¿Por qué tienes que ver 'El Planeta de los Simios: Nuevo Reino?

El desgaste del concepto de esta saga planteada dentro del universo previo a aquel que desde 1968 se desarrollara a través de cinco películas y una serie de televisión basadas en la novela del escritor francés Pierre Boulle, ya es evidente con su cuarta entrega titulada “El Planeta de los Simios: Nuevo Reino”.

Sobre todo durante su primer tercio donde, pese al vibrante acabado visual y la sobriedad en la presentación de una comunidad de simios que muchas generaciones después de la muerte del legendario César, le han olvidado y han creado sus propios mitos; la línea argumental que sigue los pasos de uno de sus jóvenes miembros pareciera no ir a ningún lado y aporta muy poco al ir recorriendo lugares comunes al tomar temas como el de la exigencia y aparente incomprensión paternal o recurrir al predecible error que conduce a la tragedia, amen del consecuente y necesario encuentro con una humana, cuyas razones para el mismo son muy endebles.

Es solo con la llegada de un tercer protagonista, quien sirve como puente entre pasado y presente, que el relato sostenido hasta ese momento solo gracias a la fluidez del desarrollo y el oficio en la manufactura, comienza a cobrar cierto interés al tensar con sutileza la convivencia entre los personajes para preparar el escenario idóneo donde se habrán de replantear los cuestionamientos con respecto al concepto de civilización, lo cual siempre ha sido el meollo de todo el asunto.

Hay que agregar la irrupción del gran villano que se convierte en el empujón definitivo para la propuesta, pues de ser un simple cliché de megalomanía y totalitarismo, pasa a convertirse en la herramienta para ofrecer un tercer enfoque al conflicto central de la franquicia ahora en poder de Disney, conectando con la idea de tomar atajos evolutivos y el sacrificio de la dignidad a nivel intelectual con tal de sobrevivir.

Es gracias a estos últimos aspectos y a la nula condescendencia en la relación de los protagonistas, que tras el combate final donde la congruencia de la ficción se atropella con tal de permitir el escape y la obvia derrota del antagonista, dando como resultado secuencias hasta eso ejecutadas con solidez tanto a nivel de acción como en sentido dramático; “El Planeta de los Simios: Nuevo Reino”, del director Wes Ball —“Maze Runner: Correr o morir” (2014)—, resulta entretenida y mantiene el nivel del espectáculo aunque a veces es rutinaria y se queda sin aliento al abordar su discurso.

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