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Sin dinero y lejos de casa, el fin de año de migrantes

Con “compañeros del mismo dolor” extranjeros planean convivir para celebrar esta temporada en la Ciudad de México; grupo de haitianos la pasarán “como puedan”, en espera de concretar sus trámites de refugio
  • Por Redacción

A miles de kilómetros de sus familias, sin recursos y con un sueño que cada vez se vuelve más difícil de alcanzar, cientos de migrantes en la Ciudad de México pasarán la Navidad y Año Nuevo en albergues y en las calles, con la esperanza de que, en 2024, la suerte les sonría y consigan un mejor futuro en México o Estados Unidos.

Atrás quedaron los días en que, reunidos con sus familias, disfrutaban de las fiestas decembrinas acompañadas de vino, cerveza, lomo, carne y ensaladas; pero ahora, la realidad es incierta en un país desconocido.

Jonathan Chamorro de 30 años y oriundo de El Salvador, dejó a su madre y dos hermanos en su país, con la esperanza de encontrar una mejor vida, para poder enviarles dinero y que ellos también puedan salir de la pobreza en que viven.

El migrante explica a este diario que pasará las fiestas tranquilo, pues por lo menos tiene un techo, comida y nuevos amigos, con quien estar en esta temporada tan difícil alejado de sus seres queridos.

“Vengo con la esperanza de encontrar un lugar donde sea menos difícil estar sin la familia, pues acá somos compañeros del mismo dolor y, por ello, tratamos de estar tranquilos en estas fiestas que se vuelven difíciles alejados de la familia”, dijo.

En El Salvador lo tradicional en su cena de Navidad es el pollo guisado, acompañado de verduras como betabel y arroz; pero, aunque su sueño es ir a Estados Unidos, por lo pronto está agradecido del espacio en donde le dan alojamiento. “Me siento bien en México, hay gente solidaria y te tratan por igual. A mi familia le digo que no se preocupe, estoy bien y aunque los extraño, pronto estaré con ellos”.

Adonai Crispín, también de El Salvador, viene acompañado de su esposa e hijo de seis años, pero espera pasar estas fiestas de fin de año, agradeciendo que están bien y que tienen un techo donde poder pasar la Navidad, con el poco o mucho alimento que le brinden.

“Mi cena es con pavo o gallina horneada, llegar a una casa y reunirse para bailar y convivir. Vamos a felicitar a la familia por teléfono y vamos a tratar de llegar rápido a Estados Unidos para legalizarse y traerlos, porque mi sueño para 2024 es sacarlos y darles lo necesario”, dijo.

Germán Espino, de 45 años, viene con su hermano desde Colombia y aunque no tiene nada planeado para esta Navidad, desea con todas sus fuerzas poder tener una mejor calidad de vida para poder enviar dinero a su familia y en la medida de lo posible, traerlos con él.

“Ésta es una Navidad diferente alejado de mi familia, pero acá me han tratado bien, con nuevos amigos, aparte que, si bien es una cultura diferente, pienso pasar los días tranquilo hasta que me llamen de CBP para mi cita y poder desplazarme a la frontera norte. En Colombia hay una diversidad de alimentos, pero aseguró que lo que más le gusta son los pasteles de pavo y pollo, que se hacen también con cerdo y costilla, acompañado de huevo y verduras; aparte de arroz, yaca y ensalada de diversas legumbres.”, dijo,

“Se pone la torta en la mesa, se pone el sancocho en la mesa y se disfruta con todo; en otros lados se hace la cochina con botellas de vino y cerveza, para compartir la comida con toda la familia”, explicó.

El mensaje a su familia desde México es que “aguanten”, pasen una buena Navidad, piensen cosas buenas y seguir adelante, ya que su objetivo en 2024 es llegar a Estados Unidos, que le den asilo y trabajar fuerte para que pueda comprar una casa grande en donde quepa toda su familia reunida ya en el vecino del norte.

Los extranjeros están albergados en la Casa Tochan de la alcaldía Álvaro Obregón, donde la responsable, Gabriela Hernández, dijo que cada Navidad hay una fuerte nostalgia por lo lejos que están de sus familias, por ello, tratarán de pasarla de la mejor manera con una posada, cena especial y esperar tiempos mejores.

“Vamos a preparar algo de los países que más prevalecen en el albergue, que son de Haití y Venezuela, pues el objetivo es hacerlos olvidar, aunque sea un día, la tristeza que les llega en estas épocas”, dijo.

Sin embargo, otros no tienen la misma oportunidad, como el caso de los haitianos que se encuentran acampando en el parque Giordano Bruno de la alcaldía Cuauhtémoc, pues pasan los días en espera de una respuesta a sus trámites de refugio, entre el frío y la falta de alimentos.

Jean Vences dijo que la van a pasar como puedan, ya que quieren disfrutar, aunque sea un poco las fiestas al no estar en su país. “Lo que esperamos cenar es arroz con carne, pero estamos bien acá en México, porque estamos tranquilos y con la esperanza de quedarnos. A pesar de que pasamos frío, lo soportamos porque aquí nadie viene y nos agrede, nos asalta o nos maltrata, ya por eso estamos bien”, dijo.

Mientras que Joseph Rolando viene con su esposa, un hijo y un primo; dice que le gusta estar en México porque es un país muy bello y su sueño es trabajar, rentar una casa e irse con ellos para poder empezar. Comentó que el fin de año lo pasarán cocinando a la leña una cena de arroz, guisado de res y verduras, además acompañado de papas y plátanos fritos, que son un manjar para su paladar.

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