Aprueban 'Ley Maple' tras muerte de perrito que fue llevado a un entrenamiento y regresó en una urna

Con 48 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la Ley Maple, la cual busca regular la actividad de guarderías, hospitales, paseadores, entrenamiento y establecimientos que se dediquen al cuidado, salvaguarda, adiestramiento o pensión de animales de compañía.

Esta iniciativa nació a raíz de quienes fueron sensibles al caso de Adriana Mondragón, quien después de llevar a Maple, su perrito, a una guardería por un par de días, denunció haberlo recibido en cenizas, en una urna, sin explicación satisfactoria alguna cuando Maple no padecía ninguna enfermedad que pudiera provocar su deceso.

Ante la insatisfacción y descontento de los hechos, la sociedad civil, activistas y la Comisión de Bienestar Animal lograron conseguir más de 75 mil firmas de apoyo a través de la plataforma Change. Org y en octubre del año pasado la Bancada Naranja se unió a la causa de Adriana.

El legislador Royfid Torres González, reconoció los esfuerzos de todos los involucrados para dar este paso fundamental en el tema, al brindar seguridad y garantías a quienes dejan algún animal a resguardo en pensiones, veterinarias o escuelas de adiestramiento en la Ciudad de México.

“Reconocer el esfuerzo y la valentía de Adri, quien confió en nosotros para llevar adelante su lucha; de la voluntad y el trabajo de la Comisión de Bienestar Animal, al ser sensibles y atender este tema, que busca dotar de certeza a los dueños y cuidadores, porque se trata también de garantizar los derechos a estas familias multiespecie”, externó Royfid Torres.

Gracias a la aprobación de la Ley Maple, se permitirá que se cree un padrón oficial de prestadores de servicios como escuelas y pensiones para que los dueños de mascotas puedan estar seguros de quien cuida de sus animalitos, estén registrados y capacitados para hacerlo.

Además, las alcaldías tendrán que regular y supervisar a las pensiones y escuelas, asegurándose que cumplan con mínimos como tener un veterinario disponible 24/7 e instalaciones adecuadas.

Por su parte, los paseadores, terapistas y entrenadores tendrán que contar con un permiso para poder realizar sus actividades y la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) deberá canalizar las denuncias de violencia animal a la autoridad judicial.

La Ley Maple también apuesta por la justicia restaurativa, en la que los violentadores de animales domésticos tendrán que asistir por lo menos a una jornada de convivencia con animales de apoyo emocional, además de las medidas adicionales que determine la ley.

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