Mapean al estilo Scooby-Doo los espectros del centro de la CDMX
Scooby-Doo es una caricatura clásica que ha marcado la infancia de muchos e inspirado a cientos de personas a adentrarse al mundo del terror y los misterios, e inconscientemente impulsó a los historiadores Veka Duncan y Chuy Campos a crear Luis y Caro vs. Los fantasmas de la ciudad, novela infantil con la cual hacen un mapeo de algunos de los espectros más importantes del Centro Histórico de la CDMX, a través de las aventuras de un par de niños a quienes los acompaña su perro y guardián Petrochelo.
“Los dos somos somos muy perreros y esta situación de dimensionar a este animal como el gran guardián y alguien que siempre cuida a los niños es fortuito: en mi caso, un perro que tenía siempre cuidaba a mi hijo… hasta que se lo robaron… y de ahí surgió la idea”, contó a La Razón Chuy Campos, coautor del libro.
“Creo que nunca lo pensamos así, pero cuando era niña, Scooby-Doo era mi caricatura favorita. Queríamos tener al perro como excusa para retomar esa ideade las culturas prehispánicas de que estos compañeros son los que te acompañan al más allá”, agregó entre risas Veka Dunkan.
La novela se centra en Luis y Caro, unos niños oriundos del Centro Histórico de la ciudad, que se encuentran con unas antiguas reliquias que les permiten hacer viajes al pasado; esto lo van a aprovechar para conocer las leyendas y la verdad que esconde la urbe en sus terroríficas noches, repletas de fantasmas, además de luchar contra las fuerzas ambiciosas del mal que desean los artefactos sagrados para cumplir con sus oscuros planes.
Duncan explicó que decidieron contar la historia de los fantasmas del centro a través de una novela porque un compilado de artículos no le iba a interesar a los lectores infantiles; necesitaban algo que los atrajera y con lo que se identificaran.
“Sonaba soso nada más presentar una guía de historias, pero como ambos somos fans de Harry Potter pensamos que sería mejor el relato de unos niños desarrollado en el Centro de la ciudad, porque es un lugar bellísimo, con milenios de historia, tiene una gran tradición y cultura, sus calles y su acervo fantástico es inmenso. Realmente nuestro reto fue hacer a los niños y que en ellos se reflejaran las infancias que viven en en esa parte de la ciudad”, abundó Campos.
La pareja de historiadores explicó que sólo se enfocaron en el centro de la CDMX, porque “si hay un lugar donde son muy palpables las capas de historia de la ciudad, es justamente ese sitio, ahí todos los tiempos suceden a la vez: tienes bajo tus pies la urbe prehispánica, cuando caminas por Guatemala estás pisando el Tzompantli, tienes las ruinas de Templo Mayor junto a edificios modernos, coloniales y porfirianos… esta esta mescolanza donde ves a nivel de banqueta la historia”, explicó Veka Duncan.
“Y Chuy, a partir de su investigación histórica, tenía mapeados a todos los fantasmas de la ciudad, por lo cual decidimos además centrarnos en el centro, valga la redundancia, porque la CDMX es enorme y sus historias son inagotables… así pudimos definir fácilmente qué fantasma se iba a aparecer en cada capítulo… como Scooby-Doo”, abundó.
Campos, quien es fantasmólogo, detalló que, aunque sólo se pudieron incluir 10 leyendas en la novela, están contadas con profundidad y de manera contemporánea, para así hechizar a las audiencias jóvenes.
“Estas leyendas de fantasmas son parte de nuestra cultura. Para la historia académica esto podría parecer no importante, porque es popular y se transmite vía oral, pero en realidad es necesario porque los fantasmas nos dicen mucho de la sociedad a la que se les aparecen. Además, es rescatar la historia de las calles y los inmuebles del Centro, y permite a las nuevas generaciones valorar todo este folclor y eso, a su vez, hace que se preocupen por conservarlo y protegerlo”, concluyó Veka Duncan.
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