Espectáculos

Iraida Noriega celebra a 35 años de música en el esperanza Iris

Conjuga el bolero, el rock, el folk, el funk y el soul con el jazz; “el programa de la noche incluirá temas de mis álbumes en una exposición retrospectiva”, adelanta la cantante a La Razón
  • Por Redacción
Iraida Noriega celebra a 35 años de música en el esperanza Iris

Considerada actualmente la exponente del jazz nacional con el itinerario más sólido y constante: la cantante, compositora, arreglista y productora Iraida Noriega (Ciudad de México, 1971) arriba a los 35 años de trayectoria artística y alista para el próximo 19 de agosto, 19:00 horas, el espectáculo-ritual Mundos en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Viaje musical profundo y diverso en un despliegue por las concordias del bolero, el rock, el folk, lo electrónico, el funk y el soul en un vital diálogo con el jazz.

Con más de 20 discos y largo tiempo dedicado a la docencia, amén de propiciar lazos creativos dentro de los espacios jazzísticos del país, la intérprete de “Caracolito” promete un concierto donde la libertad de la improvisación y los códigos sincopados se respaldan por un ensamble conformado por Roberto Blanco, piano; Juan Cristóbal Pérez Grobet, bajo/ contrabajo; Nico Maroto, guitarra/coros; Montse Revah, percusiones; Luis Miguel Costero, percusiones/batería; Leika Mochán y Lucia Torres, coros/zapateado; Cristina Flores, Valentina Marentes y Andrés Torann, coros.

“Estamos inmersos en los últimos detalles de un espectáculo en que confluyen los ecos musicales del alma, los cuales he desplegado a lo largo de estos 35 años de carrera. Ejecución de un repertorio de temas elegidos con énfasis en la lírica y la poética con el objetivo de que el público sea testigo de momentos de explosividad improvisatoria imbuidos en las síncopas del jazz y, asimismo, expresiones de intimidad cordial a través de un despliegue de paisajes sonoros electrónicos y de fusión folclórica”, expresó en entrevista con La Razón Iraida Noriega, Medalla al Mérito en las Artes 2022 otorgada por el Congreso de la Ciudad de México.

¿Mundos: ‘espectáculo-ritual’? Tres ejes conductores sustentan la presentación que apela a cosmovisiones: la Náhuatl que plantea que a los 52 años –los cumplo el próximo 16 de agosto—una llega a la adultez: los designios del cielo de nuestro destino en la tierra se vuelven a repetir, ahora con más madurez; la Celta con la luna y los ciclos femeninos relacionados con el ciclo de la sangre; y la fertilidad: períodos de la luna que coincide para las mujeres con la despedida de lunas rojas en el significado de que somos todas las lunas dentro de nosotras mismas. Juego con esos rituales en cada interpretación de las canciones durante el concierto.

Espontaneidad, energía, improvisaciones sugerentes y contagiosa presencia en los escenarios. ¿De dónde abrevó toda esa vitalidad? Empecé a cantar con mi papá, el músico y letrista Freddy Noriega, a los 15 años: aprendí mucho con él. Mi madre es cubana, heredé de ella el salero de sus orígenes afroantillanos. Todas esas irrupciones desbordadas están en mi conformación genética.

¿Despliegue de composiciones de su extensa discografía? El programa de la noche incluirá́ temas de mis álbumes en una exposición retrospectiva: reflexión profunda de lo que ha sido mi itinerario por la música y la poesía en complicidad con amigos y amigas durante estos años. Un asomo a mi ‘vida jazzística’, un ofrecimiento de todo mi trabajo con canciones que siembran esperanzas y celebran el presente.

En la nómina de los músicos aparece el guitarrista Nico Maroto. ¿Qué siente usted al compartir escenario con su hijo? El concierto también rinde homenaje a la maternidad. Que mi hijo esté en el escenario conmigo tocando la guitarra y haciendo coros es un regalo de Dios. Con él he descubierto el cosmos de los instrumentos de cuerdas, los cuales enriquecen armónicamente las canciones.

¿Ejecutará usted el ‘uku mariposa’? Sí, un instrumento que diseñé entre el ukulele y el requinto del son jarocho, claro lo integro a algunas de las canciones del programa. Lo importante es que estoy acompañada por un ensamble integrado por algunos de los más destacados músicos de la escena nacional. Hay sorpresas de invitados e invitadas especiales.

¿Cómo ha evolucionado usted desde el primer disco Efecto Mariposa (2000) a este espectáculo Mundos? Ese primer álbum es muy significativo; Así era entonces (2007) encarnó mi encuentro con una big band. Caracolito (2012) marcó mi experiencia con el folk-jazz. El disco/libro multidisciplinario Luminosa (2018): música para orquesta de cámara y sexteto de jazz creada por Abraham Barrera e ilustrado con pintura mexicana contemporánea y poesía latinoamericana es una producción de total madurez. Llego a Mundos después de lanzar mi primer libro Flores ---fotografías, versos y música en colaboración con el fotógrafo Rafael Arriaga-- así como la realización de los conciertos de folk-jazz: Canciones de Agua y Desierto. Arribo al Teatro de la Ciudad arrebujada de esperanzas.

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