La razón por la que no deberías comprar utensilios de plástico negro para la cocina
- Por Redacción
Si leíste el título de esta nota y de inmediato volteaste a tu cocina para checar cuántos artículos de plástico negro tienes, entonces formas parte de nuestro club. Por eso es que hoy traemos esta información que seguramente te será útil.
Entre cucharas, cucharones, paletas, volteadores... Hay una gran gama de artículos de plástico negro que tenemos en la cocina, por lo que se realizó un estudio para saber si el material que contienen los hace tóxicos y nos afecta en la salud.
Además, no sólo están incluidos los artículos de plástico negro que se usan en la cocina, sino también aquellos juguetes que están hechos con este material, así que doble ojo a este análisis.
Megan Liu, gerente de Ciencia y Políticas de Toxic Free Future, quien es autora principal de este estudio, indicó que "un producto con uno de los niveles más altos de retardantes de llama fueron las cuentas de monedas piratas de plástico negro que usan los niños: se parecen a las cuentas de Mardi Gras, pero más para disfraces".
Toxic Free Future, compañía de defensa del medio ambiente, dice que ese plástico negro tenía hasta 22.800 partes por millón de retardantes de llama totales, "eso es casi el 3 por ciento en peso. Los niños a menudo juegan con juguetes varios días seguidos hasta que se cansan de ellos", indicó Liu.
Agregó que al parecer, estos plásticos "utilizados para fabricar los productos de consumo, estaban contaminados con retardantes de llama, debido a errores en el reciclaje de los residuos electrónicos". Esa sustancia química que podría afectar tu salud pertenece a la clase de retardantes de llama de los éteres de difenilo polibromados. "Una bandeja de plástico negro para sushi, contiene 11.900 partes por millón del retardante de llama éter de decabromodifenilo", indica este estudio.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante de México y el mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
Comentarios