Nacional

Sheinbaum promete dar 'hasta la vida' por la Patria; defiende la reforma judicial

Claudia Sheinbaum Pardo, titular del Ejecutivo federal, destacó que gobernará para 'todos y todas'; indicó que 'es tiempo de transformación y de mujeres'
  • Por Redacción

“Gobernaré para todos y para todas, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”, reiteró Claudia Sheinbaum Pardo esta mañana al rendir protesta como la primera mujer presidenta de México ante el Congreso de la Unión, dominado hoy por el movimiento político del que ella emana y una oposición disminuida y enlutada, mismo frente al que defendió la reforma judicial como el proyecto a concretar en el primer tramo de su gobierno.

A las 11:05 horas, el ahora exmandatario Andrés Manuel López Obrador ingresó por el vestíbulo principal acompañado de una Comisión de Cortesía que pronto se perdió entre el tumulto de legisladores que se abalanzaron sobre él para besarlo, abrazarlo, estrechar su mano y tomarse una fotografía mientras en el resto del Salón de Sesiones resonaba por última vez la palabra “¡Presidente!” dedicada al tabasqueño.

Tardó alrededor de 10 minutos en atravesar el recinto hasta llegar a la Mesa Directiva, donde ya lo esperaba la presidenta de la misma, Ifigenia Martínez, de 94 años de edad y quien se incorporó hacia el final de la sesión en silla de ruedas, conectada a un tanque de oxígeno, movilizada por elementos de Protección Civil, médicos y algunos legisladores.

Aunque dos cadetes que permanecían en guardia intentaron levantarla cuando el expresidente llegó, pero él se acercó, le besó la frente y la mano derecha, para luego tomar asiento, del cual pronto tuvo que pararse porque los morenistas salieron de sus lugares para formar una fila e ir a saludarlo.

En el extremo derecho de la Mesa se encontraba la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN), Norma Piña, que no fue saludada por Obrador, pero que en respuesta la oposición, vestida de negro en señal de “luto”, también se levantó para arroparla, lo que terminó por balancear la postal de desorden en ambas alas del espacio.

Veinte minutos después, la mandataria mexicana llegó a la Cámara de Diputados de la mano de su esposo, Jesús María Tarriba; subió las escalinatas y caminó al interior del recinto, donde fue recibida con la nueva consigna: “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”.

Seis minutos tardó en atravesar el mismo camino de selfies, abrazos y porras hasta la Mesa, donde saludó a Gerardo Fernández Noroña, a López Obrador, a Ifigenia y también a Norma Piña, a lo cual la oposición respondió con aplausos.

Con el brazo y la palma extendida por encima del atril, rindió protesta: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”.

Mientras la 4T nuevamente se impuso con el grito de “¡Presidenta!” acompañado de aplausos, la oposición, principalmente los panistas que acudieron vestidos de negro sólo se mantuvieron de pie y algunos grababan el momento en sus celulares.

López Obrador se retiró la banda presidencial e intentó entregarla a Ifigenia Martínez. “Apenas y me sostengo”, exclamó la legisladora y que enseguida fue sostenida por Sheinbaum Pardo.

La banda pasó por su frente y una cadera ayudo a la mandataria federal a colocarla sbre el vestido color marfil bordado con ganchillo por una artesana oaxaqueña que portó.

La Jefa del Poder Ejecutivo Federal agradeció la presencia de 105 países y los nombró en orden alfabético. De manera particular, reconoció la presencia de la primera dama de EU, Jill Biden, en representación del gobierno de aquel país.

En su mensaje, evocó el proceso de desafuero que enfrentó AMLO, quien hoy, dijo, la historia lo ha juzgado y será recordado como el mejor presidente de México, que inició la revolución pacífica de la cuarta Transformación de México.

“Hoy lo decimos con certeza y sin temor a equivocarnos, la historia y el pueblo lo ha juzgado, Andrés Manuel López Obrador uno de los grandes… Ha sido un honor luchar con usted. Hasta siempre, hermano, amigo, compañero, Andrés Manuel López Obrador… Usted nos ha pedido en varias ocasiones no develar gustos ni poner su nombre en calles, avenidas, barrios o colonias. La verdad que no hace falta, usted estará siempre en el corazón del pueblo de México”, exclamó alzando la voz que se perdía entre los gritos de morenistas, ante los ojos de los presidentes que en el palco del primer piso se miraban entre sí y aplaudían.

Su llegada al máximo cargo del país lo dedicó a las mujeres que en el pasado lucharon por abrirse el camino en la política hasta vivir lo que hoy atraviesa el país, por lo que insistió en que no llegó sola sino “todas”.

“El pueblo fue muy claro al decir este 2 de junio, es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres. Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia, que no nos quería hacer creer, que nos quería hacer creer, perdón, que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombre, poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo.

Como parte de su mensaje, repitió sus compromisos sociales, políticos, económicos, de infraestructura, de seguridad anunciados desde campaña.

Así, sostuvo entre sus planes la transformación “sin duda” del Poder Judicial, con la que negó que represente autoritarismo y de la que aseguró que en unos años todos se sentirán convencidos.

“Piénsenlo solo por un momento, si el objetivo hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No, eso es autoritarismo, nosotros somos demócratas”, dijo.

Al momento, la ministra Piña Hernández miraba hacia la mesa; del lado izquierdo en donde se encontraban el resto de los ministros, estos se miraban entre sí, mientas Loretta Ortiz, Lenia Batres y Yasmín Esquivel aplaudían.

Tras repasar sus compromisos de gobierno y llamar a una reflexión sobre los logros del sexenio obradorista convocó a la 4T a seguir por el mismo camino.

“Les convoco a seguir haciendo historia. Que viva la cuarta transformación, que viva México, que viva México, que viva México”, concluyó.

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