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Tras dichos de AMLO, Ecuador declara non grata a embajadora Serur

Ministerio hace anuncio tras opinión del Presidente sobre las elecciones del 2023 y la muerte del candidato Villavicencio; conflicto se suma al de otras naciones de la región
  • Por Redacción

En un nuevo conflicto diplomático, el gobierno de Ecuador declaró ayer persona non grata a la embajadora de México en ese país, Raquel Serur Smeke, debido a las recientes “y muy desafortunadas” declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las elecciones del 2023 en el país sudamericano y el asesinato del candidato Francisco Villavicencio.

Mediante un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, se informó que la administración ecuatoriana aplicó el artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, al declarar persona non grata a la embajadora Serur.

Esto quiere decir que la representante diplomática mexicana deberá abandonar el territorio ecuatoriano a la brevedad, aunque México podría responder de la misma manera, al solicitar que el representante diplomático ecuatoriano haga lo propio, lo que llevaría a un “enfriamiento” en las relaciones entre ambos países, sin que esto suponga necesariamente una ruptura.

El ministerio ecuatoriano indicó que ese país aún vive el luto por el lamentable hecho donde perdió la vida el abanderado presidencial Francisco Villavicencio, lo cual causó conmoción en la sociedad y atentó contra la democracia, la paz y la seguridad.

“El país continúa enfrentando al crimen organizado trasnacional, que amenaza al Estado, sus instituciones democráticas y su población”, expuso.

La Cancillería de ese país ratificó su firme compromiso de velar en forma permanente por el respeto a la dignidad y soberanía del Estado ecuatoriano y al principio fundamental de no intervención en los asuntos internos de otros estados.

López Obrador habló en la conferencia matutina del miércoles de que la candidata ecuatoriana Luisa González, protegida por el expresidente Rafael Correa, fue vinculada injustamente con el asesinato de Villavicencio, y culpó a los medios de comunicación de ese país, tras calificarlos como corruptos.

Opinó que “de manera muy extraña... hubo elecciones en Ecuador, iba la candidata de las fuerzas progresistas como 10 puntos arriba, 10 puntos (...) Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va arriba, de repente es asesinado y la candidata que iba arriba se cae y el que iba segundo, sube. Pero la candidata que queda después de este asesinato como sospechosa sigue haciendo campaña en circunstancias, considero, muy difíciles porque, imagínense a todos los medios... pero ella sigue y sigue y sigue”.

La declaración de López Obrador tampoco fue bien recibida por Verónica Sarauz, esposa de Fernando Villavicencio, quien le exigió respeto y “¡silencio!”, ya que “no tiene autoridad moral de hablar de democracias cuando en su país mantiene vínculos con grupos” del crimen organizado.

El expresidente Felipe Calderón dijo que se trata de una “dura acusación” en contra de López Obrador, de que “las fuerzas progresistas que tanto defiende están vinculadas al crimen organizado”.

La crisis diplomática entre ambas naciones, sin embargo, comenzó desde hace unos meses, cuando en diciembre el exvicepresidente Jorge Glas, acusado por corrupción, se refugió en la embajada de México en Quito y solicitó asilo político. Fue a principios de marzo cuando las autoridades mexicanas no autorizaron el ingreso de la Policía en la sede diplomática para detener al que fuera “número dos” de Rafael Correa.

Los conflictos del Gobierno mexicano con las naciones de Sudamérica se han profundizado en los últimos años. Recientemente, López Obrador cruzó descalificaciones con su homólogo de Argentina, Javier Milei, luego de que lo llamara “ignorante” por hablar mal de él y decir que era un “facho conservador”.

El mandatario mexicano respondió que efectivamente era un “ignorante” porque no entendía “cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo y que se atrevió a acusar a su paisano (el Papa) Francisco de ser comunista y representante del maligno en la tierra”.

Con Perú, el Presidente López Obrador también entró en conflicto con la mandataria de esa nación, Dina Boluarte, pues advirtió que mientras ella esté al frente y no exista normalidad democrática en ese país, México no entablaría relaciones económicas ni sociales, e incluso en la pasada reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en Estados Unidos, evitó saludarla, así como tomarse una foto junto a ella.

En el 2019, el gobernante mexicano se confrontó con la presidenta interina boliviana Jeanine Áñez por el golpe de Estado a Evo Morales, que llevó a éste a ser “rescatado” por la administración obradorista, mediante el entonces canciller Marcelo Ebrard. La lideresa sudamericana expulsó a la embajadora azteca, María Teresa Montaño. Bolivia acusó al Presidente López Obrador de intervenir en asuntos internos.

A la lista de conflictos diplomáticos de la actual administración de la 4T se suma la generada con el gobierno de Panamá, que rechazó el nombramiento de Pedro Salmerón —cercano a López Obrador— como embajador de México en ese país, por acusaciones de presunto acoso sexual.

Frente a la negativa de otorgar el beneplácito a esa designación, el Presidente Andrés Manuel López Obrador avivó el conflicto al acusar a Erika Muynes, quien es canciller de ese país, de ser como “la santa inquisición”.

Ante la advertencia de Donald Trump de no dar “ni 10 centavos” a México para el tema migratorio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador respondió que “nunca nos ha dado” nada.

Rechazó que su Gobierno intente chantajear a Estados Unidos con la solicitud de 20 mil millones de dólares a países expulsores de migrantes.

En conferencia de prensa matutina, recordó que cuando coincidieron sus presidencias con Trump, propuso un plan de inversión para naciones latinoamericanas y del Caribe para resolver las causas que provocan la migración hacia EU.

“Ustedes saben que, creo que desde la primera vez que nos vimos (con Trump), la primera carta, le hablé de eso, porque siempre he estado insistiendo en que hay que atender las causas. ¿Por qué no Estados Unidos coopera?”, agregó.

Trump en una entrevista que concedió el fin de semana, rechazó la petición de colaboración del mandatario mexicano. “Conmigo nunca me dirían eso (de solicitar 20 mil millones de dólares)”, afirmó el republicano, y agregó: “No le daría ni 10 centavos” a México.

López Obrador comentó que este planteamiento lo ha venido diciendo tanto a Trump como a Joe Biden, de que se ayude a los países expulsores, porque “la migración no se da por gusto”.

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