Martin Scorsese: ésta no es una simple historia
Los seres humanos podemos ser ambiciosos y tristemente la ambición puede ser una motivación para que algunos cometan actos cuestionables e incluso crímenes, de igual forma algunos pueden ser capaces de ejercer violencia sin remordimiento con tal de conseguir lo que creen merecer y justamente esto es lo que retrata Martin Scorsese en Los asesinos de la luna, un thriller criminal con su característico estilo narrativo que funciona como estudio del comportamiento humano, exponiendo una etapa histórica oscura de Estados Unidos.
“Me presentaron el libro cuando estaba a punto de hacer El irlandés y me intrigó el título, tiempo después trabajé en el guion con Eric Roth y cuando leía la historia pensé ‘no es una cuestión de quién lo hizo, es sobre quién no lo hizo’ porque todos lo hicieron, incluso si simplemente giras la cabeza y miras para otro lado eres cómplice. Y dije ‘quizás ésa sea la historia’, una de cómo es tan fácil para la naturaleza humana ser cómplice de algo de esta escala tan horrenda”, comentó ayer el cineasta en conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México, refiriéndose a cómo llegó a él la historia para su nueva cinta.
El filme muestra lo sucedido cuando se descubre petróleo en la Oklahoma de los años 20 en las tierras de la nación Osage y sus pobladores son asesinados por quienes desean la riqueza que obtuvieron, en este contexto Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) es motivado por su tío William King Hale (Robert De Niro) para que busque casarse con Mollie (Lily Gladstone), una joven nativa americana cuya riqueza es deseada por ellos.
“Empezamos a ir a Oklahoma y quería conocer un poco más al pueblo Osage, porque mis otras experiencias con los nativos americanos en la década de 1970 fueron volátiles y traumáticas, pero aquí fue diferente y al final empezaron a tratarme muy bien, descubrí que esta gente me llevaba a través de su cultura y a través de su historia”, compartió.
“Esta historia no es simple, no es de una víctima y un villano, Molly y Ernest están enamorados, pero Ernest hace cosas malas por su tío, aunque realmente ama a Molly y a la cultura Osage, Molly lo ama y ella no sabe que él ha sido enviado para hacer algo; finalmente la historia se centró en lo que hay entre ellos, en el amor, la confianza y la traición”, añadió el realizador acerca de cómo llegó al hilo conductor para la trama del filme.
Existen dúos históricos en el cine, uno es el formado por Martin Scorsese y Robert De Niro, quienes han llegado a su décima colaboración, pero esta relación es más longeva de lo que muchos piensan y no comenzó en el cine.
“Robert De Niro y yo nos conocimos cuando teníamos 16 años, es la única persona viva en nuestro negocio que sabe quién soy y de dónde vengo, sé quién es él, conozco a sus amigos de esa época, éramos gente de la calle en cierto modo, de un barrio de la clase trabajadora. Nos habíamos perdido el rastro, no me di cuenta de que se había convertido en actor, nos juntamos nuevamente a través de Brian De Palma, luego él supo que me estaba convirtiendo en director y entonces trabajamos en Mean Streets”, platicó el realizador sobre su reencuentro con su viejo conocido.
“Particularmente durante Taxi Driver descubrí que me sorprendió, había un vínculo y una confianza entre nosotros, pero atravesamos momentos difíciles y luego se hizo realidad en Toro Salvaje. Encontramos una gran similitud en nosotros mismos, no podíamos expresarlo y nunca lo habíamos verbalizado, pero sentíamos lo mismo por muchas cosas”, compartió el veterano cineasta.
Curiosamente, esa amistad con De Niro llevó a Scorsese a conocer a otro actor con el que ha colaborado en repetidas ocasiones, incluyendo su nueva película, ya que fue su viejo amigo quien le presentó a Leonardo DiCaprio.
“Descubrí que Leo, aunque hay una diferencia de 30 años, tiene sensibilidades similares y tiene la misma valentía”, expresó acerca de cómo percibe al protagonista de Los asesinos de la luna.
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