Cayenne Turbo GT demuestra su valía
No podíamos cerrar el 2022 sin probar Porsche Cayenne Turbo GT, nombre y apellidos que ni siquiera necesitan presentación, pues se trata de una silueta que reúne lo mejor de la historia, tradición o nostalgia, sumando un selecto compendio de modernidad para hacer lo que mejor sabe ser: un Porsche.
Deportiva, por mucho. Desde el apellido sabemos que algo serio sucede con la versión más radical de este SUV, porque para quienes duden si una camioneta puede realmente llegar a ser deportiva, pasen a verla y constaten que no sólo se trata de poner un anagrama distinto o costuras “especiales” en el habitáculo, no señor; todo depende de la técnica, la herramienta, pero sobre todo, la experiencia y, en ese sentido, Porsche es casi insuperable.
Lo anterior explica la enorme parrilla frontal con cortinillas activas, el techo de carbono, los flappers laterales superiores en carbono o el difusor con salidas de escape dobles al centro. Los rines son descomunales rodillos de 22” , pero lo que realmente se lleva las palmas en el diseño exterior es el alerón posterior retráctil, pues no sólo la hace lucir como un imponente aparato tecnológico de otro planeta, sino que obedece a fines aerodinámicos a partir de los 100 km/h.
lleno de amenidades. Es un mundo de Alcántara, detalles, acabados y texturas supremas. Toda la botonería abultada de la consola central evolucionó en una serie de interruptores táctiles organizados y colocados en un solo panel. La pantalla central Full HD de 12.3” cuenta con la última versión del Porsche Communication Management (PCM) y cualquier tipo de conectividad que necesites sin necesidad de cable alguno.
Sin duda, quién más se divertirá será el conductor; únicamente tres pasajeros también podrán disfrutar de los asientos deportivos tapizados en alcántara y piel con excelente sujeción, así como cinturones de seguridad en acabado especial Neodyme, a petición. La banca trasera sólo tiene dos lugares con infoentretenimiento, climatizador y hasta cortinas de privacidad retráctiles, detalles inequívocos de que Cayenne Turbo GT definitivamente es un lujoso SUV.
El volante es quizás el componente más nostálgico del habitáculo. Con una excelente fusión entre el confort que obligadamente debe ofrecer un SUV premium, y el entusiasmo histórico de la marca, el volante de tres radios aporta una excelente sensación de control tanto del vehículo como de los mandos ahí dispuestos, entre ellos los del sistema Porsche Response (Normal, Sport, Sport +, Individual). Se encuentra tapizado en alcántara, costuras grises y una mirilla justo “a las 12 del reloj”.
Diversión premium. Como sucede con el GT3 u otros modelos, Porsche pasa por alto las tendencias ecologistas y sin dudar coloca en la Cayenne Turbo GT uno de los mejores bloques de la casa: un V8 biturbo acoplado a una transmisión Tiptronic S de 8 velocidades, encargada de emocionarnos transmitiendo al piso los correctos 640 hp y 627 lb-pie de torque mediante un sistema de tracción integral.
Todo ocurre según lo que tengas planeado o no, pero eso será lo de menos porque Cayenne Turbo GT, mediante el Porsche Response puede cambiar, en milésimas de segundo la actitud del actualizado V8 biturbo.
La velocidad es su actividad favorita, pero además, la disfruta y te ayuda a hacer lo propio. Independientemente del modo de manejo elegido, este SUV hace una correcta gestión de la potencia invitándote a más, siempre con una excelente sensación de control y buen balance. El trabajo de la suspensión variable es impecable, sin reacciones ni transferencias extrañas.
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