El Bastardo, la dignidad ante sí mismo
A esta historia sobre un militar retirado y empobrecido del siglo XXVIII, que a cambio de obtener un título nobiliario hará realidad el sueño del Rey de sembrar en los estériles páramos de Noruega, lo que le llevará a sufrir el acoso de un cruel terrateniente, son dos aspectos fundamentales los que no solo le dan consistencia, sino que le ponen por encima del promedio de las producciones de época que suelen llegar a la cartelera, nos referimos tanto a lo enfocado y lo contenido de la narrativa en lúcida comunión con la sofisticada estilización, como de la poderosa presencia de su protagonista.
En El Bastardo del director Nikolaj Arcel -Justicieros (2020)-, desde un principio las postales desde las alturas que ante las escenas de los interiores en las estancias elegantes y en las cabañas de los granjeros, ambas iluminadas por trémulos destellos de luz, se extienden con frialdad haciendo patente la insignificancia de los esfuerzos de quien enfrenta las vicisitudes del agreste territorio, son de una desoladora belleza que nunca se desborda, materializando sin romanticismos el estoicismo del que este tiene que hacer acopio para resistir además los embates de un entorno retorcido por el clasismo y la absurda ambición que raya en la infamia, así como los prejuicios de las comunidades.
Por su parte el siempre interesante y contundente actor danés Mads Mikkelsen -Rogue One: Una historia de Star Wars (2016), Una Ronda Más (2020)-, hace lo propio al dotar de profunda y amarga humanidad una fachada impasible manteniendo los procesos internos al borde de los sentimientos, para ser el receptáculo del desarrollo de sus minuciosos coprotagonistas adultos y del encanto natural de la pequeña actriz que le acompaña -la talentosa Melina Hagberg-, y en el momento oportuno impactar la pantalla con apenas esbozar un solo gesto.
Hay que ponderar también la renuncia a lo explícito en las escenas de crueldad que no hace sino acentuar la brutalidad de las mismas, y terminar así de apuntalar una película que por su trama básica en primera instancia podría parecer rutinaria, pero por todo lo anterior se convierte en un devastador tratado sobre la búsqueda de la dignidad y los sinuosos caminos que entre trampas conducen a olvidarse de que más allá de la obtención de títulos y estatus lo más importante son las personas y el respeto hacia uno mismo.
1 2 3 4 5
Comentarios