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“Todos los aplausos para López Tarso”

Colegas como Sergio Kleiner, Leticia Calderón y José Elías Moreno destacan que interpretó todos los papeles que quiso; externan sentir admiración por la gran capacidad de memoria y profesionalismo del actor de Macario
  • Por Redacción
“Todos los aplausos para López Tarso”

Ha muerto el mejor actor de hispanoamérica”, dijo ayer Juan Ignacio Aranda al referirse a su padre Ignacio López Tarso, primer actor mexicano que desde los inicios de su trayectoria hasta los últimos días de su vida se entregó como nadie a la actuación en cine, televisión y teatro. Todavía internado en el hospital comentaba que le preocupaba no estar a tiempo en un llamado.

“Fue un ser espléndido, maravilloso, un gran actor, un maravilloso padre, lo despedimos con mucho amor”, compartió su hijo, el histrión Juan Ignacio Aranda al llegar a la funeraria ubicada en San Jerónimo, en la Ciudad de México, donde familiares y sus más cercanos colegas y amigos fueron a darle el último adiós.

Con una capacidad de memoria prodigiosa y talento en la actuación, López Tarso desde los 13 años, cuando ingresó a un seminario y descubrió el teatro hasta sus últimos días dio vida a los más diversos personajes.

De sus papeles más recordados se encuentran Macario, de la cinta del mismo nombre dirigida por Roberto Gavaldón y primera película mexicana nominada a los Oscar; Juan Preciado, de la adaptación de Pedro Páramo, Hilario Jiménez de La sombra del caudillo, filme dirigido por Julio Bracho, que fue censurado por 30 años; y Dionisio Pinzón, de El Gallo de oro.

En teatro, los mismo fue Edipo que Pablo Picasso. Interpretó desde obras de William Shakespeare, Garçon Kanin, José Zorrilla, Lope de Vega, Sergio Magaña y hasta Sófocles y Moliére.

“Estoy muy triste y a la vez contenta por haber compartido con un hombre que hizo tantas cosas, fue pilar en el teatro, en el cine, en la televisión, trabajó con muchísima gente, hizo muchísimos personajes.

“Creo que se fue tranquilo por haber hecho muchas cosas, compartido con su familia, hecho todos los personajes que quiso, que trabajó con quien quiso, que hizo las obras de teatro que se le dio la gana”, destacó la actriz Leticia Calderón, quien con voz entrecortada contó que se quedaron varias comidas pendientes con López Tarso.

El histrión, quien falleció la noche del sábado a los 98 años, fue un ejemplo para colegas de su generación y posteriores por su disciplina, entrega, compromiso y profesionalismo, tal como recordó el histrión Sergio Kleiner con quien compartió elenco.

“Fue un actor inigualable, incomparable, inconmensurable, un gran ejemplo para todos los que amamos el teatro, el cine y la televisión, nadie como él se ha dedicado en cuerpo y alma a su oficio, nadie como él ha interpretado a los más grandes personajes de la literatura dramática universal, bendito sea y en paz descanse mi querido Don Ignacio López Tarso”, dijo Kleiner llorando, pero con una voz firme Kleiner. Además lo rememoró como un hombre sencillo y humilde, como “son los grandes”.

No importaba si ya tenía una carrera consolidada, López Tarso siempre se preparaba y había ocasiones en las que estudiaba para tres obras de teatro al mismo tiempo, porque para él su mejor regalo era estar en la tarima y con el público, por el cual sentía un profundo respeto.

“Como compañero siempre fue muy profesional, amoroso, tenía una memoria que todos conocemos. Me siento tan mal porque me invitaron a hacer Un Picasso no tenía tiempo de aprenderme la obra de teatro, no quise quedarle mal a Don Ignacio, de repente me entero que estaba montando tres obras al mismo tiempo, no sabes cómo me regañé, por floja, él lo entendió que estaba con mis hijos, en terapias; eso me dejó como lección el compromiso al trabajo, de prepararte, no quedarte aplastado con el celular, leer libros, en lugar de estar en las redes sociales, porque siempre fue muy comprometido”, expresó Leticia Calderón.

El también actor de Edipo rey, en la recta final de su vida también siguió enseñando que el profesionalismo y calidad de un histrión no lo abandonan incluso en los momentos más aciagos como lo fue la pandemia de Covid-19, no se quedó atrás e incursionó en el streaming con la obra Leonardo y la máquina de volar.

Cuando productores, actores y directores de teatro señalaban que era incosteable hacer obras virtuales o que no había un gran público interesado, López Tarso demostró que era posible. El interés por verlo en aquel mes de agosto del 2020 fue tanto que la página Bolétopolis colapsó, en ocho años el sitio no se había enfrentado a un fenómeno así.

La función se realizó días después y no importó la barrera de la pantalla para que los 800 espectadores se conmovieran con la lectura dramatizada de esa obra.

“Nunca imaginé que una obra online podría captarme tanto, increible actor”, “aplausos de pie maestro, estuvo hermosa la lectura, también Juan Ignacio, gracias por la pasión que le tienen al teatro” fueron algunos de los halagos que recibió aquel día y al histrión se le vio rotundamente feliz. En dos años y medio logró hacer siete obras de teatro vía streaming, entre éstas la adaptación de Macario.

“La gente de teatro, como yo, siente satisfacción cuando ve a la gente, es lo que le llena en su carrera como histrión; estar sobre el escenario con la multitud presente y viva es algo que echo de menos”, decía en una entrevista con La Razón.

Cuando los teatros se reactivaron volvió a reencontrarse presencialmente con el público con la obra Una vida en el teatro, con la cual celebraba 70 años de trayectoria artística. En febrero de este año había regresado al estudio de grabación para rodar las temporadas 14 y 15 de Vecinos, donde compartía créditos con César Bono.

Por esa inigualable trayectoria y dedicación, José Elías Moreno, histrión y presidente de la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) consideró que Ignacio López Tarso “es la tapa del frasco del arte de méxico, la punta de la pirámide, la figura más importante del siglo XX, nos representó internacionalmente, es el mejor actor por mucho”.

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