Si a nadie le gustan... ¿Por qué la comida navideña lleva pasas?

Es complicado encontrar algo que le guste a todo el mundo. En la comida, todavía lo es más. Y en la comida que se sirve en Navidad, todavía resulta más complicado darle gusto a todo el mundo. Sin embargo, hay un alimento que recibe cierta aversión y rechazo al momento de incluirse en algún platillo tradicional: las pasas.

Las puedes encontrar en los tamales, en la ensalada de manzana, en el ponche, pero... ¿Por qué si a nadie (o a la mayoría) no les gustan, las siguen incluyendo en las recetas de cocina? ¿Por qué se cocina con pasas en la comida que nos aventamos en Navidad?

Un diminuto tormento. Así lo definen muchos de los que odian con todo su corazón a las pasas, estas pequeñas uvas deshidratadas al sol o de manera artificial con aire caliente. Ricardo Burgos, chef mexicano, explicó en algún momento para El Financiero, que el uso de las pasas en la comida que cenamos en Navidad tiene un vínculo íntimo con la cocina española y no sólo en la religión sino evidentemente también en la gastronomía.

La forma de celebrar la Navidad, como sabemos, tiene gran influencia de España y la manera de cocinar también se vio influenciada. "Siendo la pasa un insumo muy recurrido en España, tiene sentido que las festividades españolas conserven su esencia y mantengan ingredientes importantes en sus platillos a pesar de estar adaptadas a nuestro país", refirió Burgos.

Si nos ponemos a pensar un poco, los platillos que se cocinan en Navidad, tienen un sabor agridulce, más dulce que agrio, se combinan sabores dulces con salados y ahí entra en función la pasa. Los especialistas, los que saben, los chefs, indican que la pasa les da un contraste importante a los alimentos, provocado por la deshidratación. Por eso la comida navideña lleva pasas.

En una encuesta rápida realizada por La Razón, nos percatamos que aquellos que indican que no les gustan las pasas, es porque se ven saturados en el dulzor, debido a la cantidad que se utiliza en los platillos que consumen.

Por ejemplo, indicaba el chef Burgos, el arroz con leche. "Si el dulce llega a ser invasivo es ahí donde se torna desagradable. No quieres comerte un pollo de postre, por así decirlo, y lo que algunas personas causan con su platillo navideño es que lo saturan de uvas, lo saturan de dulce y es ahí donde se pierde el equilibrio".

A ti, ¿te gustan las pasas?

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