Diego del Río divide su amor entre el cine, el teatro y la docencia
El director de teatro Diego del Río incursionó en el cine con Todo el silencio, que le ha valido cinco nominaciones al Premio Ariel, por lo que ahora su amor se divide entre lo teatral, lo fílmico y la docencia, pues considera que su universo se ha expandido.
“Quizá (mi corazón) se ha expandido, más que dividido se ha abierto, no soy padre, pero es como cuando de pronto oigo que ciertos papás o mamás dicen ‘que nace el primer hijo y dicen cómo voy a querer al segundo, éste nace y no compite ese amor’, entonces es tan único, tan especial lo que siento por esos dos lenguajes, hasta diría que hay un tercero, que es el proceso de dar clases de actuación, entre esos tres amores estoy desplegado”, compartió a La Razón Diego del Río, quien junto con los largometrajes El eco, Heroico, Temporada de huracanes y Tótem aspira al máximo galardón de los Ariel, el de Mejor Película.
En Todo el silencio, Diego del Río aborda la historia de Miriam (Adriana Llabrés), una mujer hija oyente de padres sordos, quien empieza a perder la capacidad auditiva, un hecho que cambia totalmente su vida y la lleva a un proceso de resiliencia y aceptación.
“Hay mucha relación del cine con el teatro. La película, de hecho, vista de otra manera, más allá del viaje, de los personajes, es un homenaje al teatro, a muchas de las colaboraciones medulares en el teatro, las actrices y actores, excepto el coprotagonista Moisés Melchor, han sido personas con las que he hecho teatro en estos años”, contó.
El director de la exitosa obra de teatro Un tranvía llamado deseo, que ayer terminó temporada, aseguró que se ha sentido tan motivado en explorar en el séptimo arte que ya escribió su próxima película, la cual espera empezar a rodar el próximo año.
“Ya la escribí, es una película que está escrita para la actriz Diana Bracho, es una historia de amor y, muy personal, sobre la demencia que viví de una manera muy cercana con una de mis abuelas, habla de temas que están muy cercanos a mi corazón, a su corazón y al de las personas que la vamos a realizar, repitiendo equipo con algunas de las creadoras de Todo el silencio y también con nuevos colegas, que es lo bonito de hacer cine o teatro, uno va redescubriendo el cómo en cada pieza, es decir, la ruta”, adelantó.
Todo el silencio también compite en la categoría Mejor Ópera Prima, Mejor Actriz y Mejor Coactuación. Además con ésta, Lucía Carreras busca su segundo Ariel a Mejor Guion Original, el primero fue por La jaula de oro hace una década.
“Es mi bienvenida oficial”. A pesar de que Adriana Llabrés ya había actuado antes en filmes como La habitación, Manual de principiantes para ser presidente y La visita, con la nominación a Mejor Actriz por Todo el silencio siente que es su “bienvenida, que ya entré a la mesa, porque siento que alguien me está diciendo que tengo lo que se necesita para continuar, y lo más importante, creer en mí y en mis proyectos, me conmueve mucho”, dijo a este diario la artista durante el pasado encuentro de nominados al Ariel.
Adriana Llabrés expresó sentirse halagada al competir en esta categoría con grandes figuras como Adriana Barraza, Cassandra Ciangherotti, Ilse Salas y Mónica Huarte, a quienes ha admirado.
Asimismo, dijo sentirse orgullosa de ser parte de una historia que la retó y le permitió visibilizar la Lengua de Señas Mexicana, al dar vida a una hija oyente de padres sordos, personaje con el que tuvo que aprender ese lenguaje.
“Hablar de cosas que son de nuestro país, actuar en ello, aventarme el reto de hacer escenas completamente en Lengua de Señas, aprenderla como si fuera mi primera lengua fue muy retador, hermoso, llegar a este momento me hace sentir que soy arropada por la industria, una industria de la cual no me sentía parte, porque todavía me identificaba con sólo ser teatrera”, expresó.
La actriz Adriana Llabrés compartió que espera seguir teniendo personajes que la desafíen y le permitan salir de su zona de confort.
“Quiero atreverme a seguir ampliando mi rango, eso tiene que ver con estilos y géneros, no quiero casarme con sólo un camino, quiero seguir diversificándome, hacer espacio para tal vez poderme equivocar, no quiero estar bien todo el tiempo, quiero tener el campo de poder explorar. Me gusta hablar de temas sociales, poner mi grano de arena, pero también los personajes complejos, que tengan diferentes aristas, que ese personaje se confronte a sí mismo para aprender más de mí y crecer, creo es lo que me dio este proyecto, este personaje me ha ayudado a crecer”, concluyó.
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