McKeown confirma su reinado en la alberca
Kaylee McKeown sigue siendo la reina del estilo espalda femenino en los Juegos Olímpicos.
La australiana doblegó a Regan Smith, la estadounidense que posee el récord mundial, en los 100 metros y revalidó el título que ganó en los Juegos de Tokio.
Smith, quien batió el récord mundial de McKeown con un tiempo de 57,13 segundos en el Preolímpico de Estados Unidos el mes pasado, marcaba el paso tras dar la vuelta, pero no pudo con la fulminante arremetida de la australiana.
McKeown se apoderó del primer puesto en el punto medio de la vuelta de retorno y tocó la pared con un registro de 57,33, imponiéndose con un margen relativamente amplio.
Estados Unidos también se quedó con el bronce: Katharine Berkoff llegó tercera con 57,98.
Smith se acercó para felicitar a su rival, pero ésta fue una derrota que debe doler. Con 22 años, Smith llegaba muy entonada tras el Preolímpico y parecía dispuesta a colgarse el primer oro olímpico de su carrera.
Al final, McKeown acabó llevándose su cuarto oro. Barrió las pruebas de espalda en Tokio y también conquistó un oro en un relevo.
Daniel Wiffen atrapó el primer oro de Irlanda en la natación desde que la tristemente célebre Michelle Smith se consagró en tres pruebas de los Juegos de Atlanta 1996.
Wiffen dejó al italiano Gregorio Paltrinieri en la última vuelta de los 800 metros libre y acabó igual de relajado, que al comienzo de la extenuante carrera.
Cronometró un tiempo de 7 minutos y 38,19 segundos y alzó un dedo al aire. El estadounidense Bobby Finke, reinante campeón olímpico, también cerró fuerte en lo que fue un duelo entre tres, rebasando a Paltrinieri para atrapar la plata con 7:38,75. El bronce fue para el italiano con 7:39,38.
Fue otra notable presentación de un nadador irlandés, acto seguido al bronce de Mona McSharry en los 100 metros pecho la noche anterior.
Hasta estos Juegos, la historia de la natación irlandesa estaba atada a Smith, quien sorprendió con sus tres oros y un bronce en 1996, en medio de sospechas de dopaje. Acabó recibiendo una suspensión de cuatro años por consumo de sustancias para mejorar el rendimiento, lo que esencialmente puso fin a su carrera. Pero pudo retener sus medallas de Atlanta.
Otra acusación sobre presunto dopaje de deportistas chinos ha surgido en los Juegos de París, enfureciendo a algunos nadadores que dicen que las autoridades deben vigilar el cumplimiento de las reglas en los análisis de manera consistente.
El diario The New York Times informó el martes que dos de los mejores nadadores de China (incluyendo uno de los miembros del equipo olímpico de este año) dieron positivo a esteroides prohibidos en 2022 pero, eventualmente funcionarios de su país les permitieron competir.
El diario citó en forma anónima a dos personas que conocían sobre el tema.
Éste es el tercer incidente reportado en los pasados meses por el Times y otros medios, en que los chinos han atribuido a comida contaminada sus pruebas positivas. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aceptó los resultados de las investigaciones chinas.
“Vi el reporte esta mañana. Decepcionante”, dijo Katie Ledecky, de EU.
En el incidente más conocido, 11 nadadores convocados estaban entre los 23 que dieron positivo por una sustancia prohibida, seis meses antes de los Juegos de Tokio en 2021.
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