The First Slam Dunk, la magia del anime en la duela
Ese momento exacto en el que al buscar encestar y suspenderse por un segundo en el aire el mundo pareciera detenerse, ese otro en el que se magnifican los latidos del corazón mientras bota el balón, lo mismo aquel donde se cruzan miradas profundas y fugaces antes de la siguiente jugada, esos son los puntos de la acción en la duela que en The First Slam Dunk no sólo sirven para estirar la tensión dentro de un partido de baloncesto que se extiende durante toda la película, sino donde se van insertando los flashback que, así como ofrecen respiros en el desarrollo, también narran las historias que forjaron el carácter de los integrantes del equipo de Shohoku, a los cuales seguimos en su enfrentamiento con Sannoh Kogyo durante la final del Campeonato Nacional-Interescolar.
Porque en esta ocasión la trama no se concentra en el joven Hanamichi Sakuragi, protagonista de la serie que allá por 1993 adaptara el popular manga de Takehiko Inoue, quien cuál coach hoy se pone al frente de esta nueva producción que lleva la franquicia a la pantalla grande. Estamos ante un armado tipo coral de líneas arguméntales que confluyen durante el trayecto del juego, y que, aunque llega a ser un tanto desigual al recargarse un poco más en la figura de Ryota Miyagi y su tragedia familiar, se dan el tiempo de exponer los procesos y motivaciones de todos los protagonistas, con sus inseguridades y rivalidades al interior del grupo, lo cual así como le da una buena carga de humanidad, más allá de los estereotipos, resulta ideal para que la pueda disfrutar el público en general que no está familiarizado con lo que fue la serie.
Es cierto que algunos de estos pasajes del pasado son más bien anecdóticos en su forma, pero todos tienen el suficiente significado para que al conjugarse con los hechos en el presente adquieran peso y refuercen el dramatismo que acompaña la intensidad del encuentro reflejado con encuadres y perspectivas que sólo la animación puede ofrecer, todo en secuencias trepidantes y espectaculares que mantienen su pretensión de hazaña deportiva al límite de la verosimilitud.
Es precisamente a este equilibrio alejado de efectismos que rayan la fantasía y sin la necesidad de abusar del contraste con las reacciones del público presente en su ficción, que se debe el que Slam Dunk sea catalogada como una de las mejores obras de anime con tema deportivo, estatus que hoy refrenda para el cine con una propuesta impecable en el apartado visual —no por nada fue galardonada como mejor película de animación en los Premios de la Academia Japonesa—, además de un minucioso trabajo en la edición de sonido y un soundtrack con un par de rolas destinadas a quedarse en el gusto de los fans que en The First Slam Dunk encontrarán un verdadero festín.
DGC
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