, Alejandra Labastida, para expresar su preocupación y “descontento” por la pieza de Ana Gallardo, a quien acusa de mentir, descalificar e insultar.

En la misiva, el albergue afirma que la artista argentina no pasó “un tiempo” cuidando a Estela, sino que lo hizo un sólo día.

Además, aclara que de haber estado constantemente en el lugar habría conocido que las palabras “puta” y “prostituta”, como menciona en su pieza expuesta en el MUAC, son palabras dolosas para las mujeres que ahí viven.

“Efectivamente se le pidió una retribución, como se le pide a toda la gente externa que, como ella, busca sacar provecho de la Casa para sus proyectos personales. Hay muchas artistas que se han acercado a la casa y han dado tiempo a cambio, y ninguna de ellas ha revelado el nombre de las mujeres (cosa que sí hizo esta persona), y que pueden constatar la dignidad con la que ahí se vive y se disfruta vivir.

“Ni Estela ni nadie ha estado jamás en las condiciones que ella describe y tenemos muchos testimonios que les podemos compartir si lo desean”, se lee en la carta.

Al respecto, el 11 de octubre el MUAC respondió a la carta enviada por la Casa Xochiquetzal que el mural escrito por Ana Gallardo es parte de otras piezas que “construyen una suerte de autobiografía de la artista quien narra sus luchas, encuentros, desencuentros, victorias y frustraciones frente a una sociedad que abandona a sus adultos mayores”.

El museo, localizado en el campus Ciudad Universitaria de la UNAM, en Coyoacán, afirma que la exposición se integró en colaboración el Museo Centro de Arte Dos de Mayo, por lo que distintas autoridades universitarias refrendan y promueven el respeto a la libre expresión.

Además, el recinto informó que establecerían contacto con la Casa Xochiquetzal para intercambiar puntos de vista.

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