Una ácida y loca cinta sobre el fracaso
El director mexicano Artemio Narro toma como pretexto el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas para hacer ColOZio, una película sobre el fracaso y cómo los mexicanos son expertos en echarle la culpa a los demás de sus derrotas.
La cinta cuenta la historia de dos jóvenes Diego (Diego Calva) y Gael (Manolo Caso), quienes en medio de un viaje de ácido ven que la televisión les avisa que en unos días asesinarán al candidato a la presidencia, por lo que deciden impedir la muerte del político. Una situación que los llevará a realizar un roadtrip estrambótico lleno de locura y reflexiones.
“Experimentando el fracaso de mi primera película se me ocurrió que quería hacer una cinta sobre el fracaso, recordé la anécdota que tenía de Diego y Gael tratando de evitar el asesinato de Colosio”, comentó el realizador Artemio Narro en entrevista con La Razón.
Cuando lidiaba con su derrota pensó “cómo en México somos expertos en echarle la culpa de todo a los demás y a lo que sea, yo decía, mi película no la aceptan porque seguro van a aceptar la de Michel Franco, luego decía seguro los franceses van a elegir en Cannes a Amat Escalante, y ni siquiera coincidían las fechas. Hice un recuento de México de cómo empezamos a echarle culpas a los demás, a los españoles porque llegaron, luego los aztecas a los tlaxcaltecas por traidores, a los gringos por quitarnos Texas y california”, explicó.
Dijo que finalmente decidió que el hilo conductor fuera el asesinato de Colosio porque fue el hecho que más lo marcó en su juventud. “Se quedó en el inconsciente colectivo que era el personaje que iba a salvar a México de sí mismo”, agregó.
Este pensamiento que se tiene de que Colosio lo refleja en las historias de los protagonistas: Diego, quien salvando al candidato quiere volverse un DJ famoso; Gael que con esta hazaña anhela ser un escritor reconocido y Mundo (Orlando Moguel), un oficinista mediocre que busca el reconocimiento de una mujer. Tres fracasados en busca de la gloria.
“El rodaje fue como la vacación más divertida de la vida. Aproveché para sacar mis frustraciones, me aviento un monólogo que me volé de Rimbaud, está esto de culpar a los intelectuales. A la fecha digo, no la armé en la literatura y poesía por la academia, pero la neta es que nunca me he animado a publicar, pero sigo culpando a la academia, a Villoro”, dijo sobre su rol Manolo Caso, quien se describió como “un amante de la mediocridad, no pienso cambiar, entonces este personaje me cayó como anillo al dedo, para un mediocre como yo interpretar a otro ni esfuerzo tuve que hacer “, añadió entre risas.
Para Diego Calva, nominado al Oscar por Babylon, fue una gozadera, pero sin el glamour hollywoodense, porque durante el rodaje pasaron gran parte del tiempo en ese carro rojo que acompaña a los personajes en el loco viaje en el que se encuentran a las brujas de Macbeth o pasan casi 10 minutos bailando en el trip de ácido.
Sobre cómo será recibida la cinta, al usar a Colosio para profundizar en el fracaso, Narro comentó que ya está habituado a los haters e incluso les aconseja que “la recomienden a sus peores enemigos”.
“Con mi primera película recibí críticas de gente que me escribía ‘ojalá no vuelvas a filmar nunca’, lo tomo como, gracias por tomarte el tiempo de ver mi película, por odiarla. Estoy acostumbrado a los insultos, en lugar de angustiarme les agradezco”, concluyó el director de la cinta en cartelera en la Cineteca Nacional.
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