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Tormenta solar alcanza categoría G5, considerada como extrema

Se informó que el índice KP, relacionado con las auroras, alcanzó nivel 11, por lo que podrían ser observadas en lugares inusuales, como el norte de México
  • Por Redacción

Mayo ha sido un mes muy caluroso que ha traído consigo récords de temperaturas en México, pero a nivel mundial desde este viernes 10 tendrá un evento que genera preocupación entre la población alrededor del orbe: una tormenta geomagnética solar, que de acuerdo con el Centro de Predicción del CLima Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés), perteneciente al Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, alcanzó la categoría G5, considerada como extrema.

Las condiciones G5 se observaron por primera vez en la Tierra hoy a las 6:54 pm EDT”, explicó el organismo en su página web, donde horas antes dio a conocer que la tormenta –que calificó como un evento inusual– se extenderá durante el fin de semana. Esto luego de que emitiera la primera alerta geomagnética de nivel G4 desde 2005.

Se informó que al menos cinco eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), también conocidas como explosiones de plasma y campo magnético de la corona del Sol, se dirigen hacia la Tierra, y se espera que alcancen el planeta en algún momento entre el 10 y el 12 de mayo.

Algo de lo que se dio a conocer relacionado con la tormenta geomagnética que preocupó a los internautas es que las auroras podrían ser visibles incluso en el norte de México –siempre y cuando los cielos estén despejados– algo completamente inusual que ocurre porque el índice KP alcanzó el nivel 11.

De acuerdo con el SWPC, una tormenta geomagnética es una perturbación importante de la magnetosfera de la Tierra, la cual se produce cuando hay un intercambio muy eficiente de energía desde el viento solar hacia el entorno espacial que la rodea nuestro planeta.

El fenómeno es el resultado de variaciones en el viento solar que “produce cambios importantes en las corrientes, plasmas y campos en la magnetosfera de la Tierra”. Para que se produzca debe haber condiciones de viento solar durante períodos sostenidos y de alta velocidad, así como “un campo magnético de viento solar dirigido hacia el sur, en el lado diurno de la magnetosfera”.

Uno de los efectos que las tormentas solares geomagnéticas pueden causar es el "aumentar la densidad y la distribución de la densidad en la atmósfera superior, provocando una resistencia adicional a los satélites en la órbita de la Tierra ", así como modificar "la trayectoria de las señales de radio y crear errores en la información de posicionamiento proporcionada por el GPS", según explicó el SWPC.

Las misiones espaciales tripuladas también podrían estar en riesgo durante las tormentas solares geomagnéticas.

Durante la última tormenta solar geomagnética extrema G5, ocurrida el 23 de octubre de 2003, se registraron cortes de energía en Suecia y daños a transformadores de energía en Sudáfrica.

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