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Reaprehende la FGR a El Gil, personaje clave en el caso Ayotzinapa

Al exlíder de Guerreros Unidos se le acusa de delincuencia organizada y delitos contra la salud; señaló a mandos del Ejército, pero nunca aportó pruebas; padres ven “pantalla” de las autoridades a 10 años de los hechos
  • Por Redacción

Gildardo López Astudillo, El Gil, vinculado con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa que en 2019 fue liberado por la Fiscalía General de la República (FGR) y hasta convertido en testigo protegido con el nombre de “Juan”, fue recapturado el jueves por elementos de esa misma dependencia.

De acuerdo con reportes oficiales, al exlíder de la organización criminal Guerreros Unidos se le liga con los delitos de delincuencia organizada y contra la salud, por lo que tenía una orden de aprehensión pendiente.

El también llamado Cabo Gil fue detenido mientras caminaba por calles cercanas al reclusorio de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, y llevado a la delegación de la FGR en Tacubaya. Posteriormente fue trasladado al penal de El Altiplano, en Almoloya, Estado de México, por elementos de la Secretaría de Marina.

López Astudillo es considerado uno de los personajes clave en la investigación sobre la desaparición de los jóvenes normalistas ocurrida hace ya 10 años.

En septiembre de 2015 fue detenido por la extinta Procuraduría General de la República (PGR) por su presunta autoría material en el ataque a los estudiantes el 26 y 27 de septiembre de 2014; sin embargo, en septiembre de 2019, y a iniciativa de la unidad de la FGR que investigaba el caso, fue liberado y pasó de señalado a protegido bajo el nombre de “Juan”, revelando supuestos vínculos de mandos del Ejército con el caso, como los generales en retiro José Rodríguez Pérez, excomandante del Batallón 27, y José Martínez Crespo, pero sin aportar pruebas.

Incluso, éste último puntualizó que el 8 de diciembre de 2020, el entonces titular de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), Alejandro Encinas, le propuso acogerse al programa como testigo protegido, algo que rechazó por no ser responsable de haber participado en los hechos de Iguala.

Sobre esta colaboración de El Gil con el Gobierno, los padres de los 43 normalistas denunciaron en su momento que el líder criminal engañaba a las autoridades, pues nunca dio una información relevante y sólo se aprovechó de los privilegios que le dieron.

Entre las acusaciones de El Gil destaca la de 2020, cuando dijo que policías municipales, estatales y militares repartieron a los 43 jóvenes en grupos la noche del 27 de septiembre, y que luego, integrantes de Guerreros Unidos los asesinaron en diferentes lugares del municipio de Iguala.

Según El Gil, uno de los grupos secuestrados fue llevado a una funeraria y ultimado ahí, para posteriormente calcinarlos y tirar las cenizas en lugares cercanos.

También señaló que a otro grupo lo deshicieron en ácido y sus restos fueron tirados en las cañerías; sin embargo, en la investigación no se ha logrado comprobar que sus dichos sean ciertos, pues nunca aportó pruebas.

Entre las acusaciones de El Gil se encuentran a mandos de alto rango, que según estaban en la nómina de grupos criminales, así como al propio exfiscal de Guerrero, Iñaki Blanco, de encubrir el secuestro y posterior desaparición.

Cabe recordar que en los archivos del Ejército que el Gobierno federal dio a conocer, se encuentra una conversación entre El Gil y Francisco Salgado Valladares, subdirector operativo de la Policía Municipal de Iguala, en los que existe evidencia de su conocimiento de la detención de los normalistas.

Tras la recaptura, padres de los jóvenes aseguraron que la nueva detención de López Astudillo podría ser sólo una “pantalla” de las autoridades federales, pues a diez años de la desaparición, no ha habido avances sobre su paradero, lo que ha sido motivo de reclamo de su parte.

Blanca González, esposa de José Ángel Campos, uno de los normalistas desaparecidos, dijo a La Razón que no cree que esta vez, como en la anterior detención, hable el exlíder del grupo criminal Guerreros Unidos, ya que cada aniversario hay alguna detención del Gobierno federal para distraer la atención y mencionar que hay avances.

“Si no dijo nada, no creo que ahora vaya a decir algo importante. A lo mejor, como ya va a ser otro aniversario, el Gobierno federal va a sacar otra cosa para distraer. Pueden haberlo agarrado para cubrir los diez años, ya ve que el Gobierno tiene sus mañas cada aniversario”, explicó.

Señaló que El Gil tiene mucha responsabilidad en el secuestro y desaparición de los normalistas, ya que él estuvo directamente la noche de los hechos, por lo que conoce el paradero de muchos de ellos.

“Tienen que hacerle hablar para que diga la verdad, pero pues hasta ahorita no quiere decir, no sé cómo las autoridades hicieron su trabajo, pero la vez pasada lo dejaron ir y esperamos esta vez que no la rieguen”, dijo.

Por su parte, Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio, aseguró a este diario que apenas se van enterando de su detención, ya que los abogados no les han dicho nada, principalmente porque se encuentran en sus pueblos y es difícil la comunicación.

Indicó que espera que esta vez, López Astudillo “se anime a hablar”, porque estuvo en el momento que desaparecieron a los jóvenes, por ello, “sabe qué pasó y dónde están, sólo que no quiere aceptar su responsabilidad y por ello el caso se ha ido tardando, a pesar de que tenían a los responsables”.

Cristina Bautista sostuvo que López Astudillo tiene información, pero ahora sólo es responsabilidad del Gobierno federal “hacerlo hablar” para que diga algo de relevancia, que ayude a dar con el paradero de los normalistas y saber lo que realmente ocurrió esa noche del 26 de septiembre de 2014.

Esta rehaprensión, dada a conocer ayer, se produce a poco menos de un mes de que se cumpla una década de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida el 25 y 26 de septiembre de 2014.

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